10 Razones para Olvidar a Bryan Mouque [Crush #2] (10RPOABM)

8 → "Jos"

Capítulo 9

El miércoles sería cumpleaños de Jos. Así que, aunque me hubiera hecho enojar más de la cuenta y a pesar de que sé que hice mucho drama por nada, había decidido dar la cara para disculparme.

Al fin y al cabo, Jos y Johanna son sólo amigos, ¿no?

Al llegar al colegio me di cuenta de que la primera clase me tocaba con Jos, era algo extraño, casi olvidaba que compartíamos clase dos veces por semana, incluso comenzaba a sentirse extraño. Me senté a su lado, mas no quise hablar con él. Tenía un poco de pena y admito que no sabía cómo pedirle perdón, es decir, quizás ni siquiera se dio cuenta de que estaba molesta.

Así que dejé ir mi oportunidad, hasta que me lo encontré dos horas después, antes de entrar a mi siguiente clase.

—Hola —dije, acercándome a él. Jos levantó un poco la mirada y luego me sonrió.

—Vaya, pensé que no ibas a hablarme nunca más.

Sentí cómo mis mejillas se ponían totalmente rojas, espero que eso no me haya delatado.

—Sí, bueno... Ya sabes —hice un gesto con la mano—, no sé cómo sobrellevar mi estrés y eso...

Qué patética excusa. Pero era cierto.

—Hablando de eso, ¿cómo crees que te ha ido?

—Bueno... Creo que voy bien –él arqueó ambas cejas—. Siendo sincera me preocupa un poco el promedio, cuando elija una universidad no quiero que vean mi 7 y piensen "wow, qué patético", ¿me entiendes?

Jos de repente soltó una risa. —¿Andrea, de qué estás hablando? —exclamó—, tus promedios siempre son perfectos, bueno, tampoco son un 10 cerrado, pero te seguro que 7 nunca has tenido.

Arrugué mi nariz y enseguida le di un pequeño golpe en el hombro.

—Bueno, ¿y qué tal te fue a ti? —pregunté.

—Siempre me va perfecto.

–Me alegra...

¿Qué más se supone que iba a decirle? 

Nos quedamos donde Dania y Alonso; al poco tiempo llegó Dulce con Sonia, hablando de Alan y Freddy, me parece. Los seis nos quedamos sentados bajo un árbol; entonces apareció Johanna. Agh.

Sin darme cuenta, ya había hecho muecas. Y ella me vio. Supongo que por eso comenzó a susurrar cosas a sus amigas, y a apuntarme con el dedo. Habló con Jos, luego se fue. Yo rodé los ojos, Dania y Dulce me vieron.

–¿Qué fue eso? –preguntaron.

–Me cae mal.

–¡Miguel! –gritó Dulce, haciendo que el pelinegro volteara–. ¡Necesito hablar contigo!

Por el tono de voz de Dulce, casi parecía que estaba regañándolo. Se lo llevó a otro lado, luego ambos volvieron; Jos parecía estar muriendo de risa, mientras que Dulce iba cruzada de brazos, sonriendo. El chico fue a mi lado y me pasó un brazo por los hombros.

–No te pongas celosa –dijo, pellizcando mis cachetes.

–¡Pero si yo no estoy celosa! –reclamé.

–Claro que sí. De Johanna. No te preocupes por ella, a mí realmente no me interesa. Es una chica... uhmm... no es mi tipo, hay que decirlo así.

Bufé y me levanté, me fui al próximo salón, y el resto del día los ignoré a todos. Simplemente no se me apetecía hablar con nadie.

Martes: 

Llegué con el peor genio de todos. Y ni siquiera sé por qué. 

Bueno... no llegué, pero al final del día sí que estaba enojada. 

En primer lugar: ¿por qué rayos Jos no deja de actuar así? Un rato parece que le importo, la otra hora y media no existo, y de pronto se queja de que lo ignoro. Hace unos meses él no era así conmigo; hace unos meses... sentía que me quería.

Ahora parece que le aburro, o que le incomodo. 

No sé qué pensar al respecto.

Miércoles:

Jos alcanzaba la mayoría de edad el día de hoy. Supongo que por unas horas dejamos de lado la pequeña pelea del día anterior, pero algo o alguien se la recordó, de modo que volvió a ese plan suyo de tratarme como mierda. Sí, quizás yo tenía la culpa de eso, porque... le di razones para tratarme como mierda, pero... ¿tiene que hacerlo así?

Jueves:

Tampoco fue gran cosa. 

De hecho, me la pasé con Leo, porque, tanto como mis amigas como Jos me ignoraron.

Ajá. Qué diversión.

Viernes:

¿Qué puedo decir? Día lluvioso, frío, con ganas de no levantarme de la cama... Pero lo hice.

En la primera clase casi me quedo dormida. En la segunda clase también. En la tercera me di por vencida y comencé a dar pretextos para que me dieran permiso de irme. Después de receso me dejaron.

Pedí un taxi para irme a casa, pues papá trabajaba, y mamá igual. Pude haber caminado, de no ser por la estúpida lluvia. Arruina días.

Iba con la cabeza recargada en el cristal del vidrio, viendo cómo las gotas caían por él. Suspiré; me enfoqué en las calles: todo parecía sin vida el día de hoy. 

¿Pero, qué podría hacer yo al respecto?

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Hola, jajajjjj decidí dejar la historia sin editar xd por los viejos tiempos. Si en algún momento la inspiración me vuelve a golpear para arreglar esta segunda parte, pues lo haré, pero por ahora creo que no. En fiiiiin, disfruten el cringe, trataré de subir capítulos seguido<3 cuídense mucho uwu