¡¡¡¡¡¡¡¡¿POR QUÉ LO HICISTE CINDY?!!!!!!!!, Lo haz matado, ahora que haremos, nuestra madre nos colgará a nosotras, pero ¡¡¡¿POR QUÉ LO HICISTE?!!, vamos, responde, acaso ¿no te gustaba?, Cindy que haz echo, sabes que esto no esta bien, dime ¿cómo vamos a limpiar esto?, es demasiada sangre y madre no tarda en llegar, ¡NOS COLGARÁ! solo por tu estúpido instinto asesino, ya te he dicho que madre tiene que saber que tu estas psicópata, que no eres normal del todo, que no te podemos tener en casa, ¡MÍRATE! tienes 8 años de edad, y no es el primer acto homicida que cometes hacia un pequeño animalito indefenso, pero esta vez haz sobrepasado los cabales, nuestro ''Orggi'' te lo haz llevado de este mundo, era un gatito adorable, dime ¡POR QUÉ LO HICISTE CINDY!, acaso no vez que era nuestra mascota, que lo queríamos mucho y ya se nos ha ido por tu maldita culpa.
Yo...Yo.. Yo no quería hacerlo...-Respondí.
Hola, muy buenos días.-Enuncio Dick entre dormido.
Parecía estar tan normal que casi ya ni sospechaba que el fue el chico de anoche, igual, en mi mente estaba consciente de que tenia que ser el, no había de otras.
Buen día Dick.-Dije lo mas seca posible.
Para el día de hoy tenía varios planes, salir a buscar un trabajo de medio tiempo, buscar en que escuela terminar mis estudios, y ver si conseguía un chico guapo que quisiera darme un hogar para vivir, ok, lo último no. En esta ciudad todo era difícil para aquellos que no estaban legales, existían menos probabilidades de trabajo y estudios, de cierta manera era una discriminación. No tenía tanta ropa, y como toda adolescente necesitaba de ropa, maquillaje, cosas nuevas, accesorios quizás.
-Ten.-Extendiendo su mano sosteniendo un cigarrillo.
Pensé por un mili segundo ¿debería tomarlo? , sin embargo, sentí que si, eso ayudaría a olvidar cada pena y dolor que esta marcado en mí, que aún llevo conmigo misma amargándome cada día que pasa de mi miserable vida. Era de esos cigarillos que al tocarlos, te envicias, no se exactamente como le llamaban aquí en los Estados Unidos, pero en mi país les decían ''Los enviciados'', se decía que quien tomaba uno y lo colocaba en su boca, estaba de por vida perdido.
-Tierra llamando a Cindy, repito, tierra llamando a Cindy.-Con risas decía Dick.
Lancé una mirada sorpresiva hacia el, finalmente tomando el cigarillo y guardándolo en mi mochila vieja, necesitaba pensar bien las cosas cuando estuviese sola, ver si era realmente lo que quería y necesitaba en estos momentos, además de un abrazo claro, un abrazo acogedor de mi hermana, o de mi madre, no era posible estar hundiéndome sin ellas, quienes en toda la vida jamás me levantaron cuando caí, que nunca hicieron algo por yo alejarme de mis pensamientos sanguinarios, pero era chistoso, lo que me pasaba por la cabeza era que las extrañaba, y yo mejor que nadie sabía que estaba mejor sin ellas, lejos de ese internado. El internado para mi, fue algo muy traumante, una experiencia casi cruel.
El día de hoy sera en conmemoración a todos aquellos difuntos que se han ido a lo largo de su hospedaje en este viejo y valioso lugar, para muchos será un poco aburrido tener que convivir con personas tristes que poseen problemas mentales, pero somos una familia, en el fondo nos tenemos un poco de aprecio. Ahora es momento de todos ir al comedor, sentarse, y tomar un postre, hoy se cumplen 45 años de haberse fundado este internado, por las calles comentan que somos especie de un manicomio, o de incluso, un sanatorio, pero solo los que vivimos aquí sabemos que es esto, donde estamos y quienes somos cada uno.
-Beth, ¿ya oíste lo que dice la monja?.-Dije entre dormida a mi hermana.
-Si, esta fuera de lo normal, ella posee un tipo de trastorno mental en el que dice cosas incoherentes.-Respondió Beth...
-¡AHORA SÍ! ¿QUÉ TE HA PASADO?, ¿TE HAZ COLGADO EN EL TIEMPO?.-Gritó Dick.
Mi tristeza, esa que tanto anhelaba que volviera por mí, había por fin llegado a su destino, mi corazón.
-Descuida, estaba recordando algunas cosas que haría en el día de hoy, debo irme, en la esquina se toman los buses ¿no?.-Pregunté.
-No conoces nada, no debes ir sin mí, o sin alguno que viva bajo este techo, tu hogar, nuestro hogar, déjame acompañarte.-Insistió.
Quizás el tenía razón, tenía mas experiencia que yo viviendo aquí, pero al fin y al cabo no haría nada productivo, solo sería un día de paseo, de recordar lo hermosa que debería ser mi vida pero no lo es, de intentar ser feliz. Tenía muchas ganas de terminar el último año de estudio, pero no sabía a que escuela ir, tenía miedo a ser humillada y discriminada por ser bisexual. Yo era única, como cada ser humano, poseía características que era capaz de decir que nadie las posee, tenía habilidad de darle un golpe a cualquier chica mas guapa que yo, sin meterme en problemas, yo le llamaba una especie de suerte sobrenatural. Hacía dibujos parecidos a los que hacen los esquizofrenicos, sin necesidad de padecer de esquizofrenia, yo era especial... Me sentía especial entre todos...
-Iré sola.-Respondí. Dándome la vuelta y marchándome.
La ciudad era hermosa sin duda, casi tan hermosa como mis dibujos esquizofrenicos, casi tan hermosa como los ojos de mi querida Coraline. Aunque en ella había tristeza, muchas personas fingían disfrutar de los carteles luminosos, con avisos y ofertas en tiendas, pero el dinero no les llenaba, vivir allí no les hacia suficiente, ellos querían alguien para ser felices, todos necesitamos a alguien que nos haga sentir emociones, felicidad, experimentar orgasmos cada noche, disfrutar de la vida. Cada instante que pasaba, mi cabeza tenía lagunas mentales, buscaba una salida a todos los pensamientos que llegaron a mi, mirar tantas luces hizo que cayera al suelo golpeándome la cabeza y quedando inconsciente.
-Te lo advertí, que no salieras sola, tranquila, te seguí y estoy aquí para ti, para ayudarte.-Dijo una voz conocida.
No podía abrir mis ojos, me dolía mucho mi cabeza, pareciera que alguien la hubiese golpeado con un bate de béisbol sin compasión. En mi mente, estaban voces, voces malditas repitiendo lo inservible que he sido en la vida, lo cínica, las travesuras de niña mala. Recordando el pasado, ese era su objetivo.
-Abre los ojos, estas a salvo.-Dijo la misma voz que me salvó.
Intenté pero no podía, había un foco de luz frente a mi, no me permitía ver.
-Estar sola en la ciudad no es buena idea, mucho menos cuando eres nueva, no conoces a la gente, no sabes bien los caminos.-Dijo él.
-Eres Dick ¿no?, ya que insistes tanto en que me lo advertiste, el fue el único que quería acompañarme...-Pregunté.
-Sí, soy yo, Cindy, me importas mas de lo que tu crees, te conocí hace tan solo 2 días, y ya eres para mí muy valiosa, la mujer ante mis ojos, que se ha convertido en perfección, se que aún nos falta mucho por delante, conocernos más, te prometo ayudarte a salir de todos los problemas, se que los tienes, tus ojos te delatan cada vez que hablas.-Me decía Dick. Parecía estar enamorándose de mi, de mi monstruoso corazón.
Termino de romper mi corazón, se hizo en pedazos, nunca alguien me había dicho eso, mucho menos siendo aún una desconocida, el tiene razón, le falta saber muchas cosas de mi, ocultas de mi pasado, tétricas y sobretodo tristes, que poco a poco irán saliendo a la luz y observará una tras otra...
![](https://img.wattpad.com/cover/48938919-288-k387447.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cindy.
Mystery / ThrillerCindy Baum. Es una adolescente Alemana, recién habitada en los Estados Unidos, lleva una vida ''loca'' típica de toda adolescente, pero adjunto a eso, un pasado oscuro. Cindy, lucha aún así por cumplir sus sueños, pero es perseguida por la mala su...