Por la tarde después de cenar, Tom intentaba convencer a su madre de que nos iríamos los cuatro a pasar la noche al depto. De Tom, era más cómodo ya que los niños no dormían con nosotros, y sin mencionar que teníamos otros planes.
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María Fernanda - (llegando al depto.) Siempre tendremos problemas de salir de tu casa más que de la mía
TOM- ya sabes, mamá no puede vivir sin el único hijo guapo que tiene, y que otra mujer lo tenga también la pone algo celosa, y para cuidarme no me deja salir de casa, dice que soy muy bonito y me pueden raptar
María Fernanda - (reí) que loco estás, la verdad es que tu madre no me quería dejar ir a mí, porque dice que soy la única mujer que vale la pena con las cuales has estado
TOM- oye, has sido la única mujer con la cual he estado, perdí mi castidad contigo ¿ok?
María Fernanda - (reí) claro, como tú digas
Dejé la pañalera sobre el sofá y más atrás me dejé caer yo, me quité mis zapatos mientras miraba como los pequeños caminaban por todo el lugar, no podía creer lo grandes que estaban y parecía que tan solo ayer estaban aun dentro de mí.
Observo como Dylan se dirigía hacia Tom para que lo tomara en sus brazos, él lo alzó sin mayor dificultad, se sentó a mi lado mientras el pequeño jugaba con su rostro y reía con las caras que hacia Tom.
Ya por la noche después de hacerlos dormir a ambos, me quedé algunos segundos más arropándolos y mirándolos mientras dormían, besé sus frentes y salí de la habitación con cuidado para no despertarlos, y entré a la de Tom, estaba recostado sobre la cama viendo televisión, llevaba puesto tan solo una ajustada camiseta blanca y su sensual bóxer, cerré la puerta y el sonido llamó su atención, solo me sonrió y volvió a poner su vista en el televisor, me comencé a desvestir sin mayor apuro, solo quedé en ropa interior, subí a la cama y me recosté a su lado acariciando su pecho, se acomodó en la cama de costado para abrazarme, rodee su cuerpo con mi brazo apretándolo aun más a mi cuerpo.
María Fernanda : ¿Qué vamos hacer ahora?
TOM: ¿ver una película?
María Fernanda : ¿Qué?
TOM: (sonríe) tranquila, todo por paso mi amor, o querías que te abriera de piernas y te follara ¿ya?
María Fernanda : no, es solo que... una película
TOM: pero no es cualquier película, todo es acorde a la ocasión
No podía imaginar qué tipo de ocasión se refería Tom, era un hombre poco predecible, tomó el control remoto para poner su "película acorde a la ocasión"
Era de suponerse que tipo era, aunque ya había pasado tiempo de mi primera vez teniendo relaciones sexuales, y las que siguieron, jamás me dio la curiosidad de ver pornografía, sería como mi primera vez, Tom se acomodó y pasó su brazo por detrás de mi cabeza, me apoyé en su hombro para estar más cómoda y cerca de él. Sentía frío al estar solo en ropa interior sobre la cama por lo que me cubrí con las sabanas, cubriéndolo a él también, nos volvimos abrazar mientras comenzaba la película, no me había equivocado del tipo que era, apenas en el comienzo las imágenes eran fuertes y muy excitantes, definitivamente mi vista no se despegaba del televisor en ningún momento, y tener a Tom a mi lado era mucho mejor aun, podía sentir como su corazón se aceleraba con cada imagen, al igual que él mío. Era sorprendente el tamaño de los senos de esas mujeres, era casi irreal ¿Cómo a los hombres les podía gustar algo así? Era solo silicona, jamás entendería a la mente masculina, aunque de igual forma la polla de esos tipos dejaba en vergüenza a cualquier hombre que viera ese tipo de películas, inclusive a Tom. En otra escena dos hombres teniendo sexo con una sola mujer, eso se notaba excitante, y creo que se podía disfrutar mucho.
María Fernanda : ¿Por qué te gustan este tipo de películas? ¿No te basta con lo que tú haces?
TOM: ¿te incomoda?
María Fernanda : no, solo es curiosidad
TOM: no lo sé, son interesantes
María Fernanda : ¿en qué sentido?
TOM: puedes conseguir nuevas ideas, para que sea tan rutinario ¿no?
María Fernanda : puede ser, ¿Por qué nunca has tomado la idea del trió?
TOM: (me miró extrañado) Porque no, a menos que tú quieras llamar a una de tus amigas, por mi no hay problema
María Fernanda : no, al revés
TOM: entonces no, yo no te compartiría con nadie
María Fernanda : ¿Por qué?
TOM: porque eres mía
María Fernanda : y tú mío, tampoco te compartiría con ninguna otra mujer
TOM: ¿ni con Dayán? Digo, ella merece mi amor ¿no?
María Fernanda : (sonreí) es diferente, es nuestra pequeñita
TOM: ok, entonces yo solo te comparto con Dylan
María Fernanda : está bien (besé sus labios) me conformo con eso, aunque reitero que sería excitante estar con dos hombres al mismo tiempo
TOM: ¿conmigo no te basta?
María Fernanda : eres uno, no es lo mismo
TOM: yo solo puedo hacer que sientas como si cinco hombres te follaran al mismo tiempo
María Fernanda : (reí) ¿y porque no lo has hecho?
TOM: porque no quiero dañarte, puede ser peligroso
¿Peligroso? Si claro, tomé el control para apagar el televisor, y me monté sobre su cuerpo, puse mis manos sobre sus brazos y lo miré fijamente a los ojos.
María Fernanda : ¿dañarme? No temas por eso, solo hazlo
Tom se sentó en la cama y besó mis labios, quizás no era como cinco hombres, pero con él me bastaba. Abracé su cuello y continué su beso, sus manos rápidamente acariciaban mi piel con lentitud y recorrían toda mi espalda, que entre sus manos se hacía pequeña, intentaba arrebatarle su camiseta de una vez para tocar su piel, cuando lo hice acaricié su pecho y crucé mis brazos hacia su espalda, para acariciar toda su piel. Lentamente sus manos desataron el broche de mi sostén para quitarlo, acarició mi pecho completamente, cubría mis senos con sus grandes manos mientras besaba mi cuello, me encantaba sentir sus manos sobre mi cuerpo. Logró que me recostara suavemente, examinó mi cuerpo de pies a cabeza y acarició mi mejilla para acabar delineando mis labios con su pulgar.
TOM- eres perfecta (susurró)
María Fernanda - (besé su pulgar) Te amo
TOM- yo también, gracias por hacerme feliz
No pude evitar sonreír, y abracé su cuello para besarlo, quitó su mano de mi rostro y bajó su mano lentamente rozando sensualmente sus dedos contra mi piel, internó su mano minuciosamente dentro de mi ropa interior, soltó mis labios y miró hacia donde estaba su mano, apreté mis piernas dejando su inquieta mano atrapada, él sonrió junto conmigo, compartíamos todo y eso me gustaba de nuestra relación. Tom volvió a besar mis labios mientras buscaba dentro de mi ropa interior ese punto preciso que me hacía perder la cabeza cuando me tocaba, odiaba que conociera mi cuerpo mejor que yo y que supiera cada una de mis debilidades, eso podía ir en mi contra pero por ahora solo pensaba en disfrutar, Tom movía sus dedos con gran maestría por todo mi sexo, lentamente hizo que separara las piernas nuevamente para dejarle el camino libre y que hiciera conmigo lo que se le antojara, sentí como mi cuerpo comenzó a reaccionar, aun más cuando Tom dejó mis labios para descender por un exquisito camino de húmedos besos, se mantuvo unos cortos minutos tensando cada pezón de mis pechos, podía sentir su lengua tocar mi piel, sus labios cerrarse con fuerza sobre la cima de mis senos y succionar con fuerza, cada vez que lo hacía ponía mi mano sobre su cabeza enredando mis dedos en su cabello, me gustaba sentir cuando su legua recorría todo el resto de mi pecho haciéndome sentir una mujer única y deseada por él, solo me importaba que él quisiera todo de mí, que él hiciera lo más conveniente para hacernos sentir bien a ambos, él sabía lo que nos gustaba, él era un experto.
Nuevamente siguió descendiendo hasta encontrarse con mi estomago, acarició mi piel con la yema de sus dedos, produciendo un cosquilleo inquieto sobre la zona que tocaba.
Su boca llegó hasta el borde de mi pantaleta, abrió su boca para tomar la delicada tela entre sus dientes y jalarla. Cuando por fin me tenía totalmente desnuda y a su disposición, subió dejando un camino de dulces besos por mis piernas, acariciaba mis muslos e intentaba separar un poco más mis piernas, dejé que mi cuerpo se relajara y que Tom lo manejara a su antojo, su cabeza se perdió entre mis piernas y solo pude sentir su tibia lengua sobre la sensible piel de mi sexo, sus dedos rozaban descaradamente la húmeda entrada, levantaba un poco la cabeza para ver lo que hacía y era realmente excitante, comencé a jadear ante sus múltiples caricias, una de sus manos subió hasta mi pecho para acariciar completamente uno de mis senos. Volvía a reiterar, era uno solo pero me hacía sentir de maravilla, ¿para qué otro hombre si tenía a Tom? Estaba ida en el placer, solo sentía sus labios y sus dedos rozar con lentitud y pasión, de pronto sus labios comenzaron a subir nuevamente, su lengua rosaba la piel de mi estomago, pero sus dedo aun seguían rozando con frecuencia mi clítoris, mis manos recocerían su espalda una y otra vez, su piel estaba en llamas, y me encantaba.
Tom devoraba mi cuello, sus manos tocaban cada parte de mi cuerpo y rozaba con frecuentemente su erección contra mí.
TOM- como extrañaba estar así contigo, preciosa
María Fernanda - (acaricié su rostro) yo también
TOM- no se notó, siempre me rechazabas
María Fernanda - con el dolor de mi alma (besé sus labios)
TOM- pero ya eres mía, (besó mi cuello) toda la noche
María Fernanda - (abrazándolo) soy toda tuya mi amor
Tom besó mis labios y acarició mis muslos para separarlos aun más, lentamente sentí como su miembro entraba en mi sexo, solté sus labios para poder gemir, esa exquisita sensación recorriendo mi cuerpo era única, los lentos movimientos de Tom hacia que desesperadamente le pidiera más. Apretaba sus brazos con fuerza, sus fuertes músculos me encantaban, estaba encerrada entre sus fuertes brazos, su cuerpo se balanceaba al ritmo de sus embestidas, disfrutaba cada roce, cada caricia, cada beso, su cuerpo era mío.
Había ocasiones en las cuales Tom parecía un pulpo, sentía sus manos en diferentes partes de mi cuerpo, y sus labios recorrían cada centímetro de mi piel, oír sus quejidos era fabuloso aun más cuando sabía que era yo la que los provocaba, acariciaba su cuerpo, y lamía contantemente su cuello, gemía cerca de su oído y me encantaba cuando ahora mis gemidos con sus salvajes besos.
Podría durar horas así, pero horas sería algo irreal, los movimientos de Tom se hacían profundos y veloces, mordía sus hombros para evitar gemir un poco, mi mente se puso en blanco cuando una oleada de placer recorrió todo mi cuerpo, caí desfallecida sobre la cama disfrutando cada segundo de mi placentero orgasmo mientras Tom ansiaba llegar al suyo, solo oí el embrutecedor gruñido que salió de su boca, inclinó su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados y su boca entre abierta intentando respirar.
