19. Mierda

7.5K 400 23
                                    

Mis pies cuelgan y empiezo a balancearme. Tengo la vista puesta en la próxima viga. El sudor corre por mi espalda y mis músculos protestan.

Afirmó mis manos sobre la viga en la que me balanceo y tomo más fuerza en mi impulso, hasta que mis pies pasan mi cabeza y mi cuerpo se dobla en dos.

Uno...dos...tres...

Me suelto y veo cómo mi mundo da vueltas pero no me desenfoco, sabiendo que pronto sentiré la acolchonada superficie.

Respira...

Extiendo la mano y justo a tiempo siento la viga. Me sostengo dejando mis piernas perfectamente estiradas. Sonrío y empiezo a balancearme nuevamente, tensando mis brazos para levantarme sobre la viga. Me siento sobre esta y veo los verdes ojos de mamá mirándome desde abajo.

–Sabia que algún necesitarías de este lugar– exclama y entra. Me lanza un botella lo suficientemente alto para que pueda tomarla. Le doy una mueca parecida a sonrisa y bebo, esperando a que empiece el interrogatorio.

–Sus cosas ya no están...–murmura. Asiento con fuerza. Oí su Jeep y vi como, con paso furioso y frustrado, salía de casa con todas sus cosas, mientras lagrimas quemaban en mis ojos. No he parado de entrenar desde entonces.

–Era lo mejor...–murmuro entre dientes y salto hacia bajo, agarrando justo a tiempo la viga para no caer en el piso. Mama suspira.

–Hace algunos días te hubirieras ahogado en una tapita de gaseosa de sólo pensar en tener a Angelito lejos. Y ahora estás igual que yo con tu padre...–exclama. Le lanzó una mirada malhumorada y me tiro hacia la siguiente. Alzo mis pies hacia delante y dejo que mis tobillos de abrazen con fuerza a la superficie acolchonada. Cuelgo boca abajo y cruzo mis brazos.

–Es Mike, mamá.–replico y veo cómo me lanza una mirada fastidiada.

–¿Desde cuando?– pregunta y adopta una posición de indio desde el piso.
Mi vista se ve un poco borrosa, asi que alzo mi torso, y mis manos toman la viga para dejar que mis pies caigan primero.

–Desde que creyó que yo era capaz de engañarlo–escupo con desdén y miro hacia otra parte, incomoda.

Mamá suelta un jadeo y susurra–¿Que cojines pasó?

En otro momento hubiera reído sin parar, pero en este momento eso solo hizo que mi dolor creciera.

–¿Recuerdas que estaba ayudando a Peter a conquistar a Melly? –mamá asiente con comprensión– Él y yo estamos practicando como se lo iba a pedir.–Mi respiración se empieza a acelerar– Y-yo l-lo abrace por que lo había dicho sin desmayarse y de pronto ahí estaban Melly y Mike mirándonos como si hubiéramos apuñalado su corazón –Mamá jadea silenciosamente y mi cuerpo empieza a temblar– Iba a explicarles pero luego M-Melly dijo... y luego ellos...– para este momento las lágrimas no paran de caer, siento que me desmonoro por dentro. Sorbo mi nariz y le doy una temblorosa mirada a mamá– No pude quedarme ahí y me fui. Corrí los más rápido que pude y luego pare y volví de regreso a casa. El resto es historia.

Mamá se aprieta a mi alrededor, llenándome con su olor a lavanda. Antes me hubiera relajado de inmediato, pero ahora ni eso me tranquiliza. Sollozo silenciosamente y mamá habla.

–Él no sabe la verdad ¿cierto?– niego y paso una mano por debajo de mis ojos.– Ellie, cariño... Sé que lo que hizo no estaba bien, pero recuerda que él ha sufrido mucho en la vida. Le es difícil confiar en las personas. Para él también es muy doloroso lo que está pasando.

Un poco que irá se enciende dentro de mi y me tenso– ¿Y no podía darme en poco de maldita confianza?¿Tenia que pensar lo peor de mi a la primera?

AngelitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora