Capítulo 16

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     Hoy era el día. Tenía que ir a la biblioteca y pedirle una "salida" (Hilary me dijo que no lo llamase cita) a Cash. Planeamos esto las dos solas, ya que Val andaba en las suyas y Abby necesitaba un tiempo a solas para ordenar su cabeza. Era el momento de hacer mi movimiento y conseguir un maldito beso. Las prácticas con mi mano y mi espejo no serían en vano.

    —Okey, repasemos —dijo Hilary una vez estuvimos en la biblioteca. Asentí y me senté en una mesa cercana, mirándola atentamente.

    —¿Ropa? —preguntó, repasándome con la mirada. Miré mi atuendo, que consistía en unos vaqueros grises y un top azul.

    —Sí.

    —¿Maquillaje?

    Toqué mis labios, y le mostré el poco de brillo que quedó en mi dedo.

    —Sí.

    —¿Zapatos?

    Levanté mis pies y los moví en el aire.

    —Sí.

    —¿Cabello?

    Agarré un par de mechones de pelo con las manos y se los enseñé.

    —Sí, y anoche usé acondicionador —dije, con un deje de orgullo en mi voz.

    —Bien. —Asintió con aprobación—. ¿Manos?

    Las levanté exponiendo mis uñas pintadas de rojo.

    —Excelente —dijo Hilary, agarrando una de ellas—. El rojo es el color de la seducción. —Soltó mi mano, y me puso las suyas sobre los hombros—. ¿Estás lista?

    Me quedé pensando por unos segundos hasta que asentí, algo segura.

    —Estoy lista.

    Hil sonrió hasta que una mueca apareció en sus labios.

    —Quisiera que Val y Abby estuvieran aquí para verte —suspiró.

    —Yo también —murmuré—. Pero Val está en Dios-sabe-dónde, y Abby necesita reflexionar sobre lo de... —Arrugué mi nariz con desagrado—... Gale.

    La cara de Hilary se retorció al oír su nombre. Sí, no soy la única que lo detesta.

    —Bueno. —Me bajé de la mesa y di unos cuantos saltitos, como los luchadores de boxeo—. Allá voy, deséame suerte.

    —No la necesitas —dijo, dándome una palmada en el hombro.

    Exhalé un poco de aire, y con la espalda recta y un ejercitado contoneo, fui en busca de Cash. Por suerte, no tardé mucho en encontrarlo. Estaba apilando los libros de la sección de fantasía y tenía unos auriculares blancos puestos. Respiré hondo y fui hacia allí.

    —Hey —saludé con una sonrisa.

    Cash se sacó lo auriculares y me dio un asentimiento de cabeza.

    —Summer.

    Carraspeé y, acercándome más, pregunté:

    — ¿Qué... te cuentas?

    Una ceja rubia se alzo en mi dirección, pero por suerte, no dijo nada sobre mi comportamiento raro. En vez de eso, contestó a la pregunta:

    —Nada en particular, solo trabajando.

    «¿Está tratando de decirme que está ocupado?»

    «Obviamente está ocupado, inútil,» dijo mi maldito subconsciente.

First kiss (FK #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora