4. ¿Agua?

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Era un aburrido día, Frank ya se había ido a trabajar y como un día antes Gerard se había quedado solo. Solo y aburrido.
El humano ya le había otorgado el permiso de tocar sus cosas pero con determinado cuidado para no romperlas, aunque claramente el alíen no sabía que significaba 'romperlas'. El pelinegro solo le había dicho que romper cosas era algo muy malo y que además era un gesto muy grosero pero el extraterrestre no sabía tampoco que significaba esa palabra, así que como la primera vez prefirió no tocar las cosas de Frank.

Era un día caluroso en Jersey, la temperatura se elevaba hasta los 39° y Gerard no había dejado de sudar, cosa que no comprendía pero si odiaba, porque quedaba pegajoso y húmedo. Era realmente asqueroso para él. Abrió la puerta del balcón y salió esperando refrescarse, su boca se encontraba seca y necesitaba hidratarse, así que volvió a entrar en busca de un poco de agua.

Frank había dicho que el agua se encontraba en una botella y que su contenido era transparente, así que el alíen buscó el objeto con las características anteriores y cuando por fin lo encontró, tomó directo de la botella, Gerard hizo una cara extraña porque el líquido de adentro sabía muy raro pero la sed le ganó, así que siguió bebiendo, después de varios sorbos y una hora el extraterrestre comenzó a sentirse feliz, sin razón aparente, sus piernas estaban entumidas y había algo que le hacía ver borroso las cosas.

El reloj apuntaba las 5:00 de la tarde, la hora en la que Frank siempre llegaba y tan puntual como siempre la cerradura sonó, dejando ver a una persona bajita con muchas bolsas en las manos. Miró a su alrededor y no encontró a Gerard, tampoco había ruido, entonces se preocupó y rápido dejo las bolsas en el suelo y corrió al cuarto desesperadamente, entonces ahí encontró al pelirrojo acostado en el suelo con una sonrisa en la cara, su cabello estaba jodidamente revuelto pero eso a Frank le parecía sensual.

Avanzó a paso lento, Gerard levantó la cabeza y miró al humano, rió a carcajadas sin poder contenerse. Entonces a Frank le llegó un olor peculiar, abrió sus ojos sorprendido pero después se carcajeó, el alíen estaba borracho.

- Por dios, Gerard, no lo puedo creer -dijo el avellana mientras se sentaba en el piso, justo a un lado del esmeralda- estás borracho.

- ¿Qué es eso? -sus ojos del alíen brillaban con curiosidad.

- Tomaste vodka, no agua.

- ¿Qué es vodka? -preguntó Gerard.

- Una sustancia que por lo visto te hace muy feliz -rió Frank- levantate, vamos, te haré un café.

- ¿Qué es café?

- ¡Sólo vamos! -Gerard se sentó en el piso, no creía poder pararse.

El pelinegro ya estaba de pie, esperando al alíen así que este ultimo hizo un esfuerzo por pararse y cuando lo hizo, no tuvo el equilibrio suficiente, cayendo en la cama y llevándose de paso a Frank. Las cosas no podían ir peor para el humano, estaba cansado, él sólo quería comer y dormir o tal vez ver un poco de televisión, pero no, había tenido que llegar a cuidar a una especie desconocida que también estaba alcoholizada. Gerard miraba a Frank como un tesoro, lo era para él, el pelinegro ante los ojos del alíen era la persona más bonita de toda la existencia, de su mundo y del mundo de los humanos.

- Frank, perdón -las lágrimas salían de sus ojos, se sentía mal por hacerle todo ese desastre a su humano- no fue mi intención...

El avellana sintió mal al ver los ojos rojos del alien, si bien era un desastre pero eso no era su culpa, las cosas eran nuevas para él y tenía que aprender, pero alguien tenía que enseñarle. Tomó su mano y la entrelazo con la suya, acariciando sus dedos y apretando suavemente en algunas ocasiones.

- No importa, sólo no llores ¿Vale? Me haces sentir triste -murmuró Frank, mientras llevaba una mano a la mejilla de Gerard, justo en donde hacía una lágrima su recorrido.

- Eres tan buena persona, eres la persona más bella de tu mundo y también de mi mundo -susurró el extraterrestre.

Un leve sonrojo subió a las mejillas del avellana, haciéndolo reír, sin pensarlo dos veces acercó sus labios a los de Gerard, dándole un tierno beso. Al principio el alien no supo corresponder, pero después comenzó a mover sus labios justo al ritmo de Frank, algo se movía en su estómago pero no era culpa del alcohol, eso lo sabía muy bien. Un escalofrío recorrió la piel del avellana, estaba feliz, apretó su mano y Gerard también apretó la suya, ambas estaban selladas y si en ese momento alguien hubiera querido separarlos, no habría podido. El beso no era uno de los mejores que había tenido Frank, ya que tenía sabor a vodka, sin embargo lo hacía sentir mejor, pero lo que él no sabía es que ese era el primer beso del alien.

- ¿Ya estás más tranquilo? -preguntó el humano.

Gerard sólo asintió, tenía pena de hablar así que sólo siguió a Frank cuando se encaminaron a la cocina, sin soltar sus manos, cuando al fin llegaron el avellana sentó al pelirrojo en una de las sillas del comedor, justo la que daba al balcón, ahora llovía, el cielo estaba nublado y ya no había tanto calor. Todo comenzaba a darle vueltas a Gerard, sintió un líquido subir por su garganta en ese momento se levantó de su silla, y corriendo se dirigió al baño, cayendo de rodillas junto al excusado y dejando salir todo el vómito.

Frank ya se encontraba a su lado, sosteniendo su cabello para que no se manchara mientras el esmeralda seguía vomitando. Suspiró, sin duda iba a ser difícil cuidar de Gerard, pero por alguna razón ya no se sentía enojado de hacerlo, al contrario la idea comenzaba a gustarle. A pesar de que no llevaban ni una semana conviviendo, se había acostumbrado a llegar y mirar a Gerard, esperándolo pacientemente aunque ese día había sido la excepción.

Pero entonces recordó el beso, y deseo que el esmeralda bebiera todos los días. Y todo estaba bien a excepción del vomito.










N/A: Ya va para 500 leídos, estoy llorando, las tkm.
soypetewentz, este capítulo es para ti. Te amo. Bue.

Hesitant AlienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora