Omega: La vida... ¿Para que fuimos creados exactamente?, la distribución de los planetas, las galaxias, las estrellas, infinidad de cosas por descubrir, crear... y destruir... Alfa, eh pensado que debemos invadir planetas con vida, como el Planeta Tierra.
Alfa: No creo que sea lo adecuado, además ¿Para que querrías invadir el planeta de los humanos?
Omega: Son débiles e inútiles, una raza que pone en vergüenza a las demás.
Alfa: Eso no nos incumbe, los Siete dioses dijeron que deberíamos fijarnos en nosotros mismos, es el problema de los humanos.
Omega: Eres fiel ante los dioses, pero los humanos no tienen uno fijo, eh investigado y ellos tienen alrededor de 700 dioses.
Alfa: Son las creencias de cada quien.
Omega: Ellos arreglan todo con guerras, peleas, aminorizan al prójimo, hacen todo lo contrario a nosotros.
Alfa: Date cuenta que apenas llevan medio siglo de existencia, nosotros tenemos alrededor de treinta, tenemos una mentalidad mayor a la de ellos, no podrían entender nuestros pensamientos.
Omega: Si, pero imagina que será de ellos dentro de un siglo más, no son más que cosas vagando en un planeta que no valoran.
Alfa: De entre ellos sólo unos cuantos pueden ser comparados con nosotros.
Omega: No entiendes...
Alfa: ¿Que es lo que tratas de decirme?
Omega: Posición, riqueza, poder... eso y más podríamos tener si invadimos demás planetas con vida, tu podrías enseñarles tus formas de pensar y sabiduría, yo me quedaría con terrenos, riquezas y esclavos.
Alfa: No haremos nada de eso, los Siete dioses... -Interrumpió Omega-.
Omega: ¡Dioses, dioses, dioses! Es lo único en lo que piensas.
Alfa: No discutiré sobre esto.
Omega: Como quieras, aún así vere como invadir yo sólo el Planeta Tierra -Se retiró de la sala-.
Alfa: Lambda, bloquea las salidas de las naves, no dejen que Omega salga del planeta.
Lambda: Si, maestro.
Alfa: Gracias, Pi.
Pi: 3.1415926535897932384626...
Alfa: Pi...
Pi: 43383279502884197169399375 1058209749445923078164062862089...
Alfa: ¡Pi!
Pi: Perdón maestro Alfa, estaba repasando mi nombre completo en el idioma algebraico porque escuche mi nombre.
Alfa: No te preocupes, sólo quiere que me avises si Omega llega a hacer una tontería, ¿Entendido?
Pi: Si señor -Se retiró lentamente mencionando los siguientes dígitos del número π-.
Alfa: ¿Como esta tu hijo Karko?
Karko: Muy bien señor, esta por nacer mi hijo, quizá esta semana.
Alfa: Felicidades, ¿Como se llamará mi próximo mensajero?
Karko: Hemos pensado en Kalixto o Kaeso, pero mi esposa le gusta más Kaeso.
-Omega se acercó a la zona de salida de naves, pero al ver que estaba denegada la salida a cualquier nave se acercó a Psi-.
Omega: Psi, necesitó de tu ayuda para hacer esto.
Psi: ¿Que quiere hacer?
Omega: Hurtar las siete piedras que mantienen a los Siete dioses.
Psi: ¡Pero señor, eso es sumamente peligroso!
Omega: No lo será si uso mi espada -Hizo aparecer una espada negra y roja de los costados-.
Psi: Pero, será peligroso.
Omega: Una vez tenga el poder de cada uno de los dioses, podré gobernar el Universo entero.
Psi: Pero...
Omega: Descuida, una vez gobierne este planeta podrás venir conmigo y tener parte del Universo, imagínate, tu, gobernando planetas y luego poder hacerse con la infinidad de dimensiones, tener eso y más a tus pies, tener el maximo conocimiento sobre lo que es el Universo, sobre lo que es la vida.
Psi: No lo se...
Omega: Una vez tenga en mis manos el poder de las piedras, lo entenderás.
-Omega fue directamente al templo en donde reposaban las 7 piedras que daban vida a los dioses-.
???: -Sonó una gran voz en el templo- Grata, magna discipule (Bienvenido, gran aprendiz).
Omega: Magister, Stigma, eh venit deprecarentur (Maestro, Sitgma, eh venido a pedirle disculpas). Non solum vobis, omus magnes magisterum (No solo a usted, a todos nuestros grandes maestros).
Stigma: ¿Quam ob causam? (¿Por que?)
Omega: Por hacerles esto -Agarró las piedras y despertó a los dioses que habitaban en ellas-.
Alfa: ¡Omega! ¡¿Que has hecho?!
Omega: Lo que tu nunca quisiste hacer, estas piedras tienen un poder incomparable, podríamos gobernar el Universo entero, pero tu sólo te conformas con este pedazo de mundo.
Alfa: No se de donde sacaste todo eso, pero... ¡No te lo permitire! -Aparecio una espada blanca con un filo de color plateado y el mango de esta, de un color dorado-.
Omega: Tu no me interesas -Sho, uno de los dioses intento atacar a Omega pero este tomó la piedra y la atraveso con su espada así mismo matando al dios-.
Alfa: ¡Detente, no sabes lo que haces!
Omega: Pero tu no entiendes lo que obtendré, veo un futuro en el que gobierno el Universo entero.
Alfa: ¡Tonterias!
Omega: Te dejaré con tus dioses
-Desapareció con las piedras en sus manos-.Alfa: -Fue a donde estaba Diggama- Mi señor, lo siento, no debí descuidar tan fácil a Omega, pero ustedes no pueden morir.
Diggama: No te preocupes... -Dijo agonizando- Estaremos dentro de las piedras... Tendrás que vencer a Omega...
Alfa: ¿Pero como?
Diggama: Toma esto -Hizo aparecer una piedra con la forma de un rubí- Esta piedra hará aparecer los mejores guerreros... Se avecinan guerras... Batallas difíciles... Los humanos... Sus sentimientos... Ellos podrán pelear contra el...
Alfa: ¿Como?
Diggama: Sacrificaran sus sueños... Para poder salvar no sólo este planeta... Si no el Universo entero... Ten fe...
Alfa: ¡Magister!
Diggama: -Chisqueó sus dedos y dijo- Dissipatione -Las piedras se esparcieron por todo el planeta y este dejó de girar en su orbita-.
Omega: ¡¿Que?! ¡Maldicion! Esta bien, no importa, las piedras pueden esperar, ahora elegire a once discípulos para mi.
Diggama: Ellos te ayudaran... Vendrán muchos, habrá muchas batallas... Pero el mal nunca vencerá...
Alfa: -Puso su mano izquierda en su pecho- Vivat Orbis.
Diggama: Vivat Orbis...
-Cerro sus ojos y desapareció-.Alfa: ...de ahora en adelante, Caelum estará en busca de la paz.
Omega: De ahora en adelante Inferno, buscará el poder total del Universo.
Alfa: El mal nunca reinará.
Omega: El bien será vencido.
Alfa: Yo soy el principio.
Omega: Yo soy el fin.
...
De una nueva era...