Mi estúpido jefe

Final

Afortunadamente consigo despistar al guardia de seguridad que Eduardo envió a cuidarme, solo llevo conmigo la maleta con el dinero y una pistola que el mismo me prestó , ya que se imaginaba que iba a escaparme, pues le dije claramente que no vendría con nadie, no quiero poner la vida de mi hermana en peligro.

Con el corazón en la mano y la adrenalina recorriendome todo el cuerpo, decido entrar al enorme almacén abandonado. Empujo la puerta de metal y esta se abre dejando ver una inmensa oscuridad. Sigo caminando y solo escucho el sonido de mis pasos, a medida que avanzo mas fuertes son los latidos de mi corazón.

Escucho un ruido y freno en seco, a mi derecha se enciende una luz y veo a Leslie atada a una silla también con la boca tapada con cinta. Mi primera reacción es correr a su rescate, corro como si pudiera salvarla en ese momento, pero dos cosas me obligan a detenerme. La cara de Leslie asustada diciéndome que no me acerque mas con la mirada, y la enorme sombra que segundos después se detiene a su lado y le apunta con un arma a la cabeza. Me detengo.

- ¿creíste que seria así de fácil Axel? - la misteriosa sombra que ahora identifico como Richard empieza a reírse a carcajadas, en ese momento pienso en tomar el arma y dispararle, pero al ver que muevo la mano desocupada deduce mis intenciones - arroja el arma - dice dejándose de reír

- no traigo arma - miento, pero el obviamente no me cree, acerca mas la pistola a la cabeza de mi hermana y eso me asusta, tomo la pistola de donde estaba y la arrojo lejos

- buen chico, aunque violaste una de mis reglas

- al parecer ha violado ya dos reglas - escucho decir a alguien detrás de el . Cuando se acerca a la luz, veo que trae a alguien de la mano, la empuja y cae al piso, cuando aterriza se quita la capucha de la cara y logro distinguir a Sonya. ¡Rayos! Mis latidos aumentan, mi instinto de protección aumenta, Leslie y Sonya estan en peligro con estos dos maleantes, y se que a pesar de que les entregue el dinero, no nos dejaran ilesos. Por mi que me maten, pero mi princesa y mi novia no saldrán de aquí con un rasguño. Debo pensar.

- dos reglas violadas en un minuto Axel, veo que estas jugando conmigo - deja de apuntar a Leslie, ahora me apunta a mi y justo cuando creo que Leslie estará bien Ector saca su pistola y le apunta a ambas - hagamos esto rápido - continua - dame el dinero ahora - se acerca de a poco - déjalo en el suelo y aléjate dos metros.

Hago lo que me pide, pero no dejo de calcular como podría atacarlo y quitarle el arma, pero si lo hago Ector va a herir a las chicas.

- buen muchacho, cuidado si intentas hacer una estupidez - dice mientras se sigue acercando, me sobre salto cuando escucho un disparo, desesperado miro a las chicas, pero están intactas, alteradas igual, unos segundos después veo caer a Richard al suelo, detrás de él veo a Ector que se acerca y le patea el arma de las manos.

- maldito, creíste que te quedarías con todo el dinero, se que no lo compartirías, porque eres tan egoísta que solo te conoces a ti mismo. Gracias por hacer el plan perfecto para conseguir mi dinero - en su cara veo a alguien enfermo, sus pupilas dilatadas, aprieta con fuerza el arma y dice las palabras duras y con ira - y tu Axel Castillo - me apunta a la cara - llegó tu turno de pagar jefecito de mierda.

Cierro los ojos para esperar de nuevo mi muerte y escucho un disparo, pero este no impacta contra mi, escucho de nuevo a alguien caer y abro los ojos asustado, veo a Ector tirado en el suelo y detrás de el veo a una nerviosa Sonya con un arma que sostiene con ambas manos, el arma que hace unos minutos tire al piso.

- Sonya - digo sorprendido al ver que acaba de salvarme la vida, pero sigue empuñando el arma con bastante firmeza, esta aun temblando - baja el arma - al fin puede mirarme a los ojos regresa en si y ahora observa el arma como un objeto raro, acto seguido la deja en el suelo.