Me escondí entre la multitud de alumnos esperando a estar a clases. Es una estrategia para evitar a Cory o a Lydia o a Margo. Lo que menos deseo es ver sus rostros y que me pregunten porque salí llorando. Lo peor de todo es que Cory y Margo están en el mismo salón que yo. Creo que me quedare en la biblioteca.
Cuando tocan el timbre para entrar, camino lo más rápido que puedo y me dirijo a la biblioteca. Aunque se muy bien que como siempre voy ahí seguro si me buscan será el primer lugar al que visitarán.
Me duele la cabeza y tengo los ojos demasiado hinchados y con unas horribles ojeras. Toda la noche estuve llorando. No comí mucho y mi mamá no dejaba de preguntar porque lloraba, le dije que le contaría después, cuando tuviera la mente más tranquila.
-¿Señorita Laura?.- Escucho una voz madura al entrar a la biblioteca.
Me detengo y volteo a donde proviene esa voz: una anciana, con la piel arrugada, sus cabellos son plateados, lleva unos lentes y me mira fijamente con las cejas levantadas. Es la bibliotecaria.
-Buenas tardes, señorita López.- La saludo fingiendo una sonrisa.
-¿Qué le paso?.- me pregunta.- No se ve bien.
-No lo estoy.- Respondo.- Por favor, si viene alguien a preguntar por mi dígale que no estoy.
Se queda un momento callada, pensando, luego responde de una forma amable:
-Esta bien. Cuídese.
-Gracias.- Me voy mas adentro de la biblioteca.
No fui al segundo piso. No fui a mi punto de encuentro con Cory. Fui al mueble azul. Me fui a descansar.
Me acosté en el mueble azul y deje que las lágrimas cayeran otra vez. Sin detenerse.
Punto de vista de Cory
-Hermano, no te ves bien.- Me dice Daniel entrando al salón de clases.
-Es porque no lo estoy.- Respondo de mala gana.
Todo este tiempo no le dejaba de mandar mensajes a Laura, llamadas y otras cosas con la cual pudiera comunicarme con ella. No había respuestas de su parte, lo que provoco que me estuviera muriendo por dentro.
Los párpados me pesaban, no puedo ni siquiera con mi propio peso, tengo los ojos hinchados de tanto que llore, me duele todo el cuerpo. Es como si el dolor interno se hubiera reflejado en el dolor físico.
A Daniel ya le conté todo lo sucedido.
-Tengo que buscar a Laura.- Lo digo sin pensar.- Vas a tener que cubirirme en la clase.
-Lo que sea por ti.- Lo dijo con una sonrisa y poniendo su mano en mi hombro.- Buscala.
Hice eso último como si mi vida dependiera de aquello.
Punto de vista de Laura
Pensando como 10 minutos, salí de la biblioteca para buscar comida en la cafetería. Me muero de hambre. Compre una hamburguesa que termine de comerla en 20 minutos. Al salir de la cafetería me encuentro con la persona que menos quería ver ahora.
Sus ojos parecían alarmas con unas horribles ojeras, sus ojos inyectados de sangre e hinchados. Respiraba con dificultad como si hubiera corrido varios kilómetros.

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Comprometida A Mis 14 Años [CORRIGIENDO]
Ficção Adolescente"¿Fiesta de quince años? No, habrá boda" Es de locos casarse a una edad muy temprana en la cual sigues experimentado ciertas cosas. "-No necesito casarme contigo para que que sepas que siempre te voy a amar... " "-Este anillo es un compromiso, no...