reasons ☏ muke

t w e l v e

Michael

Corrí hacía la recepción del hospital más cercano a nuestra escuela, mi respiración estaba agitada y me detuve para recobrar el aliento suficiente para preguntar por Luke. Deseando que estuviera aquí y por una razón menor.

—Hola, ¿Luke Hemmings?—Pregunté sonriendo a la recepcionista quien se encontraba hablando por teléfono, me hizo una seña para que esperara. Moví mi pie frenéticamente esperando a que terminara.

—¿Eres familiar?—Preguntó con una sonrisa. Yo negué.

—No, soy su amigo.—Contesté rápidamente. Ella hizo una mueca.

—Lo siento pero solo familiares pueden entrar, él se encuentra muy débil ahora.—Me informó y yo suspiré pesadamente.—Las visitas normales empiezan en dos horas más, puedes esperar aquí si quieres.

Asentí alejándome de ahí, claro que me quedaría. Me ubiqué en los asientos del largo pasillo acomodándome lo suficiente para esperar dos horas, saqué mi celular observando el fondo de pantalla. Eramos yo y Luke ese día que fuimos a la playa, insistí en fotografiar ese momento porque luego de que él llorara en mis brazos por un largo tiempo comenzamos a caminar por la orilla del mar. Él sale besando mi mejilla y yo mirando hacía la cámara.
(la multimedia.)

—Hey—Escuché a alguien susurrar, levanté mi vista encontrándome a la recepcionista quien tenía una sonrisa. Solo habían pasado cinco minutos pero por su sonrisa noté que me dejaría pasar antes -Tercer piso, habitación 27.

Sonreí guardando mi celular para caminar rápidamente hacía el ascensor para oprimir el botón para ir al tercer piso, salí de él apenas abrió sus puertas buscando la habitación 27 por el gran pasillo blanco del lugar, se encontraba al final. Un doctor estaba afuera de la habitación junto a la enfermera conversando, me acerqué a ellos.

—¿Él esta bien?—Preguntó nervioso y el doctor voltea a verme. Yo trato de sonreír pero siento mis mejillas húmedas, estaba llorando. Él suspiró.

—Solo puedo darle información a sus padres.—Puso la mano en mi hombro y luego hizo una seña de que podía pasar. Agradecí para luego entrar a la habitación.

Luke estaba más pálido de lo normal, tenía cables rodeándolo por completo y su boca estaba entre abierta, tenía los ojos cerrado y podía notar sus largas pestañas tocar sus mejillas que aún conservaban un tono de rosa en ellas.

—Lukey.—Dije entre sollozos, mi mano acariciaba sus mejillas heladas. El no reaccionó. Se veía tan débil puedo aún así causaba algo en mi haciéndome sonreír débilmente. Pasaron unos minutos sin recibir respuesta del rubio y supuse que pasaría mucho tiempo sin que respondiera así que me senté junto a él apoyando mi cabeza en su hombro y tomando de su mano, entrelazando nuestros dedos. Cerré mis ojos quedándome dormido sin soltar la mano de Luke.

No lo dejaría solo otra vez.