Mi estúpido jefe

Dia triste

Creo que desde que llegue a esta ciudad este ha sido el momento mas triste por el que he tenido que pasar, presenciar este momento es muy duro para mi, el entierro de alguien que fue como un padre para mi, de quién me brindó una oportunidad de empleo cuando más la necesitaba, es increible lo que la edad hace con las personas. Es un ciclo; naces, estudias, sueñas, te esfuerzas, lo logras y mueres.

Salgo de mis pensamientos y observo a mi alrededor, veo a sus familiares, amigos y empleados, pero mi mirada se detiene en Axel, veo como Griselda lo consuela y mi mundo se destroza, eso me hace sentir mas dolor del que ya siento, si es posible.

Cuando termina el entierro todos depositan sus flores sobre la tumba ya hecha, espero un momento a que se despeje un poco y cuando todos terminan me acerco, siento que Axel observa cada movimiento que hago, no le importa tener a su novia con él, por Dios que disimule, se ve que no la respeta. Lo miro y no se si se da cuenta, porque llavo gafas oscuras. Me doy la vuelta y me voy, despues de unos cuantos pasos alguien me detiene tomandome del brazo. Senti un escalofrío de solo pensar que podría ser Axel, pero me llevo una desepción cuando veo quien es.

-Leandro

- Sonya, como estas? - me dice en un intento de sonrisa. Leandro no era muy cercano a su padre como lo eran Leslie y Axel, pero eso no quita que lo haya querido y que le duela su muerte.

- ya sabes, y tu?- digo dandole un golpe en el hombro. Leandro no es un hombre de trajes como su hermano, aunque en este momento lleve uno, no le gustan. Es un poco mas relajado. Lo conocí hace un par de meses en la oficina, en un intento desesperado de parte de su padre por introducirlo a la empresa, pero no dio resultados. Desde ese momento somos amigos.

-igual, oye te gustaria ir a tomar un café?

-Lea...

-se que no es el momento indicado pero tengo tanto tiempo sin hablar contigo, no ne puedes negar un café.

Normal en Leandro, nunca puedes negarle nada, no me mal entiendan, saben a lo que me refiero.

-bien, vamos- me indica que lo agarre del codo y lo hago empiezo a caminar no sin antes lanzarle una ultima mirada a Axel. Me mira sin expresion en sus  ojos. Lo ignoro y sigo mi camino.

...

Llegamos a una cafeteria que queda a dos cuadras del cementerio, tomamos asiento y esperamos a que la mesera tome nuestra orden

- buenos dias, puedo tomar su orden

- dos cafés negros por favor- dice Leandro mirando a la chica fijamente, esta se pone algo nerviosa y se le cae el lapiz. Avergonzada lo recoje. - en un momento se los servire - dice sin apartar la mirada de Leandro y se va.

- ¿era necesario intimidarla? - digo ya partida de la risa, el esta igual que yo y tenemos que respirar hondo para tranquilizarnos.

-no la intimido solo quería utilizar mis encantos, ademas de que tiene unos hermosos ojos

-aqui tienen, dos cafes - llega la misma chica, solo que esta vez suena un poco enojada, creo que escucho las risas oh oh.

- gracias señorita, dice Leandro con el mismo tono que uso anteriormente. Paga los cafes, la chica recibe el dinero y lo mira con odio, siento que quiere hacerle una maldad, creo que ya no quiero café y si ella le escupió. La chica se retira y nos deja solos, Leandro duda en tomar el café como si leyera mi mente.

- creo que acabas de arruinar el café

- ¿crees que le escupió?

- no, creo que lo enveneno - digo y nuevamente me parto de la risa Leandro me mira enarcando una ceja, lo que hace que me ría más provocando que todos me miren.

- ¡ que miran!, ¿ nadie se puede reir con libertad? - dice Leandro, y yo paro de reir al ver lo grosero que fue.

- oye! No te alteres! - le gritosusurro.

- es cierto, tienes derecho a reirte, es un hermoso sonido.

Escuche bien? Acaso dijo que mi risa es un hermoso sonido?

-Leandro, basta que tus encantos no funcionan conmigo como con la mesera - digo y enseguida veo a la chica en otra mesa  fulmigandome con la mirada. Mierda.

Vuelvo la mirada hacia Leandro y veo en el algo que nunca habîa visto. Seriedad.

-hablo en serio

- ¿que tal si le hechamos un vistazo al café? tal vez no le haya escupido - digo agarrando mi vaso, Leandro hace lo mismo sin dejar de mirarme, cuando le quita la tapa al cafe aparta la mirada para examinarlo y ahi es cuando recuerdo que debo respirar.

- no me parece peligroso - digo para liberar tensión.

- a mi menos, tomamos y si morimos juntos, dejame decirte que me alegro de que mi ultima cita haya sido contigo

¿cita?

-esto no es una cita - digo y le doy pequeños sorbos al café.

Pasamos dos horas conversando, dos horas que nos ayudaron a despejarnos un poco de lo que nos acaba de pasar. Aunque Leandro es un poco loco, sabe mejor que nadie como disimular muy bien lo que siente, como ahora esta haciendome reir a pesar de que por dentro esta destrozado.

Perdón que me haya tardado tanto es que en estos días ufff y casi no he tenido tiempo. Espero que les haya gustado este capitulo y tambien el nuevo personaje Leandro :* voten y comenten please.