Angelito

8. Moretones

Pero se me escapó.

Durante la siguen semana, no vi Angelito ni una sola vez. Me di cuenta de que compartimos Humanidades, Sociales, Literatura, Gimnasia y Comercio. Recoleecte las tareas que tenia que hacer y pregunte por las demás asignaturas a los profesores. Llegue temprano todo los días y lo esperaba hasta sonaba la campana de entrada. Buscaba su Jeep e iba a la biblioteca todos los días.

Pero nunca apareció . He estado muy preocupada por él. Las pesadillas han vuelto. Esa última llamada se a repitido en mi mente una y otra vez. Su nerviosismo, temor, miedo, frustración, su posterior enojo e ira.

Esos reacciones las conozco bien.

Suspiro y rasco mi cabeza mientras me desperezo estirando lo más que puedo mi cuerpo. Mamá me decia cuando era pequeña que así crecería más.

Una vil mentira.

Sonrío y niego con la cabeza. Puedo escuchar los pasos de mamá por la cocina, haciendo el desayuno. Ya se huele el aroma a café recién echo. No me gusta el tomar café pero me gusta su olor. Es relajante.

Me meto al baño y veo ligeras bolsas grises debajo de mis ojos. Suspiro y me lavo la cara. Me quito cualquiera suciedad y me cepillo los dientes. Veo atraves de la ventana de mi cuarto un avión surcando el cielo.

Me pregunto cuando volverá Angelito. Por que tiene que volve. No se puede ir. No, no. Debo de dejar de pensar cosas sin sentidos. Angelito vendrá pronto, y todo estara bien.

Me meto a la ducha con ese pensamiento en la cabeza. Dejo que el agua se deslize lentamente por mi cuerpo, mientras me estiro y tomo mi gel. El olor a manzana verde de inmediato me rodea y hace que mi cuerpo se destense un poco. Tengo que coger las cosas con calma o me dará algo.

Algo que no entiendo es porqué me preocupo tanto por Angelito si acabo de conocerlo, pero cada vez que pienso en él y que alguien le este haciendo daño, mi corazón duele y mis instintos asesinos cobran vida conviertiendome en un depredador protegiendo a los suyos. Me estoy volviendo una acosadora y lo peor es aue estoy feliz con mi decisión. Suspiró y frota más fuerte mis dedos entre las hebras de mi cabello. Me enjuago y salgo.

Una sudadera y unos vaqueros negros ajustados son mi vestuarios predilectos para hoy. Estoy algo cansada y los deberes no han sido de ayuda. Dejo mi cabello suelto y coloco una liga en mi muñeca para amarrarlo cuando quiera.

Bajo rápidamente las escaleras con la bolsa en mi hombro.

Clary Fallen enfundada en una camiseta gris dentro de un mono de trabajo me espera en la mesa tomando su café. Emparedados de queso derretido me llaman desde un plato en un asiento a un lado de mi madre. Beso su mejilla antes de sentarme y empezar a comer mis derretidos. Mamá me pasa un vaso con jugo de naranja y asiento en agradecimiento. Carraspea.

-Entonces enana, ¿Has sabido algo de Mike Alias Angelito? - me pregunta con sorna. Gruño y trago todo lo que tengo en mi boca antes de hablar.

-No y no me esta gustando nada- frunzo la nariz en señal de molestia y mamá ríe entre dientes. Coloca su mano sobre la mía.

-Amor, tienes que dejar de preocuparte por él. Él es, literalmente, lo suficientemente grande como cuidar de sí mismo- habla con voz amable.

-Mamá, tu no entiendes. Yo pude ver sus ojos llenos de dolor y antes de irse aquel día la expresión pérdida pegada a su rostro. Me partió el alma dejarlo ir solo. ¿Qué tal si esa fue la última vez que lo pude ver? - el pánico ya a invadido mi ser. Soy perfectamente consciente de que estoy sonando como una loca acosadora psicópata, pero ya no puedo controlar mi desesperación.