Foto de Los Elegidos.
Un repiqueteo la sacó de su ensueño, de pronto las manos que se cernían sobre ella desaparecieron. Estaba empapada en sudor, se había dormido con el vestido puesto y el golpeteo de la puerta le hería las sienes. Se levantó tambaleándose y abrió de mala gana.
Al otro lado una sonriente joven de cabellos zanahoria, trenzados, la miraba con atención. Sus ojos vivaces y expresivos eran de un color azul turquesa, con el rostro cubierto de pecas. Su piel era pálida, muy blanca y vestía pantalones negros y una camiseta gris, igual que el uniforme de los guardias de la entrada en el Concilio.
-Hola soy Abril. -Se presentó extendiéndole la mano.
-Aryana. -Contestó ella. Para ser tan delgada Abril tenía mucha fuerza ya que con el apretón le quedó doliendo un poco la mano, no le calculo más de catorce años, pero sabía que tenía su misma edad.
-Ummm bueno al parecer no estás lista o piensas ir así.
-No, yo....
-No importa, pero será mejor que te cambies rápido, a ellos no les gusta que lleguemos tarde.
Aryana prefirió no preguntar a quién no le gustaría su tardía por lo que se apresuró a vestir. Buscó en el armario y encontró las mismas ropas que hacían juego con las que llevaba la chica de afuera. En lo que consideró un tiempo record estuvo a su lado.
Abril la recibió con una amplia sonrisa.
-Vamos. -La tomó del brazo como si fueran amigas de siempre. Iba describiéndole todo, hablaba deprisa notando Aryana que siempre sonreía, irradiaba energía positiva y la chica fue de su agrado de inmediato.
-Me gusta lo que le hiciste a tu cabello. -Le recalcó después de un rato.
-Oh gracias.
-¿Qué son?
-Reflejos.
La chica la miró como si no supiera su significado.
-Es un tinte que pones en tu cabello.
-Ohhh ¿Y son para siempre?
-No.- Sonrío Aryana. -Llegará un momento en que desaparecerán, conforme va saliendo el tinte.
-"Saliendo el tinte" -Repitió Abril. Arrugó su nariz, por sus facciones no entendía el lenguaje con el cual se expresaba Aryana.
-¿No sabes lo que es un tinte verdad?
-No, pero no importa, se te ve muy bien. Es una lástima que va a desaparecer.
-Sí, es una lástima.
Escuchó risas de fondo, llegaron a una cocina donde tres jóvenes conversaban amenamente sentados alrededor de una mesa de madera con dos bancas largas a cada lado. Dos de ellos eran hombres y la otra mujer.
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LOS ELEGIDOS
Viễn tưởngPortada cortesía de Javiera Sepulveda. Aryana es una chica normal de 17 años, o al menos esa es la imagen que proyecta. Sus padres y ella vienen de otra dimensión y habitan en la tierra para protegerla de la profecía. Pero el Concilio desesperado p...