Capítulo 12 (Parte 2/2).

3.6K 456 124
                                    

Harry sacó su teléfono de sus pantalones y, al ver quién era, tomó el brazo de Louis para dirigirse ambos al sofá de la sala. Acomodó el celular para que ambos salieran en la toma y contestó.

¡Harry! Necesito ayuda y no sé q- oh, hola Louis. —La voz de Sara sonó por toda la sala al segundo exacto cuando Harry contestó—. ¿Qué hacen juntos a esta hora?

—¿Uh? —exclamó Louis confundido.

—Es una video-llamada, Louis. Nos está viendo en este momento —explicó Harry calmadamente—. Y respondiendo a tu pregunta, Louis me invitó a cenar —mintió.

Y Louis no dijo nada, agradeciéndole en silencio a Harry.

Oh, ya veo —dijo Sara, su voz empezaba a tomar un tono entre triste e indignado, notablemente falso—. Conoces a Harry hace sólo unos días y a mí desde hace más de un año y jamás me has invitado a cenar. Lo entiendo, lo entiendo. Lo prefieres a él.

Louis sonrió ante el tono de voz de su amiga y el bufido de Harry.

—Está bien, me invité yo solo a cenar y Louis fue tan amable como para no echarme de trasero a la calle. ¿Feliz?

—Sabes que eres mi chica favorita —agregó Louis, sabiendo que eran las palabras mágicas.

Está bien, les creo...solo porque sé que eso es verdad. —Les dedicó una risa a ambos.

Harry rodó los ojos. —Cómo sea. ¿Llamaste solo para que te subiéramos el ego un poco más?

La mirada de pánico que tenía Sara al principio de la conversación volvió, aún más fuerte. —Dios, no. Eso lo pueden hacer otro día con más calma. —Harry puso los ojos en blanco—. Tú eres un hombre.

—Eso explica por qué mis pechos nunca crecieron —respondió sarcásticamente para que Sara rodara los ojos.

En fin, esto es importante. Creo que a mi futuro jefe... ¿o el hijo de mi futuro jefe? Cómo sea, creo que le gusto. Me invitó a cenar mañana en la noche para algo más que solo firmar el contrato.

—¿Y cuál es el problema? —preguntó Louis mientras automáticamente se acomodaba más en el sillón, rozando el brazo de Harry.

—Sí, ¿cuál es? ¿Estás a dieta, estás estreñida, no tienes qué ponerte? Sé más específica.

Idiota. —Pero Harry dejó de bromear cuando Sara lo miró seriamente—. No sé si lo han notado, pero yo...jamás he tenido una cita.

—¿Qué? Estás bromeando —contestó Harry—. Recuerdo aquella vez en la universidad que...

Pero no pudo decir nada después de eso.

Sara esperó hasta que su amigo hiciera su corto viaje hacia el pasado hasta que, a través de la pantalla, vio una escena muy tierna. Con una leve sonrisa, tomó una captura de la pantalla rápidamente y volvió a enfocarse en Harry.

—¡No puede ser! —Cayó en cuenta Harry unos segundos después—. No has tenido una cita jamás desde que te conocí, nunca has tenido novio. —Y Sara estaba a punto de continuar cuándo Harry abrió más los ojos al darse cuenta de otra cosa—. ¡Eso significa que eres virgen!

¡¿A ti qué demonios te importa eso, idiota?! —susurró de manera brusca—. ¿Puedes por favor dejar atrás tu lado tonto y traer tu lado tierno? Necesito a mi amigo.

Harry supo que era verdad lo que decía Sara cuando la vio quitarse una lágrima pequeña y bajar la vista. No eran muchas las veces en las que había visto a su mejor amiga llorar. Es más, las podría contar.

El milagro eres tú. || Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora