*Narra Vic*
Danielle me llevó a casa desde el hospital. No podía creer que Anna había muerto. Era una putada muy gorda para Beau y para Austin, y yo no sabía cómo sentirme. Sabía que la iba a echar de menos, porque eso estaba claro. Pero sentía un vacío muy feo dentro de mía. Sólo había hablado con Danielle desde que me dieron la noticia, y fue para darle las gracias por llevarme a casa.
- Puedes quedarte- le dije cuando aparcó frente a mi casa-, si quieres.
Yo la había recogido para ir a la boda, no era justo que se fuera andando ella sola.
- Sólo si tú quieres que me quede.
La miré por primera vez desde que estábamos en el juzgado esperando a que empezara la boda.
Se notaba que estaba preocupada por mí. Por primera vez me dije a mí mismo que tenía suerte. Suerte de haber encontrado a una chica como Danielle. Desde que la conocía, nunca me había dicho una mala palabra, o me había tratado mal. Me atrevía a decir que era feliz con ella.
- Claro que quiero que te quedes.
Danielle asintió y salió del coche. Fui detrás de ella para abrirle la puerta.
No quería hacer nada, quería dormir. Así que ella me abrazó en la cama, sin decir una palabra. Simplemente se tendió conmigo, me dijo algunas cosas que supuse que eran palabras de ánimo, porque no la escuchaba muy bien. Mi mente estaba como debajo de agua, no entendía nada y aún tenía que sopesar todo lo que había pasado.
Como si no fuera la primera vez, repasé todo lo que había hecho mal con Anna. Como si hubiera apretado un interruptor, empecé a llorar. No había llorado en todo el día.
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Hasta que la muerte me encuentre.
RandomAnna era "feliz" con sus demonios. Día a día luchaba contra ellos, perdiendo siempre la batalla. Hasta que un chico llamado Vic Fuentes aterrizó en su vida. ¿Se olvidará la muerte tan fácil de Anna?