Capítulo 9:
-Amiga, yo vine a tu casa a mostrarte la remera, no que me la empapes de lágrimas.
Que gran amiga, ¿No?
-Cállate Jenny -la abrase más fuerte.
-Para boluda, me estas rompiendo.
-Listo. Sos muy mala amiga -me separe.
-¿Te digo algo?
-¿Qué pasa?
-Sos una tonta.
-¡Ya se Jenny!
-Ya sabía que esto iba a pasa.
-¿Cómo sabias? -pregunte secándome las lágrimas con la manga de mi buzo.
-Así son los hombres. Te usan y después te tiran.
-No me esperaba de él.
-Amiga, él es famoso, tiene millones de minas atrás, nose se va a quedar con una sola.
-Ya se Jenny.
-No te lo quiero decir así, pero el solamente te utilizo para complacer sus placeres.
-Te juro amiga -dijo rompiendo en lágrimas, tirándome de nuevo a Jenny para seguir mojando su remera.
-Tranquila Ori, ya va a estar todo bien.
-Eso espero Jenny.
16 minutos contados por Jenny en su reloj después...
-Che, ¿Me podes soltar?
-Oh, ¿Por qué?
-Quiero ir al baño.
-Anda -la solté y corrió al baño.
-Che Ori, ¿Vos no estas estudiando psicología?
-Si.
-¿Esta carrera no está involucrada con el amor?
-Jenny...
-¿Qué pasa?
-¿Sos tonta? Estudiamos lo mismo.
-Tenes razón... Me había olvidado.
Que boluda que es.
-Dentro de diez minutos tengo clase de baile. ¿Queras venir a mover el mondongo conmigo?
-No. Deja. Me quedo acá.
-Bueno. ¿Me prometes algo?
-¿Qué te prometo?
-No llores por un boludo. Toda una semana llorando por él, no vale la pena -dijo mientras tomaba su bolso del perchero -Antes que me digas que es imposible, no lo es.
-Gracias por todo amiga.
-De nada amiga.
-¿No sentís olor a quemado?
-Che, ¿Los muffins ya estarán?
Ambas abrimos los ojos como platos.
-¡Los muffins! -gritamos en coro.
Corrimos hacia la cocina para encontrarnos con un ambiente lleno de humo.
-¡Se quema el aire!
-¡El aire no pelotuda, los muffins!
Agarre un repasador, abrí el horno y los saque. ¿Cómo estaban? Negros.
-Bye amiga. Te quiero.
-Ándate. Yo también te quiero.
Deje los muffins en la mesa y comencé a abrir las ventanas y puertas para que se valla el humo.