Noche 3:

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Camine sin rumbo hasta que el sol se escondió, me escondía de los zombis que pasaban, evitando una persecución.

Ya la luna llena alumbraba las calles, se escuchaban a lo lejos una cantidad impresionante de zombis. En un momento en el que no sabes que hacer te llegas a preguntar que hiciste? O que no hiciste? Pero siempre habrá una pregunta, quisas mi error fue escuchar el grito de un niño y seguirlo, o quisas fue creer que yo sola podría contra muchos zombis, pero desde el minuto en el que entre a esa escuela supe que algo malo pasaría.

Caminé sigilosa entre los escombros que se acumulaban en la entrada, me apresuré pensando que aquél grito seria de un pequeño niño, lo que no permitiria seria hacer que aquél niño pasara por lo que paso Damian o Eduardo.

Intente no emitir ruido mientras me escondia de los zombis que estaban en la recepción del colegio. Subi unas escaleras que poco mas y se derrumbaban... o esa era la impresión que causaban. Las subi y me encontré con un hombre, rápidamente saqué la pistola y se la puse en la cabeza, el hombre se voltio a mirarme, era un hombre de unos 50 años, ya canoso, le faltaba un brazo y solo llevaba una katana, me aterro el pensamiento de que el se corto el brazo.

-amigo o enemigo?- pregunté. El me miro a los ojos.

-amigo... soy red, red andreotti...-dijo. Lo mire fijo y luego baje mi mirada a su brazo faltante. -lo corte...- confesó.

-yo soy Liz... -dije insegura pensando en el momento en el que el se cortó el brazo.- por qué lo corto?-le pregunte mirando a todos lados para vigilar.

-me mordieron ayer...- dijo el hombre.- te vez muy joven... como has sobrevivido?- preguntó mirandome serio.

-se como cuidarme...-dije mostrando mi pistola. El solo asintió.

-escuche un grito de un niño... usted lo oyó?- pregunté caminando recto por el pasillo hasta la primera sala en el camino.

-si... provino de la sala del fondo...- dijo señarando una sala al fondo del pasillo que tenia la puerta abierta.

-voy a ir...- sin mas hablar ambos caminamos con precaución hasta el fondo.

-mierda!-pensé sin más al ver la sala, estaba llena de zombis, cada uno de ellos no podía dar mas de dos pasos sin chocar con otro zombi. El hombre que me acompañaba me miro sorprendido.

Mire la habitación en busca del niño que escuchamos, estaba bajo unas mesas apiladas. En un acto involuntario tome todas mis armas y las recargue procurando no emitir ruido.

-va a entrar?...- preguntó preocupado red.- esta loca...-susurro.

-yo creo...Después de todo no tengo nada que perder...- dije susurrando mientras me ponía de pie. Tome las armas y lo mire.- va a venir?- pregunté seria.

-tu no puedes ir sola...- dijo el hombre mientras miraba hacia los zombis.

Entonces de un momento a otro lo vi adentrarse a la sala y con su katana comenzo a cortar las cabezas de aquellas criaturas.
En ese momento tome mi pistola y comencé a disparar a cada una de las criaturas que nos rodeaban. Observe como los zombis caian ante mis disparos y volvian a atacar, una vez que los zombis en la sala ya no existían me acerqué al chico que estaba bajo una mesa.

-ven... no te haré daño...- susurre aun con la respiración agitada. Le extendí la mano, el la tomó y con mi ayuda salió.

-como te llamas chico?- pregunto red. El chico solo bajo la cabeza.

-mi nombre es... max...- dijo finalmente el chico, no parecía mas que un niño de unos 10 años, de pelo rojizo, con ropa muy sucia y desgastada, al verlo me causo una sensación extraña, ¿sería esto compasión?

-tenemos que salir de aquí... caminemos...- dije caminando fuera de la sala.

Los tres salímos de la sala y comenzamos a caminar por el pasillo, de pronto de la nada salieron cinco zombis, saltaron sobre mi y sobre el chico, red ayudo primero al chico mientras yo le disparaba a los tres que se aproximaban a mi. Una vez ya libres pregunte a max si lo habían mordido.

