Capítulo 22

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⬆️  Él es David. Algún comentario que agregar? 👀

DAVID

Llegamos a la casa, espero que mamá y Mía bajen del vehículo para yo hacerlo. Estoy pensando y analizando miles de cosas.

Las citas con los psiquiatras son bien particulares ya que no hacen ningún estudio específico, si no, que a través de un millón de preguntas, que ellos formulan, es como llegan a un diagnóstico.

Quedé sorprendido ante todo lo que dijo mamá, ella insistió en que la acompañara a la consulta, muy a mi pesar de que es algo que considero privado, habló de sucesos presentes en mi infancia y en su juventud que yo no sabía, nunca la había escuchado decir que era hija única, que sus padres, mis abuelos, están muertos los dos y que se vino a Londres escapando de algo que no pensaba decirnos a ninguno de los dos.

En ese momento se despejaron una serie de dudas en relación a mi familia de origen, si bien es cierto que no habló nada de mi padre, por lo menos pude saber ciertos detalles que llenaron espacios vacíos en mi mente.

Luego de dos horas de conversación, de rellenar un cuestionario, por parte del especialista, y que ¿De verdad? Yo veía interminable, el médico detectó que mamá padece de un Trastorno mixto Ansioso-Depresivo, así con esas mismas palabras lo diagnosticó él..

Yo quedé perplejo, no entendí nada y, ni idea porque surgen estás cosas en la mente humana y más en la de mi mamá. Lo más probable es que esto siempre ha estado presente, pero ella tenía la mente ocupada en muchas cosas, como dijo Mía y pues ahora con tantas horas de ocio, surgió la enfermedad, además,  el médico nos dijo que estos trastornos aparecen muy joven o en su defecto después de los cuarenta y cinco años, y mamá ya pasó esa edad, en fin, hay cientos de factores que influyen en el desarrollo de este padecimiento.

Lo bueno es que se necesita tan solo de ansiolíticos y antidepresivos para mantener controladas las crisis que desarrolla mi madre, sumado a ello, control periódico con el psiquiatra cada dos meses para ver como ha sido su evolución.  Eso me llena de alivio, tenía temor de que mi madre estuviese desarrollando algo complicado, tampoco puedo tomar a la ligera su padecimiento, pero es peor cuando nadie te da respuestas claras ante una enfermedad y, gracias a Dios este doctor no tuvo problemas en hacerlo.

Veo que las dos mujeres que se encargaron de criarme se alejan rumbo a la mansión, mi madre se detiene un momento, se gira y me sonríe, yo le devuelvo el gesto y salgo del vehículo, las sigo hasta que llegamos a la casa.

Verlas juntas me recuerda a mi niñez.  Conocimos a Mía, cuando ella era enfermera, y yo, por lo que cuenta mamá, estaba padeciendo alguna enfermedad que me mantenía con una fiebre nada controlable.  Mami me llevó al hospital donde trabajaba Mía, no fue quién nos recibió, sin embargo, si fue la persona que pudo traducir todas las palabras de mi madre, no sé bien cómo y por qué surgió la relación, lo real es que terminó siendo más que la mano derecha de Mía, una amiga, la niñera de sus hijas, la confidente de sus penas, y hasta podría jurar que una madre para todos los MacQuoid.

Entran y lo hago después de ellas, de una vez y sin pensarlo se dirigen a la cocina, al cruzar la puerta veo a Marga que está lavando unos platos, noté que el auto de la gata está aparcado afuera, eso me dice que está en la casa, lo que me extraña es que ni siquiera me llamó para avisarme que llegó, que extraño, pienso.

Sin pensar mucho le digo

—Marga —Ella gira frunciendo el ceño de una vez— ¿Dónde está, la Gata?

La señora sigue sin comprender mis palabras.  Eso me hace dudar un poco de sus capacidades auditivas.  Marga es una de las empleadas nuevas de esta casa y de verdad es muy poco, para no decir, nulo, lo que he charlado con su persona.

Tan Solo Tú © En edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora