Travesura Realizada ©

Mandrágoras y Duendecillos

P.O.V. Draco

-¡Ustedes dos, no los encontré en el Expreso , ¿dónde diablos estaban?!

-Lo siento Draco, fuimos con Pansy en otro vagón, creímos que vendrías tú - dijo Crabbe.

-¡La próxima vez los haré puré para Fluffly!

Los dos se miraron indiferentes.

-¿Quién es Fluffly?

Lo había olvidado, ellos no sabían quién era, en realidad, QUÉ era.
La profesora Sprout entró para salvarme.

-Buenos días a todos.

-Buenos días profesora Sprout - dijimos todos al unísono.

-Hola Draco - Hermione se puso a mi derecha junto a Harry y Ron.

-¿Qué hacen ustedes aquí?

-Pues estamos en clase ¿no? - dijo divertido el pelirrojo.

-Bienvenidos al invernadero 3, alumnos de 2do año - presentó la profesora - Ahora todos júntense y acérquense por favor.

Teníamos unas macetas con una planta muy verde mediana.

-Hoy replantaremos Mandrágoras. ¿Alguien puede decirme las propiedades de la raíz de mandrágora ?

Hermione, como siempre,levantó su mano.

-¿Srta. Granger?

-Mandrágora o Mandrágula, es usada para regresar a los petrificados a su estado normal. También son peligrosas. El grito de la mandrágora mata al que lo oye.

-Perfecto, 10 puntos para Gryffindor.

Harry y Ron la miraron orgullosos. Yo apoyé mi brazo en su hombro. Haciéndola sonrojar. Pero la quité rápido, me había acordado de lo que me dijo papá. "No hacer contacto con impuros".

-Pero como nuestras mandrágoras aún son bebés, sus gritos no matan. Pero si los pueden noquear, para eso les entregué unas orejeras de protección. Ahora pónganselas rápido.
Iba a agarrar las orejeras de mi derecha pero Hermione las tomó primero, haciendo que tomará su mano. La miré y me sonrió pero no se la devolví.

-Llévatela tu, fue error mío - le dije.

-Está bien - casi tartamudeaba - gracias.

-Ajústenlas bien y miren con atención - todos miramos a la profesora Sprout - Agarran firmemente a la mandrágora y jalan fuertemente - el grito era tan fuerte y agudo que me hizo apretar fuertemente mis orejeras- pasen la mandrágora a la otra maceta y la cubren con más tierra.

Longbottom se desmayó y cayó.

-Ay, sólo déjenlo ahí - todos reímos - bueno sigan que hay macetas para todos. Agarren a su mandrágora y jálenla.

Todos lo hicimos al mismo tiempo, haciendo quebrar poco a poco nuestros oídos con sus gritos.
A mí me parecían tan estúpidas. Metí mi dedo en su boca pero me mordió, tuve que jalar mi dedo muy fuerte.

-Permítanme presentarles a su nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras - de la puerta salió un profesor rubio con una túnica muy larga - Yo, Gilderoy Lockhart. Orden de Merlín, tercera clase, miembro de la liga de Defensa Contra las Artes Oscuras y ganador , 5 veces , del premio que otorga la revista Corazón de Bruja - Hermione lo miraba deseada, cómo a las chicas les podía gustar a un idiota como éste, no podía creer que esté enseñando en Hogwarts- a la sonrisa más encantadora. Pero no hablaré más de eso. Ahora les advierto, es mi trabajo armar los contra las más feroces criaturas conocidas en el mundo de la magia - con su varita golpeó una jaula tapada con un trozo de tela, haciéndolo mover - puede que sea aquí donde se enfrenten Los miedos más terribles, sepan que nada les pasará mientras yo sea su profesor, absténganse de gritar - con su mano quitó el trapo, dejando ver unas criaturas azules.

-Duendecillos de Cornualles - dijo Seamus.

-Duendecillos recién capturados - Seamus siguió riéndose - búrlese si quiere señor Finnegan, estos duendecillos pueden ser muy engañosos y diabólicos. Veamos qué pueden hacer con ellos.

El profesor los liberó de la jaula, haciéndonos entrar en pánico a todos. Comenzaron a desordenar todo el cuarto. Incluso, dejaron a Neville colgado en el candelabro. También hicieron caer el esqueleto de dragón que había en el salón.
Fui a buscar a Hermione, Harry y Ron. Estaban cerca del escritorio.

-¿Qué haremos? - dije en pánico.

-¡Ya basta! - Hermione sacó su varita y gritó- ¡Inmobilus!

Los duendecillos dejaron de moverse y se quedaron flotando.