Por Tu Culpa.

Capítulo 3

Llegue a mi habitación y note que ya no estaban mis cosas, y encima de la cama había un pantalón largo de color negro con un corte en las rodillas, una camiseta negra de los Rolling Stones y mi chaqueta negra de cuero junto con mis botas militares. Ese era mi vestimenta normal.

Cariño,ya e acabado yo las maletas y me e ido para el aeropuerto, en unahora tienes un taxi que llega a por ti.

Vístetey ponte guapa, nos volvemos a casa! Te quiero❤

Mama.

Cuando acabe de leer la nota salí corriendo al lavabo a darme una ducha.Odiaba ducharme  no por nada, si no que cuando me duchaba podía ver todas las cicatrices que tenia, si, yo Lucy Lewis e querido acabar con mi vida en varias ocasiones. Nunca e podido aunque si que e caído en coma. Y no, nunca a sido por ningún tío, ni por John que a sido quien mas daño me a hecho, siempre los motivos han sido por culpa de mi padre. Es duro criarse sin padre, es duro ver a mi madre llorar todas las noches porque sentía que yo no me merecía esto, siempre se a sentido culpable cuando ella no tiene la culpa de todo lo que ahecho mi padre. Y si, supongo que nada a sido fácil en mi vida.Nunca e podido ser una niña feliz, una niña que iba a cientos de sitios con sus padres o que se entretenía con una de esas muñecas oxigenadas, aunque así me alegra no haber jugado con eso, la cuestión es, que tuve que madurar antes de tiempo.

En cuanto mis padres se separaron mi padre paso una mala racha, algo increíble porque siempre e pensado que le dábamos igual yo y mi madre. Por eso siempre llegaba borracho a casa y lo ponía todo patas arriba. Y a mi siempre me tocaba ayudar a mi madre...

Y es que cuando llegas a esos extremos, en los que te sientes como una mierda, en los que crees que tu vida no vale nada y estas cansada de luchar  recurres a una cuchilla para ver si cuando sale sangre de tu cuerpo te sientes mas viva, y realmente, te sientes mucho mas viva.

Entre al lavabo y vi mi estuche de maquillaje, no quería maquillarme mucho,ya que apenas tenia ganas lo cogí y empece a ponerme la base de mi color, luego me pinte la ralla de abajo con un lápiz negro y me aplique la sombra gris en el párpado. Luego puse una gruesa ralla negra encima de la sombra. Me aplique el rimel y me puse un pintalabios rojo carmesí.

Recogí todo mi maquillaje y lo puse en mi mochila, evidentemente negra, cogí el cargador de móvil y lo puse adentro, mi pijama lo puse así tal cual, no tenía tiempo para doblarlo.

Corrí escaleras abajo y agarre mi móvil y me lo puse en uno de los bolsillos de la chaqueta. Cogí una manzana y salí de casa.

En 5 minutos vi a mi vecino pasar por delante, mi vecino también es mi mejor amigo, es el único que tengo aquí.

-Javier!- le grite y le fui corriendo hasta el hasta que estuve en susbrazos.

-Pequeña monstruo! - me dijo con cierta pena y me dio un beso en la frente-por dios pero que guapa que estas, te voy a echar de menos.

Javier era mi mejor amigo desde que vine aquí, el no es como yo, no se viste de negro, al contrario siempre va con calores alegres. Me gustaría deciros que es un dios griego, pero no es así, es delgado pero para nada musculoso, tiene unos bonitos ojos azules, pero lleva sus gafas a lo más estilo Harry Potter y su melena negra.

Lo conocí nada más llegar aquí, siempre a estado a mi lado, es a la única persona que e dejado acercarse a mi, no se porque pero me resultó familiar.

-Gracias Javi, yo también te voy a hecho mucho de menos- dije con un sollozo.

-Oh pequeña, te escribiré todos los días, ven aquí- en eso me abrió sus brazos y le abrace fuertemente.

-Te quiero Javi- le dije apunto de llorar.

-Yo más pequeña- me dijo aguantando las ganas de llorar.

De repente sonó un pitido y me hizo apartarme rápidamente de el, tan rápido que casi me caigo al suelo si no llega a estar Javier que me agarro de la cintura y nuestros labios se rozaron sintiendo yo un escalofrío por todo el cuerpo.

-Emmmcreo que me voy a ir ya, a llegado el taxi- dije apartándome de el.

-Sí monstruo, buen viaje!- me dijo y se fue rápidamente sin apenas despedirse.

Entren el taxi pensando, ¿como podía a ver estado apunto de besar a mi mejor amigo? Estas cosas no pasan normalmente.

-Señorita,donde desea que la lleve?- me dijo el taxista sacándome así de mis pensamientos.

-Al aeropuerto, por favor- dije y me acomode en el asiento con la menten blanco.

Realmente iba a echar de menos todo esto, a pesar de mi patética vida social.