-creo que estoy bien...- respondió este. Red camino adelante, luego el chico y al final yo, procurando que nada se acercara.

Apenas me concentre en el camino y vi como al chico le corria una pisca de sangre por la pierna, de inmediato active el cronometro del reloj de Damian.

Me acerqué rapido a Red y comencé a caminar junto a él, procurando que el niño siguiese caminando.

-que sucede?- susurró Red y Lo mire a los ojos preocupada.

-lo mordieron...- dije seria he igual de bajo que él. Me devolvió la mirada y miro hacia atrás.

-no es posible...-dijo. Mire mi reloj, solo nos quedaban 3 minutos.

-no quiero pasar por esto otra vez...- pense en voz alta. Red me miro y se detuvo, se voltio y antes de darme cuenta, Max, ya zombi saltó hacia Red, tumbandolo en el piso.

Red con su unico brazo se proteguio poniendo su brazo en el cuello del zombi. Me asuste y disparé, justo en la sien, los cesos del chico saltaron al piso y a red, este lo aparto de él y luego con un gesto de cabeza me agradecio levantándose del suelo.

Comencé a sentir que muchos zombis se acercarán, corrimos hacia la salida pero ya era demaciado tarde.

Todo estaba oscuro y solo la luz de la luna alumbraba el lugar.

Un miedo comenzó a invadir cada centímetro de mi piel,eran demaciados zombis y las balas se me comenzaban a acabar. Red me miraba de vez en cuando para percatarse que estubiese bien, mataba la mayor cantidad de zombis, con destreza. De pronto senti como uno de ellos tomaba mi pie, haciendome caer de inmediato. Mire a mi alrededor preocupada y con miedo. Sentí como mordian mi pierna y luego uno de ellos se lanzo sobre mi, me protegi con mi brazo el cual segundos después tambien resulto mordido.

El dolor es casi insoportable, sentí que cada centímetro de cuerpo se adormecia... y es aqui donde comencé, tirada en el piso mientras dejo que los zombis me muerdan, sin fuerzas, y sintiendo aquel virus recorriendo mi cuerpo... mejor cierro los ojos...

-Liz! Liz!- escuche por ultimo los gritos desesperados de Red antes de caer en un leve sueño...

Veo a mi madre... la recuerdo cuando yo era pequeña y ella me peinaba... que lindos recuerdos...

Luego veo a mi padre... mi gran padre... el cual dio su vida por nosotras, y al final el cáncer lo hizo morir...

Mi abuela... las galletas que cosinabamos... las risas y abrazos...

Mi familia... mis tios y primos... todos juntos en las cenas para navidad...

Mis amigas del instituto... cuantas risas... amanda... vania... Katherine... camila... Todas... riendo...

De pronto una imagen de eduardo se posa en mi cabeza... el... el chico que me cuido y por ello perdio la vida...

y Damian... recuerdo cuando lo conocí... ese momento tan vergonzoso...

Y por ultimo red... Solo lo conocí durante dos horas... horas que nunca olvidare...

Ya estoy muerta... lo se... me han mordido, aun siento como mi corazón se devilita.

De pronto una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo, haciendome abrir los ojos de inmediato...

-liz... liz, me escuchas?- la voz de red resonó en mi cabeza, lo busque con la mirada, aun mi vista estaba borrosa.
Un escalofrío recoreio mi columna al darme cuenta que estaba amarrada de brazos y pies.

Intente hablar pero la voz no salia de mi garganta, mire asustada a mi alrededor, comencé a forcejear haciendome daño, un hombre con bata estaba junto a Red. ¿ESTOY REALMENTE VIVA? No, no puede ser...

-liz... que felicidad... estas viva...- oigo por ultimo a red mientras cierro mis ojos cansada.

"Regla número 9:
Analiza las situaciones segun lo ameriten"

TRES NOCHES ENTRE ZOMBISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora