Hasta que la muerte me encuentre.

Capitulo 15 (2|3)

Me desperté por un ruido muy alto que estaba haciendo la mesa. Intenté sacar un brazo de la jaula que me tenía Vic formada alrededor. Acabó cediendo de muy mala gana, porque él también se había quedado dormido.

  -¿Diga?- pregunté con la voz pastosa.

  -¿Anna? ¿Te he despertado?

No reconocí la voz de inmediato, pero me sonaba bastante. La había escuchado dos semanas atrás, pero no le conseguía poner cara.

  -Un poco, pero no te preocupes, esto...

  -Alan.

¡Sabía que era alguien conocido! Austin me lo había presentado cuando fui a ver a su banda ensayar.

  -Perdón, no me acordaba. ¿Qué necesitas?

Suspiró profundamente, dejándome con la duda durante varios segundos.

  -Austin está en el hospital.

Se me cayó el mundo. Me incorporé de golpe, mareándome en el acto. Salí del sofá, buscando mis zapatos y las llaves del coche.

  -¿Qué coño ha hecho?

  -Se emborrachó bastante y, se ve que tiene un problema grave del corazón. Le dio un infarto.

Rápidamente me puse unos pantalones, sin soltar el teléfono. Casi me caigo por el pasillo, y cuando se oyó el estruendo, Vic se despertó de golpe. Corrió para ver si estaba bien, y cuando me vio casi llorando, agarrándome a las paredes para no caerme, sabía que estaba en una situación crítica.

  -Estaré allí en nada, espérame en la puerta.

Colgué. Le informé a Vic de todo en segundos. Estaba histérica perdida. Me perdía por mi propia casa buscando las llaves del coche.

Él se puso los zapatos, se peinó un poco colocándose el gorro.

-¡No encuentro las putas llaves!

Estaba al borde del colapso. Vic me agarró de la muñeca cuando pasé por su lado. Se puso en frente mía y me miró a los ojos fijamente. Sentí cómo me transmitía una tranquilidad inmensa, una seguridad que no sentía hace mucho tiempo.

  -Anna, tienes que tranquilizarte, ¿vale? Todo va a salir bien. Austin va a estar bien.

Besó mi frente.

  -¿Puedes conducir tú? No me fío ni de mi sombra ahora mismo.

  -Por su puesto.

Cogió las llaves de la entrada. Habían estado ahí todo el tiempo y ni si quiera lo noté. Mientras bajábamos, no me soltó la mano ni un momento, ni si quiera en todo el trayecto al hospital.

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HOY ES EL CUMPLE DE AUSTIN Y ESTOY CASI LLORANDO PORQUE MI BEBÉ CRECE JO.

El caso es que no me di cuenta de que hoy su cumpleaños y en mi fic está en el hospital, soy una persona horrible. 

Oc, les dejo con el maratón.