Narra Nick:
Me fui echo una furia de aquel dichoso centro comercial. No podía estar más enfadado con ella en la vida, no solo tiene la cara de hablar con mis amigos a mis espaldas y a saber que mentiras les habrá dicho, si no que ahora tiene el valor de mentirme a la cara ¡Lo que faltaba!
-¡Esto es el colmo!- Grito en medio del parking del centro. Ahora me doy cuenta que he salido del establecimiento sin darme cuenta porque estaba muy sumido en mis pensamientos.
-¡Nick! ¡Maldita sea!- Oigo a mi amigo gritar a mis espaldas. -¿¡Quieres parar!? ¡Llevo todo el rato llamándote y tú no me haces caso!
Me giro y veo a Kyle llegar corriendo para ponerse a mi altura, cargado con todas las cosas que habíamos comprado.
-Perdona, no te había escuchado.- Dije.
-¿No me digas? No lo había notado.- Contestó este utilizando la ironía. –Oye, en serio ¿Qué acaba de pasar allí dentro?
-Eso mismo quiero saber yo. ¿Qué hacías hablando con ella?- Pregunto empezando a enfadarme por segunda vez en lo que llevo de mañana. Definitivamente este no es mi día.
-Nick...- Suspiró Kyle. -ya te lo dije ayer y te lo repetí anoche.... Ella ya me lo ha contado todo y no es lo que piensas, deberías darle por lo menos la oportunidad de explicarse. Aunque ahora dudo que quiera después de lo que le has dicho.
-¿Qué yo le he dicho? ¿Y ella que?
-No le has dejado hablar, no parabas de acusarla.
-Que no he parado de...- Me callé e intenté tranquilizarme. Comencé a respirar profundamente mientras contaba hasta diez. No tenía sentido ponerme a discutir ahora con mi amigo y pagar con él los platos rotos. Una vez más calmado continué. –Mira... vamos a dejar el tema porque no quiero pelearme contigo.
-Nick... ya te dije que siempre estaré ahí apoyándote en todo lo que decidas porque tú eres prácticamente un hermano para mí, pero sabes que cuando creo que estás haciendo algo mal, te lo digo y esta es una de esas situaciones. Pero no volveré a sacar más este tema. Tú sabrás lo que haces.
Asentí con la cabeza. Le agradecía que me respetara y no volviera a pronunciar una palabra sobre esto nunca más, yo sé lo que vi y con eso tengo más que suficiente para tomar mi decisión.
-Será mejor que nos pongamos en marcha.- Dijo Kyle. –Todos nos están esperando ya y pronto Roxy entrará en modo jefa y comenzará a chillarnos por llegar tarde.
-Claro.
Salimos del centro comercial montados en mi camioneta con todas las cosas en la parte de atrás y nos fuimos hacia el descampado que Sam había encontrado para montar el lavadero.
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El descampado pillaba al lado de una rotonda, por lo que era fácil desviarse hacia allí, aparqué la camioneta y bajamos todas nuestras compras, que se basaban en muchos cartones, sprays, cubos, esponjas, jabón, bidones de agua y una manguera.
-Ya estamos aquí.- Dije mientras Kyle y yo nos pusimos a descargar la camioneta.
-¿¡Se puede saber por qué habías tardado tanto!?- Oímos a una malhumorada Roxy a nuestras espaldas.
-Joder, Roxy no me pegues esos sustos.- Dijo Kyle llevándose una mano al corazón.
-Sí y tampoco hace falta que chilles.- Contesté yo llevándome una mano al oído, ya que se había puesto a chillar a mis espaldas.
-¿Dónde estabais?- Dijo ella con los brazos cruzados mientras nos miraba de forma amenazadora.
Y señoras y señores os presentamos a Roxy en modo jefe, un aplauso por favor. Cuando se pone así, está insoportable, vale sí, esta es la única manera que tenemos para organizarnos y que las cosas nos salgan bien, pero es estresante, no para de dar órdenes y quejarse diciendo que todo está mal y que somos un atajo de inútiles, algunas veces me entran ganas de mandarla a paseo.
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La otra cara de la realidad.
Teen FictionCatherine Bennet es una joven de 16 años de buena familia, dotada de una buena educación, buenos modales, con unos amigos que pertenecen a su mismo estatus social... Hasta ahí todo normal, pero Catherine no quiere eso, ella no quiere fingir ser la h...