5 → "Lo daría todo"

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Capítulo 5

Apenas empezó la semana llegué con la esperanza de ver a Jos, luego de todo lo que había pasado los últimos días admitía que lo extrañaba demasiado. Después de todo un fin de semana en el que, además de hundirme en tareas, me dediqué a pensar bien mis sentimientos sobre Jos, terminé admitiendo una cosa: me gustaba.

Pero tenía miedo de decírselo, tenía miedo de que él ya no sintiera lo mismo por mí, no lo culparía realmente. Además, supongo que no lo he hecho muy obvio en este tiempo, con todo mi drama sobre Bryan, por Leo... Sé que le gusto. Es demasiado obvio. Y no entiendo el por qué. Él no quiere decirme nada y no quiero que lo diga, es buen amigo de Jos y la verdad es que es mejor si se mantienen así. 

Me distraje tanto en mis pensamientos que no me di cuenta que entrando al salón choqué con Jos.

—¡Miguel! ¡Estás bien! ¡Sigues aquí! —exclamé y me lancé a sus brazos—. Dios, pensé que ya te habrías ido.  

—¿A dónde se supone que iba a irme? —preguntó, riendo un poco.  

Fruncí el ceño en respuesta, pero enseguida negué con la cabeza y sonreí.

—¿Estás bien? —pregunté al soltarme.

—Sí. Lo siento por no haber hablado últimamente, el bachillerato me trae con la mente en otro lado...

Volví a sonreír, y lo abracé una vez más, deseando que jamás pudiera huir si lo mantenía de esa manera. 

Pero, claro, no funcionaría. En todo el día tan solo tuvimos esa pequeña conversación y no supe más de él. Estábamos en distintos grupos, así que no solíamos coincidir a las salidas, o en los descansos. Este ciclo escolar las cosas habían cambiado, los recesos que teníamos antes los eliminaron, al igual que todo el horario predeterminado al que nos acostumbramos. Ahora, en un lunes como hoy, podría entrar a las 7 y salir a las 12.

Al llegar a casa me encontré con Armando mordiéndose las uñas de la emoción. —¿Qué pasó? —pregunté extrañada.

—¿A que no adivinas? —arqueó una ceja.

—¿Me beneficia a mí? —fruncí el ceño, no estaba de humor para cualquier tontería.

—A lo mejor —se encogió de hombros.  

—¿Me van a comprar un auto?

—Algo peor.

Hice una mueca, como si me esforzara en pensar a qué rayos se refería mi hermano.

—¿Una bici?

—No; ¿te rindes? 

Vaya. Debería de ser algo en serio bueno como para que se pusiera así. Hace mucho que no se emociona por algo, y es rara la vez. La última vez que lo vi así fue porque...

—Bryan regresó —dijo.

—Exacto. Justo pensaba que la última vez que te pusiste así fue cuando en cuarto grado Bryan regresó a la ciudad, después de que pensaras que iba a irse para siempre. ¿Cómo me adivinaste el pensamiento?

—Ya, Andy, hablo enserio. Vino por un mes. Parece que no pudo obtener la beca, ¿sabes?

—¿Beca? –hice una mueca, por supuesto que no sabía de qué hablaba.

—Algo así entendí  

Y en ese momento me di cuenta de una cosa: Bryan Mouque estaría en la ciudad. Bryan Mouque... tenía oportunidad de volver a verlo. Regresé mi mirada a Armando.

—Bueno, qué mal que las cosas no hayan resultado para él. Iré a hacer tarea —respondí y subí corriendo las escaleras.

Aunque no dudaba de la veracidad de mi hermano, decidí preguntarle a alguien cercano a Bryan.

10 Razones para Olvidar a Bryan Mouque [Crush #2] (10RPOABM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora