Ungodly Hour

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Miraba a mi al rededor mientras caminaba por el pasillo, esto era mucho mejor de lo qué una vez imaginé, abrí la puerta de la primera habitación y sonreí, todas las habitaciones se parecían un poco, las tres eran bastante grandes y eso me hizo feliz, pues cada una se sentiría cómoda y tendríamos nuestro espacio para hacer nuestros trabajos de la universidad y concentrarnos mejor.

—Pay, ¿Te gusta todo esto?—Preguntaba Lauren con una tierna sonrisa.

—Wow, Lau. En realidad todas las habitaciones son lo suficientemente grandes cómo para qué vengas a molestarme a la mía así qué me encanta—dije divertida mientras quitaba sus lentes de su rostro. Lauren rió.

—¡Vamos, Paige regresamelos! ¡Sabes qué no veo!—dijo saltando por ellos y yo reí volviendo a ponérselos.

—Es genial qué hagas esto conmigo, Lauren—dije con sinceridad.

—Si, también te amo, Paige—yo reí.

—Eres la mejor, ¿lo sabes?—ella asintió tiernamente.

—Aww, ¿y yo? ¿no me unen a la hora de las cursilerías? —Bromeó Jessica abrazandome junto a Lauren. Reímos.

Jess, Lauren y yo nos conocimos desde el segundo grado, cuándo Jess había olvidado su desayuno y yo le compartí el mío, luego comencé a bromear acerca de su altura y Lauren se unió a mi para jugar con ella y nos terminamos convirtiendo en las mejores amigas.

Dejar Inglaterra fue un poco difícil para mi, pues allá se encontraba mi familia y mis hermanos, pero simplemente yo no podía seguir estando allá, cada cosa qué veía me recordaba a mi madre y cómo fue asesinada, mis hermanos lo habían superado por qué ya van 3 años desde que eso pasó y uno siempre tiene qué seguir adelante, pero yo estaba prisionera de recuerdos, necesitaba irme, necesitaba dejar ir y por eso vine aquí, para poder seguir y cumplir mis sueños. Con las chicas decidimos bajar para conversar un poco.

—Chicas, recuerden qué debemos organizar nuestras cosas—Dijo Jess mientras acostaba su cabeza en mis piernas.

—Vale—respondí.

—¿Ya has elegido una habitación, Paige?—preguntó Lauren mientras sacaba algo para la cena.

—Hm... Si, me gusta la qué tiene la ventana—Lauren sonrió.

—Eso es fantástico—sonreí y besé la mejilla de Jess antes de ponerme de pie.

—Chicas, si no les molesta, estaré en mi habitación organizando mis cosas—Jess sonrió.

—No te preocupes, Pay. Haz lo qué tengas qué hacer, yo ayudaré a LH con la cena—Lauren río.

—Está bien, te quiero, Jess—dije desde el escalón.

—Me encanta como dicen «Eleich»—Dijo Lauren refiriéndose a -LH- . Yo reí.

—Es por la pronunciación—Dijo Jess sonriente.

—Ve a hacer lo qué tengas qué hacer y luego te das una ducha relajante, ¿vale?, te llamaré cuándo esté lista la cena—Dijo Lauren con dulzura, ella siempre se preocupa mucho por mi desde la primera vez qué decaí.

—Vale, te amo—dije antes de subir.

Mientras comenzaba a ordenar la espaciosa habitación sentí un vacío en mi pecho y recordé a mi madre, realmente la extrañaba, siempre está en mi mente cada día qué pasa, si quizás la hubiese protegido más, ella estuviera aquí, sentí lágrimas acumularse en mis ojos cuando recordé a ese hombre, cómo lo odié, aún lo odio y eso no cambiará, el me arrebató lo más importante de mi vida y eso yo jamás lo perdonaré. Terminé de arreglar mi habitación y luego tomé una ducha, me puse un pantalón de chándal ajustado y una sencilla camisa blanca, abrí mi ventana y me acosté un rato a ver la televisión.

This Broken Sound p.h, c.lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora