Viernes. Oh, santo Jesús, era viernes.
Y, según Hilary, los viernes eran el día en que los chicos de último año aparecían por los pasillos y se mezclaban con nosotros, los junior.
No pregunten por qué Hilary sabe eso. Yo no lo hago.
Tuve que faltar a mi clase de Biología para poder ir y completar el plan, al estilo "chica mala".
«Por favor subconsciente, ¡calla! Ahórrate tus comentarios...».
Hilary no pudo venir por no sé qué cosa, así que estábamos mi pobre dignidad y yo solas, la primera pendiendo de un hilo. Abby y Val estaban en clases. Se iban a llevar una gran decepción cuando se enterasen, porque les aseguro que darían la mitad de su mesada solo por verme hablar con un chico que no sea Tanner. Me ajusté la correa de la mochila sobre el hombro, y respiré hondo.
Cash estaba a tan solo unos metros de mí, cambiando sus libros en el casillero. Era raro verlo en el pasillo de la escuela. Ya me había acostumbrado a observarlo con su carrito en la biblioteca, y verlo ahí era..., simplemente extraño.
Antes de caminar hacia él me tomé mi tiempo para admirarlo y suspirar como idiota. Su cabello rubio estaba desordenado, y sus ojos verdes tenían esa habitual expresión seria de siempre. Llevaba una remera roja, y sus vaqueros azules realzaban el trasero que Dios y la genética le dieron.
Miré, fulminante, a las chicas que pasaban y babeaban el suelo al quedarse mirándolo embobadas al igual que yo.
Limpié mis manos sudadas contra mi camiseta, y suspiré, tratando de reunir coraje.
«Vamos, chica, ¡tú puedes!»
Murmuré palabras de aliento para mí misma, y con otro suspiro, fui hacia allí.
«Sí, Summer, ve, no te acobardes».
Me planté una sonrisa en la cara cuando apenas un metro nos separaba. Pero... Cash ni siquiera me notaba. Me paré por instinto, y respiré otra bocanada de aire.
«No te acobardes», me repetí mentalmente, una y otra vez.
Cuando ya estuve lista, levanté la mirada y sonreí de nuevo... Aunque mi sonrisa no duró demasiado.
Había una chica. Una hermosa y femenina chica, de cabello castaño y delgada, estaba agarrando a Cash del brazo y sonriéndole íntimamente, mientras que él solo asentía dándole una pequeña sonrisa.
«¡Yo quiero esa sonrisa!».
Toda clase de ideas sobre quien podría ser cruzó por mi mente, pero la que ganó fue la de que Cash…
***
— ¡Tiene novia! —exclamé, agitando las manos para dar énfasis—. ¡Tiene una maldita y hermosa novia!
Hilary, Val y Abby me miraban atentamente desde mi cama, mientras me movía por toda mi habitación, de acá para allá.
—¿Estás segura? —inquirió Hilary, dudosa—. Tal vez es una amiga...
—¡Le tocó el maldito brazo y le sonrió! —chillé—. Así que sí, estoy segura.
Volví a caminar por todos lados, con los brazos cruzados sobre el pecho.
—Summer, corazón —dijo Abby, con voz melosa—. ¿Solo porque le ha sonreído ya piensas eso?
Me paré a medio camino y la enfrenté.
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First kiss (FK #1)
Teen FictionTodos tenemos nuestro primer beso. Ya saben, ese momento que compartes con la persona que te gusta... o no. Claro, hay algunos que no lo dieron. Pero ellos no están tan desesperados como Summer Hamilton, una chica de 16 años que, ¡ja!, adivinaron, a...