Celos

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-Repitelo, pero, claro y lento- exigió Margo atrás vez del teléfono.

-"Te voy a enamorar"- repetí las palabras de Adam como me lo pidió Margo.

-¡No jodas!- exclamó Margo.- ¿Si le dijiste que Cory es tu novio?

-Si, ya te dije- sostuve el celular entre mi oreja y hombro para servirme agua.- Eso fue todo lo que paso.

-No mames- dijo casi en un susurro.

Ya era de noche y estaba en mi casa. Sola y todo en silencio. Excepto yo con Margo al celular.

-Bueno, eso explica la forma en que te veía- dice Margo.

-¿Veía? ¿Como me veía?

-Cuando se presentó, te miraba a ti y tu bien que no lo querías ver.

-Pues, no. Después de lo que me dijo.

-Bueno eso si- escuche su suspiro.- También, a Cory los ojos se le ponían a quemar.

-¿A quemar?

-Si. Como que se molestó o algo parecido.

-Vaya- fue lo único que pude decir.

-Oye... Tengo que contarte algo... - Margo fue interrumpida por otra llamada.

La revise y era el querido rey de Roma.

-Espera, Mar, Cory me habla- le avise para luego cortar esa llamada y contestar la de Cory.

-Amor- exclamó Cory alegre.- ¿Cómo estas? Hace tiempo que no se de ti.

-Cory, nos vimos hace horas.- dije riéndome.

-Es mucho tiempo para mi- escuche su hermosa risa.- oye... - de pronto su tono se puso serio.- ¿De que hablaban el chico nuevo y tu en receso?

Mi respiración se detuvo e intente buscar palabras.

-¿Laura?

-Ah. De nada ¿porque preguntas?

-Porque vi que te sonrojabas.

Otra vez, deje de respirar.

-¿Laura? Yo soy el único que puede sonrojarte.

-¿Acaso?¿Detecto celos? Si, aroma al señor "es mi chica". A eso hueles Cory Romero.

-Si y son muchos celos- dijo serio.

Le tuve que contar todo a Cory, así somos aunque sean celos nos contamos todo porque es la confianza la que cuenta en una pareja.

Al día siguiente, los párpados me pesaban y mi respiración era pesada y lenta. Como si no quedará oxígeno. Así me pongo cuando estoy horas al celular con Cory. Hoy nos quedamos hasta las seis de la madrugada.

-¿Otra noche con Cory?- preguntó Margo acercándose a mi lugar.

Estaba en la biblioteca, aparte de que me gusta venir a leer, también vengo cuando pasa esto de estar con Cory hasta el despertar; es tranquilo, silencioso y perfecto para tomar una siesta. Pierdo clases pero por mi excelencia de estos tres años los maestros me justifican.

Margo dejó caer un libro no tan grueso a la mesa y se sentó en la silla que queda enfrente de mi.

-Si- dije levantando mi vista del libro que estaba leyendo.- Hasta las seis.

-Te ves fatal.

-Cuento contigo para que me digas la verdad.

-Me mandó tu novio a decirte que él viene para dormir a tu lado- dice Margo con cierta risa en su voz.- Se ve igual de fatal que tu.

-Que graciosita, deberías ser comediante.- levante los brazos y me estire soltando un bostezo.

Dentro de quince minutos Margo se fue y me quede sola en la biblioteca. Mientras leía En Llamas escuche pisadas lentas que se acercaban. Debe ser Cory.

-Te tardaste en llegar- dije con la voz apagada sin quitar la vista de la lectura.

-Es hermoso que una chica hermosa te espere y que sin lo sepas- ese no era Cory.

Levante mi mirada hacia a arriba y me encuentro enfrente de mi con la figura de Adam.

-¿¡Tú!?- me sobresalto.

Adam rió y se sentó en la silla que estaba alado de mi.

-Si, yo, preciosa.

-Largate, espero a alguien.- Este chico ya me había sacado de quicio y es hora de poner alto.

-Hoy estas de malas, ¿eh?, preciosa.- Solo se dedicó a reír.

-Por favor, vete. Entiende que tengo novio.

-Puedes tener dos.

-¿Qué? No...- en mi rostro se reflejo la confusión y cansancio.

-Entonces no me rendiré hasta tenerte.- A pesar de que le lance una mirada asesina, este solo me miraba con una sonrisa y ojos coquetos.- Pronto seras mía...

-Sobre mi cadáver.- Lo interrumpe una voz que conozco perfectamente. ¿¡A que hora llego!? Que no me di cuenta.

Adam seguía mirándome pero no se concentraba en mi. Abrió los ojos como platos. Levante mi mirada y ahí estaba Cory, parado atrás de Adam, con una mirada fría, dura y seria, con ojos que indicaban que en cualquier momento iba a explotar y lanzar un misil a Adam.

Adam me sonrió tristemente y se levantó de su silla.

-Nos vemos, preciosa- y se fue, evitando la cruel mirada de Cory.

-Que bueno que llegaste- dije, poniendo el separador a mi libro y cerrandolo.

-¿Te estaba molestando?- preguntó.

-Si- me levante de la silla, me acerque a él y le dedique una mirada tierna.- No te vuelvas a alejar de mi.

-Jamás- me besó en los labios tierna y lentamente, no tarde en corresponder.

Comprometida A Mis 14 Años [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora