Capítulo 3
Quizás había sido un poco demasiado tonta al pensar que Bryan Mouque sería el único chico que podría hacerme feliz el resto de mis días..., pero, como siempre, estaba equivocada.
Hay muchos "chicos que pueden hacerme feliz el resto de mis días". Por ejemplo, mi papá, él estará allí cuando necesite su ayuda, lo sé.
También Armando, quizás sea un asco de hermano mayor, pero sé que va a protegerme de cualquier cosa, ¿por qué? Porque me quiere tanto como yo lo quiero a él. Freddy... en vacaciones, por más raro que fuera, hablé demasiado con él, tal vez no seamos súper mejores amigos, pero estoy segura de que puede sacarme una sonrisa por el simple hecho de hacer payasadas para lograrlo. Alonso..., Alonso quizás no sea de los mejores amigos, lo admito, y sólo hablamos cuando necesita ayuda con Dania, pero es un chico estupendo, confío en él, y puedo asegurar que estará para ayudarme. Jos, ¿qué no decir de Jos? ¡Es perfecto haciendo cualquier cosa! Él es la única persona que puede hacerme sonreír, con un simple recuerdo suyo, Jos es todo para mí. Por último... Leonardo, nos conocemos desde hace poco, sí, pero aprendí a quererlo, está siempre dispuesto a arriesgarse por mí, literalmente, y... sólo... soy feliz estando junto a él.
Pero, a pesar de todo eso, sigo sintiendo como que algo me falta, como si estuviera incompleta... Lo peor de todo es que no debería sentirme así, es decir... Bryan Mouque ya no está más en mi vida y posiblemente ha salido para siempre, sabía que él no volvería. Y eso me rompía el corazón.
"Y ahora es que me doy cuenta que sin ti no soy nada".
Anoche estaba escuchando música en modo aleatorio, cuando de repente apareció "Vuelve". La única razón por la que esa canción estaba en mi celular es porque... Bryan la cantó. Si no lo hubiera hecho, mamá no habría logrado que la dejara escuchar su CD cuando íbamos de camino a la casa de su hermana.
El punto es que puse esa canción como tono de alarma, y al despertar recordé a Bryan. No es malo, para nada, sólo no puedo soportarlo.
Llegué al colegio, estuve en clases, me aburrí... y en dos de los descansos me fui con Leonardo. A la hora de la salida, traté de irme a prisa, pero...
—Hey, ¿no vas a despedirte de mí? —preguntó Leo, haciendo un puchero.
Me volteé hacia él, sonriendo. Corrí a su lado, me coloqué de puntillas y le dejé un beso rojo en la mejilla. Después me abrí paso entre la gente para ir hasta el carro de papá.
Hasta ahora parece ir todo bien, ¿no? Si no es que, por razones desconocidas, papá se fue por el colegio donde estudia la hermana de Bryan. ¿Qué tendría de malo? Parece que nada. Sólo vi a la chica, que se parecía demasiado a su hermano.
No debería, pero sentí como que hasta ahora me daba cuenta que me hacía falta "mi otra mitad". Qué tonto. Lo más patético es que... de ninguna manera Bryan podría ser mi otra mitad.
Sólo sé que en ese momento pensé que... yo no era nada. Me sentía como nada. Y es que sin Bryan no soy nada.
"He perdido las fuerzas, he perdido las ganas".
Sí, toda la semana dejé "Vuelve" como tono de alarma. La verdad, todo el día estuvo bien..., si no fuera por el hecho de que me sentía débil. No, no tenía nada qué ver con Mouque, es que me había resfriado. No era un resfriado del que no te deja hacer absolutamente nada, pero al no poder respirar bien y tener un horrendo dolor de cabeza, me sentía fatal.
Pero ya, regresando a Mouque... hoy nos tocaba deportes, y yo salí a la cancha, sin ganas de hacer nada. No me sentía mal físicamente, no ahora, me sentía mal... emocionalmente. La última vez que salí a deportes, Bryan Mouque se pasó hasta donde yo estaba, y ambos nos quedamos viendo fijamente durante unos minutos.
Estaba segura de que quería decirme algo y sin embargo no lo hizo.
Me di cuenta de que simplemente estaba agotada. Sin fuerzas, sin ganas. No quería admitirlo, pero lo estaba desde la graduación de Bryan. ¿Por qué? Porque me rendí. Me rendí y ahora lo lamentaba.
"Vuelve, que sin ti la vida se me va. Vuelve, que me falta el aire si tú no estás. Oh, vuelve, nadie ocupará tu lugar..."
Lo quería de vuelta. Sí, estoy tratando de olvidarlo, pero es que esta semana se está yendo demasiado lenta, demasiado fastidiosa, demasiado horrible. Estoy enferma. Me duele todo. Quiero que deje de ser así. Quiero que acabe pronto. Pero también quiero que Bryan vuelva.
Parecía como si ya no tuviera vida, como si hubiera dejado de respirar. Y esto no era nada bueno.
—¿Qué te pasa? —me preguntó Leo, al darse cuenta de que no había hablado durante la media hora que estuve afuera con él.
—Nada —me encogí de hombros.
—No me mientas.
—¡No te miento! —reproché.
Y me abrazó.
Realmente necesitaba ese abrazo, era como si uniera todas las piezas de mi corazón roto. Y a pesar de eso... sabía que él no podría jamás ocupar el lugar de Bryan Mouque, de mi primer amor... Sí, no es momento de ser cursi, pero quería serlo.
Me separé de Leonardo y salí corriendo.
"Sobra tanto espacio si tú no estás".
Quizás pareciera un poquito exagerado, pero era cierto. "Sobra tanto espacio si tú no estás". Todo se sentía vacío: el colegio, el patio, los salones, las clases... yo.
Sé que Bryan Mouque nunca de los nuncas me quiso, ni sintió nada por mí y es algo estúpido estar tan enamorada de él sabiendo eso. El problema era que..., ¡pero si no hay ningún problema! No había ningún problema.
Lo que pasaba era que estaba demasiado acostumbrada a llegar y encontrarme con su sonrisa, a pasar frente a su salón y verlo, a sentirme tan completa cuando él estaba presente. Su sonrisa era suficiente para mí y su energía se contagiaba al estar cerca de él.
Incluso aunque se encontrara a metros lejos de mí, podía estar contenta. Completa.
Y a un día de terminar la semana, de tener dos días de descanso para pensarme las cosas mejor... me daba cuenta de que... "sobra tanto espacio" si él no está.
"Algo me dice que ya no volverás".
Desperté con esa frase. Y no salió de mi cabeza, ni cuando me cambiaba, o desayunaba, cuando me cepillaba los dientes, o acomodaba mi cabello, cuando estaba en clase, o mientras apuntaba con rapidez lo que la profesora dictaba.
Mi letra parecía un asco, al igual que mi cara el día de hoy. Anoche no dormí nada, por consecuencia aparecieron ojeras.
Desganada, con ojeras y estando medio muerta, sabía que Bryan Mouque ya no volvería.
No hacía falta que me lo dijeran, por más que llorara en la noche, deseando que él se apareciera de un día para otro... ya no iba a pasearse por el colegio, ya no esperaría con Alan en la esquina de la calle, ya no se pondría a jugar fútbol cuando se aburría en el receso, ya no se quedaría en las canchas, hablando con sus amigos, ya no voltearía a la ventana cuando pasaba frente a mi clase.
Ya no volvería. Y tenía que entenderlo... aunque me rompiera el corazón.
Al fin y al cabo, para eso escribo todo esto.
![](https://img.wattpad.com/cover/46601809-288-k667088.jpg)
ESTÁS LEYENDO
10 Razones para Olvidar a Bryan Mouque [Crush #2] (10RPOABM)
FanfictionSEGUNDA PARTE DE "CRUSH" × POR EDITAR × «¿Realmente existen las segundas oportunidades?» #759 en Fanfic <3 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Fecha de inicio: 23/08/2015 Terminada el día: 2/06/2016