El golpe que se escuchó en el piso inferior fue tal que tuvo un pequeño eco.
Sam horrorizado se levantó de la silla.
Sam- Dios... ¿Qué era eso...?
Nadie supo que contestar a eso, puestos a que nadie sabía que estaba pasando realmente.
Miré a mi alrededor y todo parecía normal excepto porque Duncan estaba mirando su móvil con el ceño fruncido.
Aiden- ¿Tienes cobertura?
Duncan me miró y negó con la cabeza.
Duncan- Tengo acceso a las cámaras de seguridad de la casa desde una App del móvil. Y en una cámara que debería estar enfocando el salón hay algo delante. Como si estuviera frente a la cámara. Pero... Eso no puede ser... La cámara está en el techo...
No pude contener mi expresión de horror ante tal dato. Ni siquiera Temp parecía cómoda con esa información.
Temp- ¿Alguna sugerencia?
Nos miró a todos en busca de alguna idea brillante que llevar a cabo.
Duncan- Tal vez deberíamos comprobar esa cámara.
Temp lo miró y fijo.
Temp- Eso a mi me da muy mall rollo Duncan.
Duncan levantó la pistola y la agitó con una sonrisa.
Duncan- Esto debería equilibrar el marcador. ¿Vienes conmigo a echar un pequeño vistazo?
Temp aceptó que eran los más fuertes del grupo y decidió acompañarle.
Abriendo la puerta Duncan nos miró y dijo.
Duncan- Estaremos de vuelta lo antes posible.
Tras esto salieron de la habitación.
Hubo un silencio durante unos segundos y Sam y yo nos miramos.
Él se puso pegado a mi mientras yo estaba apoyado en un escritorio. Y con voz juguetona dijo.
Sam- Tal vez no sea el mejor momento pero... No veo otro mejor...
Me pasó los brazos por la nuca quitándome así mi gorrito de lana. Y yo a él se los pasé por encima de la cintura. Ambos bajamos la mirada y nuestros ojos semi cerrados y nuestras bocas medio abiertas enpezaron a acercarse nuevamente. Con la diferencia de que esta vez sí sentí sus labios acariciar los míos. Tan pronto como me di cuenta estabamos jugueteando con nuestras lenguas. La verdad es que todo esto me ponía... Al terminar este beso me miró juguetón y dijo...
Sam- Me encantas... Desde siempre Aiden. Tu pelo negro... Tus ojos azules... Tus pequitas cerca de tus ojos son tan adorables... Eres ideal...
Yo solo pude sonrojarme. Acto seguido y sin decir nada empecé a besarle apasionadamente y entre beso y beso susurré...
Aiden- Cállate tonto... Cállate...
Mientras él me respondía de la misma forma solo que negando su silencio.
Tal era el nivel de pasión que inconscientemente le metí la mano por debajo del pantalón y aunque él lo notaba no decía nada. Mi mano siguió buceando por su pantalón hasta agarrar sus nalgas con mis dos manos.
Sam sonrió tontamente y me quitó la camisa mientras me besaba el pecho. Yo empecé a quitarle la camisa a él tras él acabar.
Aiden- Esto es una locura...
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Nuestras últimas palabras.
Kinh dịTodo comienza en verano, Aiden, un chico algo introvertido asiste una fiesta en una cabaña lujosa durante un fin de semana muy a regañadientes con sus dos mejores amigas Elise y Sarah. El misterio que envuelve desaparición de Sarah durante la fiesta...