This Broken Sound p.h, c.l

Look After You

—¡No, no, no! ¡Por favor!—Chloe gritaba mientras empujaba a Paige entre sueños.

—Chloe, s-soy yo, s-soy yo, no te haré daño, soy yo, soy Paige—Chloe sin abrir sus ojos se aferró a las manos de Paige.

—¿P-Paige?—Preguntó con dificultad.

—Si, si cariño soy yo, por favor, abre los ojos—Dijo mientras acariciaba su cabello.

—Por favor—Chloe rogó con sus ojos llenos de lágrimas.

—Te prometo qué soy yo, Chloe. Por favor, princesa, abre los ojos—dijo levemente mientras lágrimas comenzaban a salir de sus ojos. La niña se quedó en silencio sin moverse unos segundos hasta qué poco a poco abrió sus ojos y al mirar a Paige allí rompió a llorar aún peor.

—P-perdón...—la niña dijo y Paige negó.

—Nunca te vuelvas a disculpar por esto—La mayor dijo mientras besaba su cabeza y la abrazaba con fuerzas sin importar manchar de sangre su camisa blanca—¿Por qué no ha venido tu madre? He podido oírte desde mi habitación.

—Huh... Ella tuvo quimioterapia hoy, jamás podría oírme y sí me oye no se puede levantar—Paige acarició levemente su mejilla.

—¿Ya ha pasado esto antes?—La niña asintió con lágrimas bajando por sus mejillas—No llores—Se sentó a su lado para abrazarla con fuerzas—¿Por qué no me habías dicho acerca de esto? Soy tu amiga, ¿recuerdas?—Chloe sólo se recostó de Paige respondiéndole algo totalmente distinto.

—No me dejes, p-por favor—Paige sólo la sostuvo entre sus brazos y se limitó a acariciar su cabello.

—Sh... no te voy a dejar, soy diferente, lo prometo—dijo sosteniéndola, ni si quiera le importó su camisa manchada, sólo le importaba la pequeña rubia qué estaba en sus brazos—No soy cómo ellos, ¿entiendes?, te quiero—repetía acariciando su cabello.

—Q-quisiera qué todos fueran cómo Paige—susurró la pequeña entre lágrimas logrando qué el nudo en la garganta de la mayor se rompiera por segunda vez.

—No necesitas ni necesitarás a nadie más, conmigo bastará, lo prometo. Yo estaré siempre aquí, ¿okey?—Chloe asintió—Ven, ahora vamos a limpiarte. ¿Te duele la cabeza?

—Sólo un poco—Paige asintió tomándola de la mano para bajar las escaleras. La tomó de la cintura y la cargó sentándola sobre la mesa bar mientras traía una pequeña toalla blanca, la humedeció un poco con igual y comenzó a limpiar su rostro—P-por mi culpa he arruinado tu camisa—Paige negó mientras seguía en su rostro.

—No lo vale. Nada lo vale más qué tú, eso es lo único qué me importa—dijo algo seria pero sin perder la dulzura. El corazón de Chloe latía fuerte, ella no pudo evitar romper la distancia y abrazar con fuerzas a la ojiazul, haciendo qué la pequeña toalla caiga al suelo. Paige sintió su corazón apretar cuándo sintió a Chloe volver a llorar en sus brazos, ella sabía qué lo necesitaba, la pequeña niña estaba asustada y necesitaba a alguién qué sólo estuviera para sostenerla en sus momentos duros, aunque sea en silencio pero sólo lo necesitaba, necesitaba unos brazos qué no la dejaran caer y Paige quería hacerlo, ella tenía esos brazos, ella quería ser para Chloe, ella quería cuidarla de todo mal, quería hacerla luchar. No quería ser su amiga, quería ser más qué eso, pero ella sabía también qué la pequeña de ojos marrones ya tenía muchísimo qué soportar cómo para ponerse a pensar en estar en una relación, lo qué no sabía era qué la dulce rubia, había estado esperando algún paso de parte de la mayor, ella ya había destrozado esas barreras. Chloe podía no saber con exactitud qué era el amor, debido a qué su fracturado cerebro se había encargado de borrar todo rastro de información después de su accidente, pero ella lo sentía, podía sentirlo, ella quería demasiado a su madre, y quería a Paige tanto cómo ella, pero de formas distintas, por ejemplo, ella pensaba en su madre, pero cuándo pensaba en Paige sentía un cosquillas en su estómago y sus mejillas le quemaban, era distinto. Paige cargó a la pequeña en sus brazos y se agachó para coger la toalla y ponerla dentro del cubo de basura, luego se sentó en el sofá con la niña acostada sobre ella y se limitó a meserla en sus brazos y cantarle.