1. Pobre Angelito

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¨Bueno... aquí voy¨ pienso mientras me adentro en la selva de hormonas llamada escuela. Enserio, esta peor que Panem cuando les dijeron que el Sinsajo vive.

Me adentro en la ola de abrazos, bienvenidas, besos, algunos muy subidos de tono, y trato de llegar a la secretaria.

Este es mi primer día de clase en esta nueva escuela, desde que me mude con mi madre. Necesitábamos un cambio aire.

Entre unos empujones y pisotones mas, logro llegar a la secretaria. La examino y veo que todo es blanco.

Iugh, su decorador de interiores es muy obtuso.

Camino hasta la mujer de unos treinta y tantos que mueve sus dedos presionando las teclas tan rápido que me sorprende.

-Buenos días, ¿En qué puedo ayudarle?- la voz de la secretaria me saco de mis deseos de escribir tan rápido como ella. Veo que ella no ha separado su vista de la pantalla, lo cual me molesta ya que me gusta que me vean cuando les hablo.

Con tu altura dudo que alguien pueda mirarte sin tener una torcedura de cuello, mi subconsciente me ataca. 

-Buenos soy Ellie Fallen, soy nueva y vengo por mis horarios y demás- digo con una sonrisa, ella me la devuelve, Hace unos clicks más y luego veo que la fotocopiadora se enciende.

-Hola cariño, soy la Sr. Tomson, la secretaria, si tienes alguna duda o inconformidad me avisas- dice entregándome mis horarios y dónde está mi casillero- es mejor que te apresures ya tocó el timbre.-dice volviendo la vista a la pantalla no sin antes darme una ultima sonrisa.

Me apresuro a salir de allí y empezar a buscar mi casillero y el salón. Pero como mi orientación es fatal,  termino dando vueltas, hasta que me detengo en lo que parece ser la parte de atrás de la escuela. ¿Cómo diablos llegue aquí?

Inspeccionó el lugar hasta que mi vista recae en una amplia espalda que vibra con temblores entre cortados a cada respiración. Esta llorando. Me acerco y veo que tiene rostro enterrado entre sus
manos.

-Oyes, ¿Estás bien?- pregunto al chico que tiene su cara enterrada en sus manos.

-Aléjate- me ordena con voz ronca. Aunque eso pareció mas bien un gruñido.

-Tranquilo, grandote, solo quiero ayudarte-digo acercándome más a él, pero apenas se da cuenta de mis intenciones se levanta y veo que es un rascacielos andante. Oh, Dios mío, es muy grande.

Eso sonó tan mal, una voz en mi cabeza murmura. Parpadeo confundida, pero decido volver mi mirada al gigante que se mueve hacia mí.

Si creo que eso es una mejor idea que venir a este lugar solitaria, en donde si gritaras a causa de una horrorosa tortura nadie te escucharía, me recrimina mi subconsciente.

-Te dije que te alejaras, niña- dice amenazante.

-Keep Calm and sacude tus plumas Angelito, solo quiero ayudarte- digo alzando mis manos con inocencia, veo como se tensa sus músculos y ¡que músculos!

El tipo puede aplastar tu cabeza en un chasquido de sus dedos y tu piensas en sus músculos. El sentido común no solo son palabras que se escuchan por ahí, mi yo interna, por así decirlo, parlotear a mas no poder acerca de los estúpida que soy.

Un imponente cuerpo frente a mí, me hace salir de mi mente.

-¡NO NECESITO LA AYUDA DE NADIE, SOLO DÉJAME EN PAZ, NIÑATA! ¡¿NO ENTIENDES?!- dice gritando muy cerca de mi cara, y veo como esta se vuelve roja de la ira. Ustedes creerán que me encogí y me fue corriendo despavorida y llorando de ahí. Pero no, ya estoy acostumbrada a estos tipos de gritos.

Y hago algo que lo toma por sorpresa, lo abrazó fuerte. Siento como sus músculos se tensan ante mi tacto. Él esta tan rígido como una tabla, espero unos minutos, hasta que pierdo la esperanza de que me lo devuelva. Me empiezo a separar lentamente del él, preparando mentalmente una disculpa, cuando siento sus musculosos brazos rodeándome, y entierra su rostro en el hueco entre mi cuello y mi hombro. Siento la humedad de sus calientes lágrimas en mi hombro.

Lo dejo estar. Pobre Angelito.

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YELLOW GENTE!!!! NUEVA NOVELA. ESPERO QUE LES GUSTE.

AngelitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora