Epílogo

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P.O.V. Draco

Ya habían pasado unos 15 años desde que terminé de estudiar en Hogwarts, mi mente ya no se acordaba de lo que pasó en ese tiempo... y creo que tampoco lo recordaba cuando estaba en él. Parecía como si hubiera un flash borrando mi mente. Se sentía pesado al pensar en eso, causaba mareos y sentía que me desplomaría, se sentía aún peor cuando pensaba en esa vez que "desperté" junto con Granger.

-Draco, rápido - Astoria interrumpió mis pensamientos - ¿Ya olvidaste que hoy debemos despedir a Scorpius? - me dijo desde el primer piso algo apurada.

Regresé al mundo normal y sacudí mi cabeza, había soñado despierto.

-Emm... sí, sí lo sé.

-¡Pues baja ya! Se nos hace tarde.

Di una última revisada a mi reflejo, una revolcada de pensamientos me mareó, parecía como si hace unos segundos hubiese sido un adolescente, me veo a la cara y en un parpadeo soy marido de Astoria Greengrass y padre de Scorpius.
Quité el poco polvo que tenía mi saco, lo planché con mis manos y acomodé la corbata. Salí de la habitación para bajar las escaleras y me senté para tomar un breve desayuno.

-Scorpius quiere verte - dijo Astoria.

Abrí mis ojos ligeramente más de lo normal, no creí que estaría nervioso desde la última semana. Cuando terminé la bebida, llevé los platos y la taza al lavadero y subo de nuevo las escaleras, al llegar al cuarto de Scorpius veo una habitación casi al completo vacío. Y lo veo a él, un poco sonrojado, seguramente por la emoción.

-¿Querías verme, Scorpius?

-Papá, ¿Así te sentías el día de ir a King's Cross?

-¿A qué te refieres con "así"? - dije sonriéndole.

-Quiero decir... Angustiado, ansioso, inquieto, sofocado...

Reí ligeramente mientras le acomodaba el saco.

-¿Mencionarás todos los adjetivos de emocionado? - carcajeó - Sí, un poco, pero era porque esperaba mi carta desde hace mucho tiempo - no deje de sonreír desde que mi mente recordó aquellos tiempos - no sabes lo emocionado que estaba cuando mi padre me la trajo. Saltaba de lo feliz que estaba.

-Debiste estar peor que yo entonces - río.

Hubo un breve silencio. Mis ojos rondaron por toda la habitación.

-¿Que ves, papá?

-Tu cuarto... - me quedé mudo un momento - siento que si te vas, no volverías.

-Sabes que no es verdad - me sonrió - volveré en Navidad y en vacaciones.

Levante a Scorpius y mientras lo cargaba nos abrazamos muy fuerte. El cambio me parecía bastante radical, un día estar juntos y en un parpadeo se iría de aquí por meses. Iba a extrañarle mucho.

-Te echaré de menos, chiquito - río.

-Yo más - me abrazó aún más fuerte.

-Vámonos que se nos hará tarde y no quiero que pierdas el tren.

-Está bien.



Travesura Realizada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora