CAPÍTULO 11

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-¿Hay algún lugar dónde podamos hablar en privado? -Pregunta Arayana mirando a Chace.

-Sí, en la Sala de Meditación.
-Responde él, poniéndose de pie.

Abril y Cane lo imitan pero Ámber permanece sentada.

-¿Vienes? -Le dice Chace mirándola con el rabillo del ojo.

-¿Por qué? ¿Qué tiene que decirnos que no puedo ser dicho aquí?

-¿Todo tienes que cuestionarlo? -La reprende Canne.

-No hablo contigo mestizo.

-¡Suficiente Ámber! ¿Qué te pasa?_La reprende Chace molesto.

-Ella es lo que me ocurre, no debe de traer nada bueno entre manos, sino ¿Cuál es el misterio?

-No tienes que venir si no quieres Ámber. -Añade Aryana. -Pero aunque no me sea fácil admitirlo, me gustaría que lo hicieras. Si no fuera importante no te lo pediría.

-Bueno, en ese caso...

La rubia se pone de pie y los sigue. No demoran más que un par de minutos en llegar al lugar.

-¿Cuál es la urgencia? -Interroga Ámber con tono de voz aburrido.

-Tuve una visión, al amanecer toda una aldea desaparecerá, será masacrada.

-¿Tropas de Meliakán? -Inquiere Chace.

-Sí, y la razón de que estén aquí es porque Fallon se mostró indiferente ante la situación.

-¿Te refieres a que no enviaran a nadie a ayudarlos? -Esta vez fue Canne el que habló.

La joven asiente.

-¿Y qué sugieres? -La voz de Ámber resuena en la sala.

-Que vayamos nosotros, esto se puede evitar.

-¿Sin la autorización del Concilio? ¡estás loca!

-Ámber, somos La Unión, es nuestro deber proteger a los nuestros. _Agrega Canne.

-Ellos no cuentan como los nuestros, no iré en contra del Concilio.

-Pues yo sí iré. -Afirmó Abril sonriendo. -Ya era hora de tener un poco de acción.

-Yo también. -Responde Canne. -Su sangre corre por mis venas.

Y al decir esto vuelve a ver a Ámber con cierto resentimiento.

-Y yo. -Agrega Chace. -No permitiremos que se derrame sangre de inocentes si podemos evitarlo.

-Partida de tontos. -Espeta Ámber molesta.

-No crees que he tenido esa visión por alguna razón. Si tan sólo pudieras ver lo que yo.

-Sí es posible,estamos unidos por la marca, podemos ver tus visiones. _Revela Chace.

-¿Cómo? -Aryana guarda esperanza.

-Tómense de las manos.

Y al decir esto sujeta la de ella y siente como sus mejillas se ruborizan. El resto hace lo mismo.

-Piensa en la premonición. -Le solicita Chace. -Concéntrate.

Aryana cierra los ojos y los demás hacen lo mismo, deja que las imágenes fluyan, revive nuevamente aquel desagradable momento. Cuando terminó miró a los presentes.

-¿Funcionó?

-Lo hizo. -Pronuncia Ámber con el rostro descompuesto. -¿Cómo pueden los del Concilio solo ignorarlo?

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