Destino

Capitulo 34 "Unión y separación"

Entonces paso... Me perdí en aquellos profundos ojos, y después sentí sus labios en los míos, me había enamorado por primera vez en la vida, estuve con él toda la noche... Desde ese momento, todas las noches venía a verme, nos besábamos, no amábamos sin que nadie nos viera... Era feliz de tenerlo a mi lado...

Endymion - Diosa... yo...Quiero que estés junto a mí, por el resto de mi vida... Quiero que seas mi esposa...

Yo estaba feliz, cuidaría del para siempre y el de mí, ya nadie me obligaría a abandonarle... Acepte sin dudarlo, aunque él había hecho cosas malas, lo amaba con todo mi ser... Pero no todo sería feliz... Paso el tiempo y Endymion y yo nos casaríamos en el palacio, toda la gente del pueblo fue a ver nuestro matrimonio, estábamos a punto de concluirlo pero... aparecieron ellos...

¿? - ¡Serena!

Endymion (molesto) - ¡¿Quiénes son ustedes?! ¡¿Cómo osan entrar en mi palacio?!

Eran los dioses, Apolo, Baldr, Takeru, Loki, Tsukito y Hades, estaban enfadados, habían entrado al palacio he interrumpido mi boda, ya no sabía que iba a ocurrir...

Al fin y al cabo, podía entender la razón por la cual estaban molestos, los había traicionado, había bajado a la tierra, pese a que me lo prohibieron, me había enamorado de un humano, y estaba uniendo mi vida a la de él, había roto todas las reglas....

Dioses - ¡No permitiremos que te unas en matrimonio con un humano!

Aquel día, ocurrió algo inimaginable... Endymion estaba transformándose en un demonio... La gente que nos rodeaba estaba asustada... Endymion había enloquecido... Una gran aura lo envolvió, se lanzó a luchar contra los dioses, estaba muy sorprendida y temía por su vida, los dioses estallaron su ira en él, estaban haciéndole daño, por mi culpa... No podía verlo así, podía escuchar sus gritos de dolor, realmente no quería verlo en aquella forma... Estaba siendo gravemente herido, pensé que lo perdería en aquel instante...

Endymion - ¡No permitiré que la alejen de mi lado!

Durante la batalla, Endymion cada vez se veía más cansado, al verlo sufrir por las graves heridas, lo comprendí, si yo seguía a su lado, él podía terminar muerto... Fui hasta el, le iban a dar el golpe final, corrí hacia él y lo protegí de aquel ataque de los dioses, estaba a salvo...

Endymion - Diosa...por favor...No te vayas... Quédate a mi lado... Yo te protegeré...

No podíamos estar juntos, quería que el tiempo se detuviera, quería quedarme a su lado, pero debía pensar en él, si seguía a su lado, lo más probable es que terminaría muriendo por mí, y al pensar en ello, me dolía el corazón, quería salvarle la vida...

Entonces me fui con los dioses, no mire atrás, era por su bien que me iba, lo estaba salvando, quería que el viviera por mucho más tiempo. Los dioses me llevaron a la luna, me encerraron en un santuario, pusieron talismanes a su alrededor, por si se me ocurría escapar... Y quede aislada... Pero después llego alguien...

Un día en mi prisión, escuche pasos hacia el santuario, después se abrió la puerta, y entro una bella mujer de cabellos plateados, su nombre era Erasue diosa de los cielos de la tierra y guardiana del clan de los perros sagrados, aquella mujer fue enviada por los dioses para hacerme recapacitar.

Erasue - Vaya... ¿Tú eres la que rompió las reglas? - Dijo con aires de superioridad... - Dime... ¿Te arrepientes de lo que has hecho?

-No, no me arrepiento de nada. -

Erasue (fría) - Puedo ver que nos vas a cambiar de parecer, pero antes de irme, me gustaría saber algo... ¿Por qué te enamoraste de un humano? Ellos son seres débiles, codiciosos y sobre todo viles...

- Lo sé... pero... Endymion es totalmente distinto... -

Erasue (fría) - Tonterías... Todos son iguales, no voy a rendirme, te hare recapacitar...

Desde ese momento, Erasue venía a verme todos los días, había hecho una amiga, ella siempre permanecía con ese semblante tan frio... Ella había experimentado algo muy desagradable por culpa de un humano... Era por ese motivo que los odiaba, pero no demostraba dolor.

Erasue (fría) - Dime... ¿Lo extrañas?

No había día que dejara de pensar en él, comencé a volverme loca, lo veía por todas partes, a mi lado... Lo necesitaba...

- Si... Y como no tienes idea...

En ese instante, pude sentir algo moverse dentro de mí, estaba embarazada... Erasue también lo noto... No lo podía creer...

Tenía un hijo de él, en mi ser, al menos podía tener algo de él, a mi lado...

Erasue (sorprendida) - No puede ser... No me digas que...

- Así es Erasue, creo que algo se movió dentro de mí.... Creo que estoy embarazada...-

Desde ese día Erasue se volvió mi protectora, a resguardarme por si los dioses se atrevían a venir a verme, si ellos de enteraban, lo más seguro es que harían lo posible para quitarme a mi hijo.

Lo iba a proteger, no iba a permitir que los dioses me arrebataran lo único que tenia de mi amado, no lo iba a permitir. Pero poco después, Erasue se fue, debía tender unos problemas en su reino.

Erasue (cabizbaja) - Lo lamento mucho... No podre protegerte.

- No importa, ve, tienes que cuidar de tu reino, anda... Ve. -

Erasue se marchó, y volví a quedarme sola, bueno, no del todo... Tenía a mi hijo, ya faltaba pocos meses para convertirme en madre... Y Endymion en padre, como me habría gustado tenerlo a mi lado... quería decirle que estaba esperando un hijo de él.

Pero nunca pensé en que nos reencontraríamos y mucho menos, en mi propio reino, en la luna...

Estaba acariciando mi vientre, pensando en nuestro hijo, en cómo podía ser, si se parecería a mí, o a su padre, pensaba en que nombre ponerle, también en si iba a ser niño o una niña, al menos era feliz con solo saber que era de mi amado...

En esos pensamientos, siento pasos de alguien, temí que fueran los dioses, no quería que me arrebataran a mi bebe.

Siento como alguien estuviera tratando de romper el campo de energía, mire entre una pequeña abertura del santuario...

Y entonces mi sorpresa fue encontrarme a Endymion tratando de romper el campo con su espada, me alegre mucho, él estaba ahí, tratando de liberarme, por fin estaría con él, seriamos una familia.

El gritaba mi nombre y yo el suyo, estaba tan feliz, pero lamentablemente el campo no se rompía, Endymion comenzó a frustrarse, y se detuvo, me entristecí pero, al menos me conformaba al poder verlo nuevamente...

Pero algo comenzó a brillar dentro de él, pude ver como algo brillante salía de su pecho, era un cristal dorado...

Aquel cristal hizo brillar todo el lugar de un esplendor dorado, el santuario comenzaba desmoronarse, Endymion derribo la puerta y me saco de allí...Finalmente, después de tanto tiempo separados...Estaríamos nuevamente juntos...