capitulo 1

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Como un nuevo días, una nueva etapa y  una nueva rutina, James se levanta de la cama. Hizo a un lado la sabana que apena cubría su parte mas íntima, bostezó y estiró su cuerpo.  Sentía una alegría en sus interior, hoy entraba a dar clases en la universidad , llevaba 5 años estudiando maestría en historia y hoy por fin su sueño de dar clases se había cumplido.

James miró hacia un lado y justo ahí estaba durmiendo Andrea, su amante, su dama de compañía o unas de ellas, el gesto de james se tornó serio por verla aun durmiendo, si algo odiaba de la mujeres es que quieran pasarse de lista, el siempre les aclaraba que antes del amanecer debían irse, pero andrea estaba muy tomada para levantarse temprano y seguir su rumbo.

—Andrea, despierta, debes irte —dijo James moviendo su cuerpo, para que se despertara.

—Ah, no amor, tengo tanto sueño.  Sigamos durmiendo —respondió ocultando sus ojos con una mano. La claridad del día le incomodaba. James respiró profundo tratando de no elevar su enojo.

—Andrea, levántate ahora mismo, tengo que ir a dar clases, ¿acaso se te ha olvidado que hoy entro a dar clases en la universidad? ni creas que en mi primera clases faltaré por tu culpa.  Me iré a bañar y si tu no estás preparada para irte, jamás nos volveremos a ver —advirtió  con una voz cargada de seriedad. Dicho eso la chica abrió sus ojos y un tembloroso escalofrío recorrió su desnudo cuerpo.

Ella  por no perder a James rápidamente se levantó de la cama, se puso su ropa y se acomodó sus ondulado cabello rubio para luego  marcharse sin despedirse.  A ella no le molestaba esto tipo de tratos, ya que conocía perfectamente a James y esta acostumbrada a que él la trate de esa manera.

James salió del baño con su diminuta toalla que apenas lograba cubrir desde cintura para abajo, ya tenía su traje negro preparado, se lo puso y peino su cabello rubio hacía atrás como de costumbre; no cabe mencionar que es un hombre sumamente apuesto: es alto, cabellera  rubia, ojos tan azules como el mismo mar.  Su nariz es pequeña y respingada. Sus familia no estaba de acuerdo en que el estudiara para ser profesor ya que murmuraban que volvería locas a la estudiantes y eso les traería problemas por la personalidad de mujeriego que se traía James. Y claro eso a él no le importaba. Siguió sus estudios, porque a pesar de ser mujeriego es muy distinto a otros hombres, se mantiene al margen de las chicas menores de veintiuno, sus gusto van mas allá de los veinticinco años.

Ante de encender su auto, una llamada le interrumpió, miró la pantalla del celular, y quien lo llamaba era Antony, su mejor amigo.

—Hey amigo, es raro ver tu llamada, ¿no se supone que estabas de vacaciones? —preguntó con una sonrisa plasmada en su rostro. 

—Pues pensaba durar dos semana de vacaciones, pero mi jefe me acaba de pedir que regresara, al parecer tengo unos problemas en el trabajo — respondió  con pesadez y cansacio, James frunció el ceño por su repuesta.

—¿Entonce significa que esta aquí?  —cuestionó entre dudas.

—Sí, mas tardes no vemos, quiero que me digas como te vas en tus primeras clases como maestro sexy,  de seguro todas esas alumnas estarán loca por ti.

James sonrió al escuchar la clase de bromas de su amigo. Siempre tan divertido. 

—No amigo tu sabe que no me gustan las niñas, son todas inexpertas.  Además debes tener en  claro que por mas mujeriego que yo sea, respeto el tipo de relación de profesor a  estudiante, así que de eso no me preocupo —contestó muy seguro  soltando una pequeña risa.

—Como tú digas amigo, espero que te vaya bien en tu trabajo, hablamos luego. — al colgar la llamada James encendió el motor del auto decidido a llegar a la Universidad. 


Mi adorado tormento-  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora