Voces. Ruido. Silencio.
Alice se encontraba en un remolino de sensaciones y sentimientos encontrados: ira, tristeza... En sus sueños veía a su hijo, triste, mientras le alargaba la mano para ayudarlo. Pero la madre no podía. El niño se iba alejando cada vez más y más... hasta que solo había oscuridad.
Se despertó inquieta en una cama que no conocía, rodeada de paredes blancas y con un fuerte olor a antiséptico. Estaba en un hospital. La puerta de su habitación se abrió y entró una enfermera. Pareció que se sorprendía de encontrar a la mujer despierta. Sin dar ninguna explicación, volvió a salir. Intentó moverse pero su propio cuerpo le pesaba demasiado.
En el pasillo, la enfermera preguntó dónde se encontraba la doctora Silver. Le dijeron que estaba en la sala de reuniones y se dirigió hacia allí. Golpeó la puerta dos veces y entró.
-Disculpe doctora Morgan, ¿podría salir un momento?- preguntó. Vio cómo se levantaba y se dirigía a fuera, en el largo pasillo del hospital psiquiátrico.- Su hija acaba de despertarse, doctora.
-De acuerdo, gracias- respondió. Mientras se dirigía a la habitación de su hija, la 237, estaba preparándose mentalmente para la charla que tendrían. Reconocía que la situación se había ido de sus manos y Alice pagaría por lo que ella no había podido hacer.
En la habitación, Alice no sabía qué estaba ocurriendo. Solo sabía que, de todos los niños que estaban en el faro, ninguno era el suyo. Oyó un ruido y vio que el pomo giraba. La puerta se abrió y vio a su madre, mirándola con una cara de absoluta pena.
-¿Qué demonios está pasando? Y, lo más importante... ¿por qué estoy en un maldito psiquiátrico?- preguntó Alice.
-Lo siento, cielo. Fue culpa mía- contestó, casi con un susurro.
-¿Qué fue tu culpa?- Alice ya se estaba desesperando. Solo podía pensar en las felices familias que ahora estaban con sus hijos y ella, en cambio, se encontraba en un hospital sin su hijo.
-Me dijeron que era mejor que estuvieras aquí pero yo creía que podría curarte... Pero ya veo que no. Sé que has descubierto a los niños y mucha gente estará en deuda contigo por todo lo que has hecho. Algunos aun están en el hospital porque padecían deshidratación pero la mayoría están con sus padres. Además, un matrimonio vino hasta aquí y me dijeron que te diera las gracias de su parte. Eran los padres de una tal Samantha, creo. Créeme cuando te digo que estoy muy orgullosa contigo pero esto tiene que terminar, hija.
-No te entiendo- contestó Alice. Estaba demasiado abrumada para decir algo más.
-Es sobre Dylan, cariño...- levantó la mano e impidió que su hija pudiera decir algo-. No está con nosotras. Él murió en el accidente que tuvisteis los tres.
-Es imposible, mamá yo he estado...- pero no tuvo tiempo de terminar porque su madre siguió hablando.
-Te has estado imaginando a tu hijo todo este tiempo, Alice. Cada vez que creías hablar con él, solo estabas hablando con el vacío. Tú fuiste la única superviviente.
-¿Qué?- dijo.
De pronto, todo su mundo empezó a derrumbarse. No podía ser, pensó.
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Desaparecido
Mystery / ThrillerLa desgracia vuelve a casa de Alice la madrugada del 2 de julio cuando su hijo de cinco años es secuestrado. Después de perder a su marido en un accidente de coche un año y medio antes, no quiere volver a experimentar el sentimiento de pérdida. Por...