A eso de medianoche nos detemos,frente a mis ojos se levanta una casa muy moderna ,pero a la vezacogedora.
¿Ya hemos llegado?-le pregunto a Daisuke-¿esta es tu casa?
Si-me responde él mientras camina hacia la puerta-ahora entiendes ¿por que no me gusta konoha?
Supongo que si-le miento,la verdad es que no comprendo sus motivos,pero no soy quien para juzgarlo si yo también me he ido de la aldea-pero pensé que vivías como una especie de hermitaño o algo por ese estilo,no me imaginé que tendrías una casa tan lujosa.
Bueno,entremos-me propone él al abrir la puerta.
Al poner mis pies al interior de la casa quedo anonadada,el piso es de color negro con las paredes blancas,en ellas hay cuadros abstractos con colores muy hermosos,los sillones son de un color obispo ,existen algunos detalles de color cafés y también hay muchas plantas,que le dan calidez al ahogar. Es simplemente hermoso.
Y ¿que tal?- me pregunta Daisuke haciéndome reaccionar al poner una mano sobre mi hombro.
Nada mal- le digo para molestarlo- pero, puede ser mejor.
¿Mejor? No mientas- me contesta él con arrogancia y divertido- este es el mejor lugar en el que estarás en toda tu vida,y lo sabes.
Yo le pego un pequeño empujón como respuesta y también para que quite su mano de mi hombro.
Daisuke se dirige a la cocina y yo lo sigo detrás, me siento como una hermana pequeña que cuando está en un lugar desconocido no deja en paz a su hermano mayor y lo sigue a todas partes por miedo a perderse.
¿Tienes hambre?- me pregunta él mientras saca un pedazo de pastel del refrigerador.
No- le respondo yo.
Tu te lo pierdes- me dice encogiéndose de hombros y luego llevándose un pedazo de pastel a su boca.
Yo que tú no comería eso- le aconsejo yo,pues el trozo de comida no se ve en buen estado.
No me digas que eres de esas chicas controladoras que se preocupan constantemente de las calorias- me dice él entrecerrando sus ojos- por que no lo tolero,y mucho menos que me digan lo que debo comer.
No es nada de eso- le aclaro yo- pero...
Entonces lo comeré- Daisuke me interrumpe
No...- digo con la intencion de detenerlo y trato de poner una mano en su muñeca para que no se coma eso,pero él me esquiva y se traga el pastel de un solo mordisco.
¿Por que trataste de quitármelo?- me pregunta Daisuke intrigado-¿a caso no te han enseñado que las cosas no se arrebatan de las manos? Es de mala educación.
No, es que- le trato de responder pero nuevamente me interrumpe.
Esa acción merece un castigo- me dice con una extraña mezcla en su voz de amenaza y seducción. Él me acorrala contra el refrigerador y se acerca a mi rostro haciendo que nuestras frentes se toquen,jamás lo había tenido tan cerca de mi,a esta distancia puedo verme perfectamente reflejada en sus pupilas ;una sonrisa maliciosa se forma en sus labios- serás duramente castigada.
¿Ah,si? - le pregunto de manera confiada y sintiéndome completamente segura,pues sé lo que le sucederá a Daisuke dentro de poco tiempo: cuando aquel trozo de pastel llegue a su estómago. Y quiero tenerlo cerca cuando eso suceda,tengo la sensación de me divertiré viendo su rostro,además se lo merece por estar interrumpiendome constantemente.
¿Me éstas retando?- me amenaza él poniendo sus manos en mi cintura para pegarme mas a su cuerpo- te aconsejo que tono te conviene desafiarme.
¿Que tipo de castigo tendré?- le sigo el juego.
