Angelito

26. Perra

Ellie se sienta a mi lado y le agradezco con mirada. Mierda, duele.

Miro a Clary y veo rastros de lagrimas. Miro Dominik pero su mirada se encuentra en Ellie.

Ellos tienen guerra de miradas. Carraspeó y Ellie me mira para tomar mi mano y sonreír. Beso su sien.

Clary suelta una risita y se acomoda mejor su camisa. Noto que es de mi padre. Gruñó y lo miro. El me mira desafiante.

-No pasó nada, cariño.- musita con voz pequeña Clary. La miro y frunzo el ceño. Ella frunce su nariz y mira a Dominik. Lo codea y me mira con algo de vergüenza- Nada. No tenía ropa. No pudimos entrar. E-El esta a-ahi...- la última frase me hela la sangre. La mano de Ellie se vuelve temblorosa. Clary se ve tan blanca como una página. Pero eso no le impide que corra al lado de su hija.

Me levanto del sillón dándoles espacio. Empiezo pasarme de un lado a otro.

Mis manos se transforman en puños y quiero golpear algo. Por un momento me arrepiento de no tener un saco de boxeo en casa. Dominik me mira desde su asiento y se que quiere que me descontrole. Que le muestres a las chicas el monstruo que soy.

Miro como Ellie esconde el rostro en cuello de su madre. Farfullo y camino hasta el baño. Me apoyo en el lavamanos y miro mi reflejo.

Eres un monstruo.

Eres mi Ángel.

La mataste

No fue tu culpa, Mike.

Te odio.

Te quiero.

Largo de aquí.

Eres mío, Mike Donovan.

Cierro los ojos y silencio las voces que libran una batalla en mi cabeza.

Ella es mia.

Nadie la llevará de mi lado.

La protegeré con mi vida.

Murmuró esas palabras hasta que siento un brusco toque en mi hombro.

-Compórtate como un hombre. Sal de tu maldita mierda y ve a consolar a esa chica que milagrosamente te quiere.- gruñe y veo una extraña calidez en sus ojos.

-Alejate de ella, Dominik- gruñó y chico mi pecho con el de él. El me fulmina con la mirada.

-No se de quien hablas. Y no tienes la moral para decirme quien es bueno para quien, Destructor.

Farfullo una maldición y empiezo a replicar cuando escucho una voz proveniente del extremo del pasillo.

-¿Sabes de moral, Dominik? Me sorprendes. Alejate de mi chico antes de que saque tu culo de aquí.- una pequeña fiera se acerca a nosotros. Clary la sigue y me guiña un ojo antes de parar al frente mío y jalar la manga de chaqueta de Dominik. Besa mi mejilla y me da un pequeño abrazo antes de arrastrarlo hacia la salida.

Ambos salen por la puerta en silencio.

Miro a Ellie y ella toca mi brazo antes caminar hacia la sala. Es sábado así que no tenemos salir si ella no quiere.

Se sienta en la cama.

-Mama se va a la casa de Dominik- suelta. Empiezo a negar con la cabeza. Esa casa es demasiado fría. Llena de recuerdos.- No podemos hacer nada.  Mama tomo su desicion. Una en la que no estoy de acuerdo pero es su asunto. 

-Ustedes son mi asunto- gruño y la miro fijamente- Ella no puede ir allí. El no se controlara. 

Ellie me mira seriamente.-¿Crees que no se eso? Pero mamá sigue empeñada en que hay algo que no sabemos, ese es el punto. Cuando a se le mete algo en la cabeza, nadie se lo puede quitar, solo ella.- ella suspira y pasa una mano por su cabello- Mamá es una niña grande, cariño. No la podemos cuidar aunque queramos, ella ya es una guerrera. Lo sabes.