Comprometida A Mis 14 Años [CORRIGIENDO]

Cumpleaños 14

-¡Feliz cumpleaños, amor!- me abrazó mi novio, Cory.

-Gracias, precioso- respondí a su felicitación correspondiendo el abrazo.

Hoy es mi cumpleaños número 14. Este cumpleaños lo quiero disfrutar con las mejores personas que me quieren y me apoyan, porque ya para el otro año habré hecho mi fiesta de 15 años. La anhelada fiesta para niñas que se convertirán en señoritas, tan esperada por padres que quieren ver a sus hijas crecer, pero en mi caso... No es así. Al principio me negaba a tener una fiesta de 15, lo que quería era viajar a las afueras de México, viajar a mi querido Orlando. Desde que tenía 12 años mi sueño más querido era viajar a Orlando, por la simple razón de que había visto en vídeos y leído en revistas que en Orlando hay representaciones de Hogwarts. Bueno, en si, son juegos y todo lo que tenga que ver con Harry Potter. A los 12 años empezó mi obsesión por la lectura y uno de esos tantos libros que ame fue escrito por J. K. Rowling. El caso es que mis padres no quisieron que viajarán hasta las afueras de México, se haría hasta que cumpliera 18 años.

Sigo indecisa de que si realmente quiero fiesta de 15 años. Pero, hoy es mi cumpleaños 14 así que no debo preocuparme por el futuro.

Cory me sonríe, pasa su mano por atrás de mi y la coloca sobre mi hombro. Yo hice lo mismo pero mi mano se posó en su cintura. Empezamos a caminar.

-¿Cómo te la estas pasando?- me preguntó Cory.

-Genial- dije con una sonrisa dibujada en mi rostro.

Entramos a mi casa donde estaba toda mi familia y amigos sentados en la sala; comiendo o hablando sobre cualquier tema no específico.

-¡Cory, hola!- mi mamá fue la primera en saludarlo con una sonrisa. Se acercó a él y le dejó en beso en la mejilla.- ¿Cómo estás?

-Bien, gracias, señora Walker .- sonrió Cory.

-Estaremos arriba - dije y mi mamá asintió con la cabeza.

Mientras que Cory saludaba a todos, mi mamá me decía que si se me ofrecía algo que se lo dijera, y que me avisaría cuando llegarán mis otros amigos.

-Tus primas son simpáticas -dijo Cory atrás de mi subiendo las escaleras a la terraza.

-No me provoques, Cory Luna- dije entre risitas.

-¿Celosa?- aceleró el paso para llegar hasta estar pegado a mi espalda.

-Preocupada- corrí para alejarme de él y llegar a la terraza.

Desde la terraza la vista era espectacular; se podía observar el cielo azul con las nubes esponjosas, campos verdes, y casas en miniatura, excepto las casas de los vecinos. La brisa era fresca y tranquila, provocaba que mi cabello suelto se elevará y volará sin irse. Mi ropa choca contra mi cuerpo, como olas de mar.

Unas manos llegan y se colocan en mi cintura, provocando que me sobresalte y suelte un grito. Volteo y me encuentro con los ojos verdes claros de Cory.

-¡Me asustaste!- exclame separándome de él.

-Perdón- dijo a carcajadas.- ¿Preocupada por qué?

-¿Ah?

-Te pregunte que si celosa y me dijiste que preocupada -Entrelazo sus dedos con los míos.- ¿Por qué, hermosa?

-¡Ja! Porque tendría que decapitar a mis primas -Reí y me fui a sentar en una mesadora cerca de la fuente de mi mamá.

Cory llegó y se sentó en la silla que esta enfrente de mi. Me recargue y pude ver sus hermosos ojos verdes, tan claros que se podía ver sus pupilas. Con una sonrisa en línea curveada hacía arriba.

-¿Y si quieres fiesta de quince?- preguntó de repente.

-No lo se -Respondí. Y es la verdad, no se si realmente quiero.- Quiero un viaje pero también el dinero suficiente para comprar todo lo que quiera.

Tal vez suene a lo que siempre piden en este tipo de fiestas y tal vez sea la decisión más ridícula que podría tomar, aún así es algo que me va a hacer feliz por unos días de mi vida y que voy a recordar por siempre.

-¿Todo lo que quieras?- preguntó Cory con una sonrisa a medias.

-Si, me refiero a libros, vestidos, comida, etc, etc. -dije eso último haciendo movimientos con las manos.

Cory no evitó reír. No lo culpo, él me conoce perfectamente y sabe lo que quiero.

-Me gustaría decirte que si deseas hacer fiesta de quince, seria un placer tan maravilloso de ser uno de tus chanbelanes, es más, un chanbelan de honor.

-Si, claro- dije en forma de burla.

Ahora tengo meses para que mi decisión sea rápida, y sin nada en lo que dude, aunque creo que eso no se pueda.

Divagar en el futuro es una de las cosas que más se me ha complicado. Mis sueños y todo lo que quiero hacer no era tan complicado, lo que está al rededor si lo es. El mundo de afuera resulta tan aterrador que a veces no pienso en eso y me refugio en cualquier cosa que me mantenga dentro de mi burbuja invisible.

Y se podría decir que así empezó mi historia; con dos chicos enamorados en una terraza que no tenían idea de lo que el futuro les aguardaba o el destino les preparaba, tan jóvenes y con el mundo en contra, sin imaginar que su historia de amor a partir de ese día se volvería más complicada y llena de obstáculos.