Hablemos de Límites

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Uno de los aprendizajes más importantes en la vida es saber establecer límites. Y para ello, nunca es tarde.

Si usualmente eres una persona permisiva, fácilmente influenciable o víctima constante de las persuasiones de la gente que te rodea, puedes aprender a restablecer tus límites a partir de los aprendizajes de tus experiencias actuales. Para ello, tendrás que tomar la firme decision de hacerte responsable de tu vida y hacer caso a tus propios recursos y criterios para tu crecimiento.

Para comenzar, es indispensable revisar y hacerte consciente de hasta dónde permites que los demás influyan en tus decisiones, así como identificar también qué situaciones están fuera de tu alcance, pues de ello dependerá que esta dentro de tu control y cuanto debes ser flexible con los factores externos.

Aprende a Reconocerte. ¡Tú vales!

Reconocer que tu tiempo, tu opinión, tus sentimientos, emociones y pensamientos, valen y son importantes. Analízate y no tengas miedo a reconocer en ti, que creencias y actitudes hacen que no seas capaz de reconocerte a ti mism@, de lo contrario no sabrás por donde empezar a trabajar en los cambios que quieres lograr.

Identifica la importancia de tus entornos.

Toma lápiz y papel, y comienza haciendo una lista de todas tus características como persona (incluye cualidades y defectos por igual, sin juzgarte). Se honesto y no seas tan autocritico, cada una de estas características te hacen ser quien eres, así que obsérvate detenidamente y evalúa que actitudes quieres cambiar y cuales necesitas enfatizar más. Revisa cuidadosamente que situaciones y/o personas sacan tu peor lado y cuales te dejan experiencias con aprendizajes significativos. Opta por frecuentar las personas/situaciones/actividades que te aportan lo positivo y te hacen una mejor persona.

NOTA: Recuerda que este ejercicio es personal e íntimo y nadie tiene porque husmear.

¡Convéncete a ti mismo: ¡Es tu vida!. Aprende a soltar lo que no es tuyo.

Ahora estas listo para establecer compromisos contigo mism@, e ir practicándolos poco a poco. Al inicio te costará trabajo, pero ponte atención: Cuando comiences a sentirte contrariado, titubeante, no interesado, o simplemente estés frente a una situación no centrada en tu participación o protagonismo, ¡DETENTE! Recuerda tus compromisos, y entonces cordialmente despídete de ello, no aceptes nada solo por temor a quedar mal. Toma tu tiempo, identifica bien y separa tus emociones de la de los demás. No es que estés dando la espalda, estas aprendiendo a establecer límites por tu propio bienestar.

Se flexible ante tus perspectivas.

Una vez que comienzas a trabajar en estos cambios positivos y poco a poco vas estableciendo tus límites, cambios importantes en tu vida se manifiestan. Probablemente, el de mayor impacto es que las personas conflictivas o no auténticas se comienzan a retirar poco a poco.

Ante esto, concentrate en cultivar las relaciones que te brinden sincero respeto, aprendizaje conjunto, crecimiento y sobre todo equilibrio en tu vida, ya que esto va de la mano con el reconocimiento del valor de ti mismo.

Esto mismo, aplica a todos los cambios que vayas detectando en el día a día al escuchar y aprender de tu entorno, ya que harás consciencia sobre lo que ya no es compatible con tus límites y podrás irlos descartando conforme lo necesites.

Aprende a ejercer el desapego

Toma distancia de las personas/situaciones/actividades que no alimentan tu vida de forma sana y equilibrada, definitivamente están llamando a un desapego inmediato. Aprender y poner en práctica esta acción es casi siempre uno de los pasos más difíciles, bien dice que la costumbre puede mas que la intención y el amor. Sin embargo, debes ser consciente que el desapego, también es un hábito por lo que deberás practicarlo constantemente para poder ejercerlo completamente sin remordimientos.

Por último, el más importante: Reafírmate a ti mismo, lo que vales. ¡Reconócete!

Solamente tú eres consciente de los límites necesarios para establecer tu propio equilibrio, ya que nadie es protagonista de tu vida, mas que tu mismo. No tienes que convencer a nadie, mas que a ti mismo de quien eres y cuanto vales. Solo así, podrás conocerte, ser consciente de tus necesidades y trabajar en tu crecimiento y aprendizaje para ser mejor persona y sobre todo ¡SER FELIZ!

Chyo Rosas

Fuente original:

https://www.facebook.com/notes/yo-creo-en-la-salud-integral/hablemos-de-l%C3%ADmites/271164436415670 


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