Capitulo 4

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Listo. Mi vida se fue a la mierda en 4 palabras.


Mi cuerpo comenzó a faltarle el aire y sin decir nada ni tampoco hacer ningún gesto, me atreví a hablar.


-Llévame a casa.


El sin pensarlo dos veces, tomo su jean y saco una remera de su placar para colocarse. Después de vestirse el, saco una campera de jean negra para extendérmela. No me había cuenta que yo seguía en ropa interior.


-Póntela. Esta fresco afuera -dicho eso salió de la habitación para dejarme cambiar.


Me coloque mi ropa de anoche que consistía en una pollera, un top y unos tacos aguja. Me coloque la campera, me quedaba bien.


Habían tocado la puerta una, dos veces.


-Pasa, ya estoy vestida -mi voz no tenía expresión alguna.


Pero como vi que nadie paso, fui a abrir yo.


-Disculpe señorita, me mando el señor Serrano -me dijo una señora de unos 60 años, era la empleada.


-¿Qué quiere?


-Que la espera en su auto. Que no demore.


-Está bien. Ya voy.


La señora se fue, yo cerré la puerta pero todo fue bruto. Me quería morir, y cuando hablaba de querer morirme era algo literal.


Cuando ya termine de higienizarme, Salí de la casa, para encontrarme con Julián en el auto tal y como lo había dicho la señora.


Me subí y sin decir nada, comenzó a conducir.


-¿Dónde es tu casa? -pregunto con un tono enfadado.


- (Le dice la dirección)


Así estuvimos los 12 minutos de viaje, en silencio, ni un suspiro, solo las respiraciones de ambos.


Cuando estuvimos al frente de mi pequeña pero acogedora casa, me miro.


-Chau -dije sin ni siquiera voltear, solo me baje.


-Oriana -me llamo antes que cerrara la puerta. Tomo mi mano y me hizo entrar de nuevo -¿Qué vamos a hacer? -agrego preocupado.


-No lo sé -respondí mordiéndome el labio -no quiero tener un hijo, Julián.


-Yo tampoco, pero es el destino. Además no tenemos que preocuparnos mucho, no sabemos si lo estas.


-Ya comprare un test.


-Hagamos una cosa, anda a comprar el test y me llamas para que vea con mis propios ojos lo que dio.


-¿Estas desconfiando de mí?


-No, Oriana.


-Dame tu número si quieres que te avise.


Me dio una tarjeta con su número y el de su casa.


-No te olvides de llamarme o enviarme un mensaje.


-No lo hare.


-Chau nena -me dio un pequeño beso en la comisura de los labios.


Al entrar a mi casa, vi por el agujerito de mi puerta como él se iba.


No podía creer lo que me estaba pasando.


Como vi que no había nadie en casa y no tenía que hacer nada por lo menos por hoy, fui hacia la farmacia, tenía que sacarme esa duda urgente.


Al volver, vi el auto de mama y el de Jenny afuera.


Y como ya lo predecía mi mama y mi mejor amiga riéndose como dos locas en la cocina mientras tomaban mate. Me daba pena borrarle esa bella sonrisa a mi mama solo por una cagada mía. ¿Cómo le voy a decir que tuve sexo con una persona desconocida y que esta capaz que me embarazo? Sería un sábado complicado.

Embarazada de un famosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora