Aryana se encuentra recostada sobre la cama, después de todo lo sucedido cae rendida por el cansancio y se duerme. La la habitación se ilumina, se despierta sobresaltada y protege sus ojos. Una delgada silueta atraviesa el portal dejando mostrar unos ojos vivaces azules vcuyo rojo cabello estaba recogido en una trenza.
-Aryana. _La llama aquella voz cantarina.
-¿Abril? -Inquiere ella dubitativa.
-Hemos venido a rescatarte.
-¿Hemos? ¿Dónde están los demás?
-Nos esperan en un lugar seguro, vamos. -La pelirroja le extiende la mano, ella la toma y cruzan el umbral. Llegan a un bosque donde el resto esperaba impaciente.
-Aquí está, sana y salva.
El primero que se acerca a ella es Chace abrazándola, tan fuerte que le corta la respiración pero su abrazo es correspondido.
-¿Estás bien? -El joven no puede ocultar su preocupación. Acuna su rostro entre ambas manos.
-Sí, no me hizo daño.
-Me alegra verte de una pieza. -Le dice Canne.
-Gracias.
Ámber la mira meticulosamente pero no dice nada. En sus facciones se refleja una mueca de duda.
-¿Qué pasa Ámber? -Aryana la observa fijo.
-Nada, perdona ya me conoces. Bienvenida.
-Gracias, yo también estoy contenta de verlos, sabía que vendrían por mí. ¿Dónde está el Óvalo me gustaría verlo?
-¿Cómo sabes que el árbol de la sabiduría dio su fruto? -Cuestiona Ámber.
-De lo contrario no estarían aquí. -Responde Aryana con calma.
Chace fulmina con la mirada a la rubia pero ésta apenas y se da por aludida.
-Está oculto, luego te lo enseñaremos, por ahora lo primordial es planear el siguiente paso. -Recomienda Chace.
-Creo que debemos ir a la Dimensión Prohibida. -Aconseja Aryana.
-A la Dimensión prohibida. _Repite Abril extrañada.
-Escuché a Meliakán hablar sobre el cristal oscuro, que todo su poder yace en éste. Si lo destruimos, será un simple mortal y perderá dominio sobre los Orgas y las otras criaturas.
-¿Estás segura? -Cuestiona Chace arqueando una ceja.
-Lo estoy. -Sostiene la joven.
-Bueno, si eso fuera cierto, ¿Cómo llegar?
-Sé dónde está la entrada, puedo guiarlos.
Ámber mira a Aryana con desconfianza, llama a Canne, éste acude a su lado y le susurra al oído, ellos parecen intercambiar unas palabras y después para disimular ella lo besa en plena boca.
-¡Oh por Dios! -Exclama Aryana. _Ustedes dos, ¿Enserio? Wow, felicidades, hacen una bonita pareja.
-Gracias. -Agregan ambos al mismo tiempo.
-¿Cómo ocurrió? -Le consulta a Canne.
-Larga historia. -Expresa él a la vez que sonríe mostrando sus camanances.
Chace mira el relicario e inmediatamente lo toma en su mano. Aryana se altera pero deja que él lo toque.
-Yo... quiero decir, Aldrish te lo dio ¿Verdad?
-Sí, fue un obsequio de él.
-¿Cómo lo obtuviste?
-Se encontraba en nuestra recámara. Bueno, la que fue su recámara. Meliakán me encerró allí. ¿Cómo me ubicaron?
-Los cuatro nos unimos y pudimos sentir tu presencia.
-¿Puedo verlo? -Ámber intenta acercarse pero Aryana lo mete dentro de su ropa protegiéndolo del contacto de la rubia.
-No te lo voy a robar.
Aryana le devuelve una mirada cautelosa, y toma la mano de Chace entre la suya.
-No debemos perder tiempo, pronto Meliakán sabrá que no estoy y sospechara que ya están aquí, es mejor movernos rápido.
-Pongamoslo a votación. -Sugiere la rubia.
-Ámber ¿A dónde quiere llegar? _Le insinúa Chace molesto.
-Es algo simple, ir o no a la Dimensión Prohibida. Yo considero que es mejor quedarnos aquí y planear con calma nuestro siguiente movimiento. Los que votan no, levanten la mano.
Solo ella y Canne, votan contrario, tres contra dos.
-Bien. -Espeta Ámber. -Pero quiero que sepan que voy en contra de mi voluntad.
-¿Qué te sucede Ámber? ¿Por qué no lo dices de una vez?
-Que no lo ves Chace.
-¿Qué Ámber? Ilumínanos.
Ámber piensa en decirle, comentarle sobre Aryana, que no es la misma, que algo no está bien en ella, pero sabía que Chace la reprocharía y prefirió callar.
-Nada, será mejor movilizarnos, no quiero estar al descubierto cuando anochezca.
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LOS ELEGIDOS
FantasyPortada cortesía de Javiera Sepulveda. Aryana es una chica normal de 17 años, o al menos esa es la imagen que proyecta. Sus padres y ella vienen de otra dimensión y habitan en la tierra para protegerla de la profecía. Pero el Concilio desesperado p...