El castaño me miro por varios segundos, como si fuese la única persona en todo el maldito mundo, o como si ni tuviese nada más que mirar a su alrededor.
Acababa de despertar, y mis ojos estaban hinchados. Me sentía un poco mejor que antes, pero aun así mi cuerpo dolía infiernos.
-¿Estás listo?-insinuó con sus ojos llenos de excitación y alegría.
-Uhm-respondí inseguro.
-Todo estará bien si estás conmigo Harry, no hay nada a que temer.-realmente él sabía que eso no era así, yo no era así, el miedo era algo que circulaba por mi torrente sanguíneo, y llegaba a cada célula de mi cuerpo para luego volver con el mismo recorrido. Yendo y viniendo, acumulándose dentro de mí.
Extendió su mano para ayudar a incorporarme del suelo, porque mi cuerpo seguía doliendo severamente, y el miedo lo empeoraba todo.
Pero luego de todo, comenzamos el camino de vuelta. El camino hacia el lugar en donde nunca antes había estado, o por lo menos no que yo recordara.
El caminaba seguro; yo daba torpes pasos, pero no quería preocuparlo, así que fingí; fingí estar mejor y fingí que no tenía miedo, después de todo, si debíamos ir hacia el verdadero mundo, allí tendría que fingir como si fuese un actor profesional.
El camino se hacía cada vez más corto, y mi temor cada vez más grande. Pero él estaba allí, chocándose con cada rama que se le cruzaba por el camino sin importar las marcas que dejarían luego; y yo tras él, intentando esquivar cada hoja marchita que cayera de los largos y añejados árboles.
Recordaba con certeza el lugar en el que nos encontrábamos, me recordaba el principio de todo, llevándome hacia el primer día en que mi madre me había traído hasta aquí, con sus suaves manos temblorosas sosteniendo las mías, con la frente llena de sudor, el cual caía hacia sus mejillas, con todos sus músculos contraídos y sus finas y delicadas facciones completamente tensas, con todo el temor tirándole de los músculos hacia dentro.
Y sobre todo: Con su "Aquí serás solo tu cariño, pero estarás bien porque eres un pequeño gran hombrecito" con su adiós para siempre.
Louis se detuvo un momento al observar mi extraña forma de caminar, y no porque me doliese todo el cuerpo, sino porque él podía notar el dolor interno que había en mí. No sé cómo podía, pero lo hacía.
-Podemos detenernos un momento.-murmuró con un poco de tranquilidad.
-Es...estoy bien-replique sin mirarlo a los ojos.
El solo asintió y continuó caminando, pero esta vez, un poco más despacio.
Cientos de plantas, arbustos, musgos, rastros de tormentas y mal clima. Una inquietante oscuridad cubría parcialmente las copas de los árboles y aún así el camino se hacía más claro junto a Louis
Pero de nuevo esa agobiante sensación reencarno en todo mí ser. Toda la oscuridad tapaba mis poros, y otra vez me sentía al borde de un precipicio, mientras decenas de tibias-pero aun así vacías - lagrimas recorrían mis mejillas para dejar un rastro de su paso por ellas. Mientras cerraba mis ojos e intentaba no perder el equilibrio tanto interno como externo de mi cuerpo. Y me sentía desfallecer, no podía seguir aunque lo intentara. El miedo está prohibido. Pero los pisos se resquebrajaban y los cientos de árboles caían al vacío, y yo, estaba otra vez solo intentando no pensar en la caída, una caída que no se iba por el lado de lo literal. Pero estaba en mi mente todo el tiempo.
Así, rendido, agobiado, cansado, completamente aturdido; caí al suelo, y Louis no estaba tan cerca para atajar mi caída. Pero si estaba para luego intentar curar mis heridas.
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Vértigo[Larry Stylinson]
Hayran KurguUn mundo distinto, en donde la palabra miedo esta tachada del diccionario. Y de la mente de todas las personas. Harry y Louis. huir y esconderse. Dos mundos se chocan y quizás ya no haya vuelta atrás ¿Que pasa cuando dos personas distintas se convie...