Profesor Styles |H.S| Editando

Capitulo 18

-No es cierto.- exclamo totalmente emocionada Megan a través del parlante del pequeño aparato entre mis manos.

-Si es cierto, te contare todo con detalles el lunes.- sonreí mientras terminaba mi tarea de historia y guardaba mi libro en el interior de mi mochila.

-De acuerdo, pero quiero saberlo todo, absolutamente todo hasta cuando se tiraba un gas.- la última oración me hiso soltar una carcajada mientras negaba divertidamente con la cabeza y quitaba el altavoz de mi celular para llevarlo a mi oído.

-No creo que se haya tirado un gas.

-Ya, tú me entiendes.- ambas reímos suavemente y luego de un "Adiós" de parte de ambas la llamada finalizo y los parlantes del teléfono quedaron en silencio total.

Bien, lo que ocurrió fue que Megan había estado mandándome mensaje durante la tarde en mi ¿cita? o ¿salida? con Harold, y cuando no contestaba el teléfono comenzó a preocuparse pero justo en ese momento yo llegaba a mi casa y la llame antes de que hiciera una locura como llamar a mi madre y preguntarle por mí ya que a Megan podía contarle de Harry pero a mi madre no.

-Hija.- hablando del rey de Roma.

-¿Qué pasa mamá?- pregunte terminando de ordenar todo el revuelo de papeles, libros y lapiceras que había quedado sobre mi cama luego de hacer las tareas.

-Hoy vendrán a dormir los amigos de Brian.- mi ceño se frunció entendiendo inmediatamente a donde quería llegar.

-¿Y...?- decidí averiguar la forma en que ella me lo preguntaría y sonreí para mis adentros.

-Y... ¿no te molestaría dormir en el sofá-cama esta noche? Es para dejarles el cuarto, yo les advertiré que si tocan algo que te pertenezca voy a...

-Tranquila, no hay problema, si puedo dormir durante una noche en la sala.- ella sonrió agradecida y asintió a punto de salir del cuarto.- Ah, pero si adviérteles que no toquen nada mío.- ella rio suavemente asintiendo y yo le sonreí de vuelta.

Suspire una vez que mi madre se retiró de mi cuarto y me apresure a guardar todo lo valioso en mi closet y estantes más altos para que no pudieran tomarlos; me cambie rápidamente a mi piyama rosa con lunares blancos antes de que llegaran los niños y de que no me permitieran entrar a por ropa, y tome mi laptop junto con su cargador y mi celular para luego bajar las escaleras lentamente para no enredarme y caer de bruces al suelo.

-¿Brian no está aquí?- pregunte cuando note el silencio total de la casa y mi madre negó con la cabeza repetidas veces.

-Vendrá con sus compañeros de futbol en unos minutos, los traerán a los tres y ya se quedaran.- informo mientras terminaba de ordenar un poco la cocina; a mi madre no le gustaba para nada la idea de que alguien venga a casa y encuentre una sola imperfección, según ella es vergonzoso cuando alguien viene y está todo desordenado aunque a mí la verdad no me afecta.

Agite mi cabeza y me dirigí al sofá comenzando a desarmarlo de forma que quedo más largo como si fuera una cama y comencé a colocar un acolchado de Winnie the Pooh con el que dormía Brian cuando era solo un pequeño de tres años, para luego arrojarme sobre este como si fuera una bolsa de papas y colocando mis auriculares en mis oídos con la música a todo lo que daba.

Quince minutos y tres canciones después se escucharon tres golpes secos en la puerta y, gracias a los auriculares en mis oídos, pude apenas oír a mi madre gritar desde la cocina que yo abriera.

Quite mis auriculares escuchando que la razón por la que mi madre no abría era que estaba lavando los platos y simplemente deje mi celular sobre el colchón y me encamine a la puerta bajando mi short de puntos y haciendo una coleta desorganizada sobre mi cabeza.