Tom me miró fijamente, nuestros pechos se movían agitados por la dificultosa respiración, se acercó a mí lentamente, dejando nuestros rostros al mismo nivel, me besó tiernamente, sin prisa se recostó a mi lado seguí su beso quedando de costado frente a él de igual forma. Nos miramos fijamente a los ojos cuando nuestro beso cesó.
TOM- me encantas
María Fernanda - ¿mucho?
TOM- demasiado
María Fernanda - ¿qué te gusta de mí?
TOM- todo
María Fernanda - ¿Qué es todo?
TOM- todo, no sé, desde la primera vez que te vi, sentí cosas
María Fernanda - cosas, ya veo
TOM- no lo tomes a mal, no sé cómo explicarlo
María Fernanda - entiendo, dime una cosa ¿los hombres se enamoran realmente? O solo es un juego de actuación
TOM- ¿lo dices por mí?
María Fernanda - no, por todos en general
TOM- no sé qué pensarán todos los hombres o cuáles serán sus mentalidades, pero yo antes pensaba que el amor no existía que solo las chicas inventaban esas cosas, pensaba que solo existía el placer carnal, pero ahora me doy cuenta que no es así, no se siente lo mismo tener sexo que hacer el amor
María Fernanda - ¿Cuál es la diferencia?
TOM- cuando tú y yo nos conocimos, no creo que a la primera instancia nos hayamos enamorado, fue solo atracción, nos gustamos, tuvimos sexo pero después de acabar cada uno seguía su vida normal, ahora por lo menos yo me preocupo de que te haya gustado, que te sientas bien, alagarte, acariciarte, que te sientas la mujer más dichosa del mundo, me cercioro de que seas feliz a mi lado y no solo en la cama sino en todos lados, yo contigo no siento placer solamente cuando hacemos el amor, disfruto todo, un beso, una caricia, hasta un mínimo te quiero, disfruto ver a mis hijos crecer, todo, y también dicen que un hombre solo se puede enamorar de una mujer, pueden haber muchas pero solo se ama a una, deberías sentirte afortunada de que seas tú la mujer que amo, y sabes que no habrá otra
María Fernanda - (sonreí) soy la mujer más afortunada del mundo desde el minuto que te dije hola por primera vez
Acaricié su rostro y besé sus labios cerrando mis ojos con fuerza, yo también lo amaba, más que a mi vida, más que todo en el mundo.
TOM- ¿y tú cuanto me amas? (preguntó de pronto)
María Fernanda - mucho (sonreí)
TOM- ¿solo mucho?
María Fernanda - ¿Qué más quieres oír? Que eres mi vida, que te amo por todo, que eres el mejor hombre del mundo, que sin ti yo o sería la misma
TOM- ¿Por qué no?
María Fernanda - porque por ti he cometido cosas que jamás me hubiera atrevido, por nuestro amor he roto regla tras regla, por ti me he hecho más fuerte, por ti tengo algo porque vivir, te amo Tom
TOM- y yo a ti mi princesa
Nuestros labios se unieron una vez más, y lo mejor de todo es que nuestros besos no se agotarían tan pronto, Tom afirmó mi cintura con delicadeza y me atrajo aun más hacia su cuerpo, no había espacio entre nosotros y sentía que nuestros cuerpos encajaban a la perfección, que nuestras manos estaban hechas para tocar al otro, disfrutaba acariciar su cuerpo, disfrutaba que él me tocara, que fuera él único que lo hiciera, y cada noche me prometía que con Tom sería el único hombre que compartiría estos momentos...
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~*Por Amarte Así*~
Fanfiction_____ Schäfer, era una adolescente multimillonaria, Hija del mejor empresario del país, estaba acostumbrada a una vida de lujo pero después de ir de vacaciones con su novio su vida cambió al conocer a Tom, un chico sencillo y de una familia humilde...