Capítulo 1

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Me duele mucho mi cuerpo, no recuerdo como llegue hasta aquí, estoy sucia, mis rodillas están derramando sangre de una manera abundante... Comienzo abrir mis ojos y lo que observo a mi al rededor son árboles totalmente secos, sin hojas. Me doy cuenta que todo lo que esta pasándome es mi culpa, pase tanto tiempo en ese cuarto que ver la luz, hicieron que mis pupilas se delatasen y cayera por el ''balcón'' si así se le podría llamar a ese pequeño cubículo.


Tome mi vieja mochila, y me levanté del asfalto con mucho cuidado, me había escapado del internado, solo pude permanecer en ese lugar por 3 años, pero siento que fueron los peores años de mi vida. Abandone a mi hermana y me siento culpable de ello. Necesitaba escapar de allí o me volvería psicópata por completo. Mi misión es simple desde ahora, me espera una vida por delante, ya casi cumplo la mayoría de edad y tengo en mi mochila solo 50 euros, que sin duda se los robe a mis compañeros del internado, no solo eso, tengo una característica que herede de mi padre, la única buena en realidad, y se hablar inglés, solo me queda emprender mi camino a Estados Unidos sin rumbo alguno, pero si con una visión clara, rehacer mi vida por completo...



Cuando estaba en la escuela, tenía una compañera, su nombre era Kaeth, ella era estadounidense residenciada aquí en Alemania, yo siempre solía contarles mis sueños que quería cumplir cuando tuviese la mayoría de edad, uno de mis sueños frustrados es mudarme a los Estados Unidos, pero con el poco dinero que había en casa, era casi imposible hasta de viajar a otra provincia de mi propio país... Ella me contó que su pequeña familia junto a otras de la vecindad donde vivían, tomaron una balsa y partieron camino por los mares, arriesgándose a una muerte segura, luego de casi 1 mes navegando, llegaron sanos y salvos a mi país (Alemania). Kaeth, era tímida, la más tímida de mi salón de clases, solo tenía una amiga y esa era yo, siempre me solía decir que recordaba ese viaje como ''el viaje de la muerte'', su viaje comenzó a las 7:56 am. Llegar a Alemania sin nada de dinero, ni un hospedaje seguro, no es fácil, la situación económica para quienes no tienes un trabajo es ruda.


Comencé a recordar lo que Kaeth me decía, al norte de los Estado Unidos, había una cabaña cerca de un lago que daba salida al mar, allí vivían habitantes clandestinos, que cobraban 350 dolares si salía hacia otro destino, pero si te ibas a ''residenciar'' por así decirlo en el país, tenía un costo de 850 dolares, a penas solo tenía 50 euros en mi mochila, no sabía a cuento equivalía si quiera, solo me arriesgue a es a''aventura'' y decidí emprender mi camino al embarcadero ''secreto'' que teníamos nosotros los Alemanes de bajos recursos, en donde las personas ilegales, extranjeras y pobres, salían día  a día corriendo el peligro de morir ahogados en el camino hacia su destino.



Camine tanto que mis pies estaban hinchados, pare por un momento en un orfanato y pedí un poco de agua a la monja que custodiaba la puerta, si esas, las religiosas, que en el fondo no son nada santas. Tenía por nombre ''Edny''. La señora muy amable me dio una manzana que ya estaba vieja, junto con un vaso de agua tibia. No me quedo de otra que  ingerir ambos.


-Es usted muy amable señora Edny, aún así con personas que no conoce.-Dije en voz baja.


-Soy amable de una manera incondicional, mi deber es ayudar a aquellos pequeños que han sido abandonados a la calle, y cuéntame, ¿qué haces por estos lados sola?-Pregunto la monja.


Yo no sabía que contestar, si decía que me había escapado de un internado, era probable que ella llamará a la policía así que tuve que improvisar.  


-Ehm... Bueno yo soy nueva aquí con mi madre, y pues... Ella esta por allá abajo esperándome, solo que no tenía suficiente dinero para comprarme un agua por eso le pedí a usted...-Respondí insegura.

-Oh, entiendo, en este país el extranjero muy poco vive, bueno pequeña, que sigas teniendo un buen tour de turista, espero te quedes a vivir por acá cerca, así me podrías dar algunas visitas de vez en cuando, eres un amor.


-Bien, de acuerdo, un placer señora Edny, que tenga buen día.-Dije.


Seguí caminando, podía sentir que estaba cerca del embarcadero ''secreto'', ya que habían varias personas con la misma dirección que yo y llevaban algunas maletas y bolsos de manera camuflada...


Por fin he llegado, me cuesta tener que abandonar el lugar donde nací, donde crecí, dejando atrás un pasado oscuro pero que comenzó siendo feliz sin duda alguna, tengo una culpabilidad grande, mi hermana era lo único que me quedaba, y también la estoy dejando, ¿qué rayos me pasa?, pero es una oportunidad de comenzar una nueva vida, sin problemas quizás, sin gente maligna que me rodee, en fin, quiero comenzar una aventura, no importa que tan arriesgado sea el viaje, pero jamás perderé la fé de que llegaré con vida...


-¡Próximo destino, los Estados Unidos!, por favor cancelar 40 euros antes de abordar la balsa.-Exclamó el señor que dirigía todo el pequeño y secreto embarcadero.



Adiós Alemania, adiós hermana, adiós madre, adiós a mi tétrico pasado...






Cindy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora