CAPITULO 24

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(Segunda parte)

-Elemento sorpresa, ¿No? -Replica Chace mirando a Ámber. -No sé por qué dejé que me convencieras.

-Ya no tiene caso reprocharmelo ¿O sí? Esta hecho. -Alude la rubia dolida.

-!Basta¡ -Vociferó Meliakán que para ese entonces se encontraba rodeado de orgas, y seguían llegando.

-Les informare un pequeño detalle que desconocen, aquí en la Dimensión Prohíbida sus poderes son nulos. Por el contrario los míos se incrementan.

-¿Qué? No es cierto. -Cuestiona Chace desconcertado.

-No me crees, anda atácame, puedo ver que lo deseas.

El joven trata de cristalizarlo sin resultado, todos hacen intentos frustrados y se puede ver la incertidumbre reflejada en sus ojos.

-Aryana. _La llama Meliakán. -Ven.

Ella se suelta del agarre de Chace y se coloca junto a él.

-Llevénselos, tengo planes para ellos.

Los orgas se colocan a sus espaldas y empujándolos con rudeza comienzan a movilizarse. Llegan hasta una montaña en la cual, labrada en la roca, se extiende una fortaleza. Dos dragones se situaban en las columnas y aquellas bestias grisáceas merodeaban sin apartar sus ojos rojos sobre ellos. Ingresaron y fueron encerrados en una celda hecha de huesos de dragón.

-Esto no puede estar peor. -Sonríe Canne sin ganas.

-Debe haber algo que podamos hacer. -Ámber le da un puntapie a la celda.

-¿Es todo? Tanto entrenamiento y esfuerzo para nada. -Agrega Abril con los ojos cristalinos. -Moriremos aquí, destruirán Siris y..... -Se le quiebra la voz, no puede finalizar la frase.

-No va a hacer así, no se derrumben, somos Los Elegidos, y no moriremos en este lugar porque la profecía dice lo contrario. _Intenta alentarlos el moreno.

-Claro, menciona que nuestra sangre liberarará a Letvian. Mucho mejor. -Añade la rubia con sarcasmo. -De todas formas estamos condenados a perecer, ya sea aquí o allá.

-Ámber. _Chace la mira con severidad. -Debemos mantener la calma, concuerdo con Canne, saldremos de esto.

-Desearía ser tan positiva como tú pero la única que puede ayudarnos está bajo el control del enemigo.

-Eso fue tu culpa.  -Le reclama Abril. -Tu gran idea resulto ser un rotundo fracaso.

-No vi que Aryana objetara lo contrario. Ella estuvo de acuerdo y lo pusimos a votación. ¿Cómo iba a saber que nos quedaríamos sin poderes?

-Suficiente, no debemos pelear entre nosotros.

-Claro, ahora la defiendes porque es tu novia pero se te olvida como te trataba y las veces que te llamo mestizo con desprecio.

Abril hablaba sin medir sus palabras. Ámber comienza a sentirse mal y pierde el equilibrio.

-!Ámber¡ -Exclama Canne preocupado, colocándose a su lado.

-Estoy bien, es este sitio, emana una energía negativa, está logrando que tengamos desavenencias entre nosotros. Hay que luchar para evitarlo. "Ah" -Se queja la rubia. -Mi cabeza, siento que me va a estallar.

Todos se reunen a su alrededor.

-Lamento haber dicho eso. _Murmura Abril arrepentida.

-No te preocupes.  -Sonríe Ámber a medias. -Me lo merecía.

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