12. Un mocoso insolente

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David se resistió, pataleó e incluso pegó un mordisco a un hombre que intentó sujetarle por un brazo. Pero todo fue inútil y al final, cayó a los pies de Lucifer.

-Vaya, vaya... pues sí que eres una buena pieza. Arrodíllate ante mí.- Ordenó

-No.- Contestó David valientemente.

-¿Qué has dicho mocoso insolente?

-He dicho que no.

La expresión de Lucifer cambió. Sus ojos, inyectados de ira, se volvieron más rojos; sus colmillos se agrandaron y de su boca empezó a brotar sangre. Su tamaño aumento considerablemente.

El Maestro, se acercó a David y le lanzó una maldición. Su cuerpo empezó a sufrir espasmos continuos que le obligaban a agacharse para dejar de sufrir. Aguantó cuanto pudo, pero finalmente cayó rendido a los pies de Lucifer que soltó una carcajada maligna ante el sufrimiento ajeno.

-Creo que ya está listo para marchar, mi señor.

Lucifer le agarró con sus largos y ensangrentados dedos y le sostuvo en alto. Mientras, El Maestro, recitó una larga y complicada fórmula y David dirigió una última mirada a su madre. Un torbellino les envolvió provocando a David nauseas. Algo falló. El torbellino se detuvo y todo volvió a la normalidad.

Lucifer bramó algo en un lenguaje que David desconocía.

-¡¡ES TODO SU CULPA!!- Gritó.- No se va por propia voluntad.

El Maestro le dirigió una mirada maligna y cogió un cuchillo de la mesa. Se acercó a su hija y, sin piedad, se lo pasó por una mejilla. Empezó a sangrar descontroladamente dejando entrever la carne que ocultaba la piel. Lucifer le sujetó la cara a David obligándole a mirar hacia su madre.

Lo siguiente que el maestro cogió fue su brazo. Pasó el cuchillo rebanando su piel, dejando que la sangre corriese derramada por el suelo. David no pudo soportarlo más.

-¡Basta! Iré al infierno y serviré a Lucifer.

El Maestro le sonrió y le dio una palmadita en la espalda. Volvió a recitar el maleficio y esta vez, el torbellino sí que absorbió a Lucifer y a David. Lo último que David vio fue como entre risas malvadas, su abuelo le clavaba un cuchillo a su madre acabando con su vida para siempre.

Ángeles y demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora