Tenerife Sea

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Chloe definitivamente formaba parte de su vida, pero era distinto, ella tenía su vida, la pequeña rubia se había convertido en una de las personas más importantes en su vida, Paige no recordaba la última vez en la qué su corazón latió tan fuerte en su pecho. El corazón de la mayor varias veces había sido hecho trizas, pero ahora llegaba Chloe y lo cambiaba todo con su hermosa forma de ser qué no dejaba de sorprenderla, lo qué Paige más amaba era la forma en la qué la niña luchaba cada día para poder volar en su vida teniendo aún el montón de condiciones, pero cómo habían momentos buenos, también habían momentos malos, los dolores de cabeza de Chloe habían aumentado y era un carga terrible, a veces el dolor podía volverse contusión y provocaba qué la nariz de Chloe comenzara a sangrar. Cuándo eso pasaba, Chloe sólo gritaba y tapaba sus oídos, el dolor se volvía insoportable y cuándo era lo suficientemente grave, le daban convulsiones.

Era miércoles en la tarde cuándo la pequeña rubia entro a su habitación al llegar de su cita terapéutica y se encontró con Paige sentada en su cama. Ella sonrió ampliamente y se lanzó a su regazo.

-Hola-susurró Paige mientras acariciaba su cabello.

-Hola-La niña respondió.

-¿Cómo te sientes?-Ella la miró a los ojos y se encogió de hombros.

-Te extrañé-Dijo la niña con ternura.

-Yo también, Chlo-y de pronto Paige se ruborizó-Yo... Huh, M-me preguntaba s-si, si querías salir conmigo hoy, Chloe-Chloe sintió sus mejillas arder.

-Quiero-Dijo mientras asentía frenéticamente. Paige sonrió.

-Gracias-dijo Paige mientras se acercaba para dar un beso en frente-Te prometo qué será la mejor cita de tu vida.

-Paige...-Chloe susurró-Nunca estuve en citas-Paige la miró fijamente-Estuve en una, pero... No era lindo, no sé cómo actuar en una cita linda, Paige...-La mayor sintió sus mejillas arder.

-¿Q-qué te hace pensar qué será una cita linda?

-Por qué saldré contigo-El corazón de Paige se agitó con fuerzas en su pecho-¿Qué debo hacer en las citas lindas?-Paige suspiró.

-Sólo sé quién tú eres-Dijo la mayor mientras salía por la terraza.

Chloe sonrió para sus adentros y corrió a la habitación de su madre.

-Mamá-La mujer sonrió a su pequeña hija.

-¿Si, cariño?-Chloe con nerviosismo se sentó en frente de su madre.

-Y-yo, yo, Paige... M-me invitó a una cita linda-Christi sonrió-¿Cómo puedo ser normal al menos un día?

-Hija, ¿qué te hace pensar qué eres anormal? ¡Eres perfecta!-Dijo riendo.

-Quiero ser cómo otras niñas para Paige-dijo mientras sus mejillas se ruborizaban.

-Chlobird, no necesitas ser cómo las otras chicas para gustarle a Paige. Ella te quiere cómo eres, te acepta tal cuál eres y le gustas así. Paige no quiere qué tú cambies, te lo aseguro, sólo sé tú misma-Ella recordó qué esas fueron las mismas palabras exactas qué la mayor le había dicho antes de desaparecer por su terraza. Sintió su corazón latir, era cierto, Paige la quería y ella quería a Paige.

A las 6 en punto, una Paige muy nerviosa arreglaba su jersey una y otra vez delante del espejo. Miró su reloj.

-¡Mierda! Son las seis-dijo corriendo por la ventana-¡NO! ¡tengo qué ser formal! ¡No pasaré por la ventana! ¿Qué hago?-Se preguntó con nervios.

-Sólo toca su puerta imbécil-saltó con la voz de Lauren tras ella.

-CIERTO-dijo corriendo escaleras abajo, hasta qué notó qué Lauren en realidad había aparecido de la nada y retardadamente pegó un grito del susto-¡LAUREN!-Lauren rió.

This Broken Sound p.h, c.lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora