Ángeles y demonios

2. ¿Quién se la llevo?

-Se la llevaron... vinieron a por ella y se la llevaron... no pude detenerles. Es demasiado tarde... la maldición se cumplirá...
David, asustado, se dio la vuelta, lo que vio le dejó sin palabras. Con la ropa hecha girones y pálido como un fantasma se hallaba su padre tirado en el suelo y temblando.
-¡Padre! ¿¡Que le ha pasado!?
Sin embargo el hombre seguia murmurando algo inteligible que David, a duras penas, consiguió descifrar.
-Se la llevaron... demasiado tarde, demasiado tarde... amenazaron con matarla...
-¡Padre! ¿Qué está diciendo? ¿Demasiado tarde para qué? ¿A quien se llevaron?
David estaba aterrorizado ante la idea de que su padre hubiese perdido la cabeza. Se puso de cuclillas a su lado y le miró con preocupación.
-Se llevaron... se llevaron a tu madre.- David se puso pálido, las palabras de su padre le dolieron como si hubiese sido atizado con un mazo en la cabeza. No podían habersela llevado.
-¿Quién se la llevó, padre? ¿Quién? ¿Y por qué?
-Ellos... la senda negra, vinieron y entraron en la casa, registraron todo y la cogieron, no pude evitarlo, se la han llevado a su cuartel.- Murmuró el hombre de aspecto cansado con una débil voz.
-Entonces iré a por ellos y la traeré de vuelta.- David mostró determinación al decir esto, pero la simple idea de enfrentarse a unos sicarios no le seducía lo más mínimo.