PREFACIO

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Foto de Aryana.

Aryana mira su plato de ensalada con desgano. Su madre siempre le tenía una estricta dieta una semana antes de cada partido. Se imaginaba una hamburguesa con doble queso y tocino, con salsa barbacoa y pepinillos dulces acompañado de una orden de papas a la francesa con toda la salsa de tomate y mayonesa que pudiera ponerle encima.

-¿No has tocado tu comida? -Le recrimina Alexandra con cierta indignación.

-Ma, no te ofendas, de verdad agradezco tu interés por mi condición física, pero no crees que exageras un poco.

Su hija la observa a través de sus achinados ojos color caoba, mientras recoge su largo cabello negro en un moño. Un mechón azul escapa rebelde por lo que vuelve a repetir el proceso. Aún recuerda cuando llegó a casa con los reflejos, Alexandra duró una semana sin hablarle por haberlo hecho sin su autorización.

-No, están en campeonato, necesitas comida saludable para estar en forma.

-Si con comida saludable te refieres a comer zacate, tenemos diferentes puntos de vista.

-Después me lo agradecerás.

-Si tú lo dices.

-Apresúrate, tu padre está por bajar y no te mueves de esa mesa hasta que termines la ensalada.

De mala gana la joven coloca un pedazo de brócoli en su boca, y mueve la mandíbula obligándose a masticarla. John baja presuroso las gradas, toma las llaves del coche y se dirige a la puerta.

-¿Lista?

-Claro. -Aparta el plato a un lado con alivio.

-No ha terminado de almorzar John.

-Es tarde, le compraré algo en el camino.

-Nada de cosas grasosas, entendido.

-Por supuesto amor.

Se acerca a ella y la abraza cerrándole el ojo a su hija sin que Alexandra lo notara.

********************************

Aryana Salta de la camioneta y va corriendo donde su amiga Jessica la espera.

-Regresaré a las 4:00 p.m.

-Gracias papá.

Entraron a la biblioteca, estaban en semana de exámenes y siempre estudiaban juntas.

A la hora acordada su padre pasa por ella y la lleva a comer hamburguesa.

-Nuestro secreto eh.

-Nuestro secreto. -Contesta ella con una amplia sonrisa.

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