Even My Dad Does Sometimes

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—Y-yo...—Paige puso una mano en sus labios rápidamente.

—Shh, no digas nada. Te amo—Repitió. Y se arrimó para besar sus labios—Eres lo mejor qué me pudo haber pasado, ¿Lo sabes?—Chloe sonrió mientras lágrimas salían de sus ojos. La niña asintió leve—No llores. Lo mereces.

Chloe no pudo hacer más nada qué llorar aún más. Nunca se había sentido amada, realmente amada, su corazón parecía querer dejar el espacio entre su pecho y había perdido su habilidad para hablar. Paige acercó su cabeza a su pecho y acarició sus cabellos besando la parte alta de su cabeza.

—Gracias por amarme, te amo también—Paige sonrió.

—¿De verdad lo haces?—Paige preguntó y Chloe sonrió.

—Si—Respondió.

—¿Cómo lo sabes?—Preguntó con un tono dulce. Luego se arrimó más cerca dando un beso en su mejilla.

—Te amo porque simplemente eres Paige. Y Paige es muy buena, Paige me cuida, me defiende, me canta canciones, nunca me deja sola—Paige sonrió y sintió su corazón latir—y además...—Continuó—Paige me ama y siempre sabe hacer qué yo lo sepa. Por eso te amo, porque eres Paige y nadie se compara a Paige. Paige es diferente y perfecta, puede hacerlo todo y aunque a veces no pueda nunca dice que se va a rendir, siempre intenta y aunque hayan pesadillas y malas personas tú las empujas lejos y aunque no esté en casa, tú me haces sentir en casa... Bueno, yo... Paige es mi casa—Paige dejó sus lágrimas salir nuevamente y besó sus labios con dulzura.

—Mi amor, eres perfecta, eres hermosa, eres dulce, eres tierna. No puedo evitar sentirme cautivada contigo. Te amo mucho, Chlo. De verdad, no sé dónde estaría ahora sí no te hubiese conocido—Chloe rió.

—Paigey, aunque no seas mía y yo no sea tuya en mundo no terminará—Paige rió esta vez.

—Lo sé. Pero también se qué sí no te hubiese conocido no fuera tan feliz cómo soy ahora mismo—Respondió la mayor. Chloe se sonrojó levemente.

—Yo siguiera triste si no fuera por Paige—La niña respondió. Paige sintió su corazón latir con ansias y rió cogiendo sus dos mejillas y besando su frente—Gracias por amarme.

—Gracias por llorar en la ventana—Paige dijo para luego besar su frente.

—Vámonos, por favor—Chloe dijo con una sonrisa tomando la mano de Paige y entrelazandola con la suya.

La mayor sonrió y se acercó besando sus labios levemente para luego caminar hacia afuera.

Mientras caminaban al auto con comenzó a sentirse extraña y pudo divisar algo a su alrededor así qué decidió avisar a Paige.

—Paigey...—Chloe llamó a la mayor y se aferró un poco al brazo de Paige.

—¿Si, amor?—La ojiazul respondió. Chloe se sonrojo por el apodo pero se sostuvo de ella con fuerzas—¿Qué pasa, nena?—Paige preguntó confundida.

—Hay un hombre feo con ropa negra que nos sigue—Contestó temerosa.

Maldita sea. ¿¡Quién diablos era ése hombre!?

Paige ya estaba empenzando a molestarse, pero tenía miedo. Ése extraño hombre no paraba de acosarlas. Había estado en la presentación. Y lo qué suena más morboso, era qué había estado espiando a las chicas mientras dormían.

El hombre iba una calle tras ellas y Paige se arrepintió se haber dejado el auto en el garage de la casa de Nicole qué estaba a unas cuantas calles. Ella apretó la mano de la niña asustada que estaba sosteniendola. Chloe no era boba. Ella sabía qué las seguían.

This Broken Sound p.h, c.lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora